Juego de Manos - Erosiones
En opinión de Diego Pacheco
A casi de dos meses del fin de la Jornada Nacional de Sana distancia y el inicio de la Nueva Normalidad en el país, los negocios comienzan a abrir paulatinamente. Centros comerciales, cines, tiendas de ropa se van llenando conforme la gente sale de sus hogares para adaptarse a las nuevas condiciones de vida impuestas por el coronavirus.
En cuanto a la comunicación oficial, el “quédate en casa” se ha convertido en un “si sales, cuídate” conforme más estados se alejan del semáforo rojo —o de las recomendaciones del sector Salud—. Ahora, el énfasis se encuentra en la reactivación ordenada de la vida nacional.
Asimismo, quien en algún momento concentró la confianza y defensa aguerrida de gran parte de la ciudadanía —tanto por sus conocimientos como por su carisma— el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell; hoy se nota desgastado, con mensajes repetitivos y un discurso agotado. Su imagen ha perdido legitimidad y fuerza, los ataques se vuelven más constantes mientras que las muestras de apoyo se van esfumando. Todo ello muestra como, poco a poco, se le está cayendo el evento. ¿A qué se debe esto?
Bien, la culpa (como el virus) se reparte entre varias personas. No se concentra únicamente en el subsecretario que, junto con el presidente de la República, concentra la mayoría de los ataques de la oposición. Desde auto-marchas hasta amenazas de demanda, el golpeteo no se detiene.
López-Gatell sirvió su papel como vocero de la pandemia en sus primeros momentos, donde la incertidumbre era mucha y las certezas llegaban en dosis pequeñas. No obstante, conforme el escenario nacional e internacional fue evolucionando, la carencia de dinamismo en los mensajes oficiales —así como las contradicciones dentro de los mismos— fueron erosionando la postura del gobierno. La efectividad del “quédate en casa” se agotó conforme el riego a contagiarse fue opacado por el miedo de morir de hambre.
Por otro lado, el Gobierno de México cometió un error grande al desgastar día con día a su carta más fuerte. El someter a Lopez-Gatell a una conferencia diaria fue un riesgo innecesario para el Ejecutivo Federal que le costó un gran desgaste a su vocero más importante (¿o único?) al que, además, se le entregaron las riendas del discurso oficial sobre la pandemia. Un discurso que, por meses, llegó a tener más peso que el del mismo presidente.
De igual manera, la falta de acciones concretas, acompañadas de una coordinación con los gobiernos locales, fue fragmentando la opinión pública acerca del manejo de la emergencia. Las personas, todas, consumen contenidos que sustenten sus propias creencias —de ahí la efectividad de algunas noticias falsas— ¿abrimos, cerramos, salimos, nos encerramos? cualquiera que sea el camino que las personas decidan tomar, seguramente encontrarán un vocero o funcionario que les de su visto bueno.
Hoy, el subsecretario se ve rebasado por la contingencia. A partir del fallo de la Federación, estados, municipios y ciudadanos por controlar la pandemia y reducir los riesgos sociales y económicos de la misma, la confianza en el manejo del covid-19 se hace cada vez más escasa. Lopez-Gatell, junto con las medidas sanitarias, están perdiendo. Ya no hay vuelta a atrás.
Ahora, sin un vocero con liderazgo y confianza que lleve las riendas de la comunicación durante la pandemia, habrá que ver de qué manera el Gobierno de México recupera el poco control que tenía el sobre la narrativa de esta emergencia sanitaria.
Buenas noticias
El próximo 29 de julio habrá que estar bien atentos a las noticias pues, además de llevarse a cabo el segundo periodo extraordinario del Senado de la República, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) podría hacer historia, pues discutirá un proyecto mediante el cual se plantea la penalización del aborto como una violación a los derechos humanos de las mujeres.
Ello, a partir de partir de un amparo otorgado por un juez federal de Xalapa, mediante el cual se ordena al Congreso de Veracruz reformar el Código Penal local, para que se eliminen las sanciones en contra de las mujeres que deciden interrumpir su embarazo. Esta iniciativa fue retomada por el ministro Juan Luis González Alcántara en la SCJN.
De ser aprobado, este suceso abriría la posibilidad para que organizaciones civiles en otras entidades federativas puedan llevar a juicio los códigos penales estatales con la finalidad de hacer de la maternidad voluntaria y el derecho de las mujeres sobre su cuerpo, una realidad. La maternidad será deseada o no será.
Por cierto
Por cierto, Elon Musk, director general de la compañía aeroespacial SpaceX y de la automotriz Tesla Motors, llamó la atención el pasado 24 julio al tuitear en favor de los golpes de estado orquestados por Estados Unidos con fines económicos, los cuales, en su gran mayoría, se han centrado en América Latina.
Ese mismo día, el millonario señaló que, desde su punto de vista, un nuevo paquete de estimulo del gobierno no sería lo mejor para el pueblo. A partir de ello, un internauta respondió: “¿sabes qué no fue lo mejor para el pueblo? que el gobierno de EE. UU. organizara un golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia para que pudieras obtener litio de ahí”; a lo que Musk respondió: “¡Daremos un golpe de Estado a quien queramos! Acéptalo.”. Vaya.
Avalar el intervencionismo político, económico y militar de EE. UU. en América Latina —que es una de las principales causantes de la inestabilidad político-económica de la región— bajo el argumento de lo “porque quiero y puedo” no solo es un argumento que parte de la ignorancia y el imperialismo externalizado, sino que demuestra la nula empatía por las millones de personas que han sido afectadas y que, inclusive, siguen recuperándose de los estragos de estas.
No hay que perder de vista que los golpes de Estado cuestan vidas y años para “estabilizar” las condiciones nacionales. Pagar litros de sangre por cada gramo de litio es un precio demasiado caro, incluso para el multimillonario australiano, que alguien le avise que le están viendo la cara.
Robaré los necesarios para salvar esta compañía: