Juego de Manos - De lejitos

En opinión de Diego Pacheco

Juego de Manos - De lejitos

Te envío un saludo y un apapacho de lejitos desde la cuarentena, espero que estés bien.

 

¿De qué va a tratar el Juego de Manos de esta semana si no es del covid-19? Lo que empezó con una crisis de salud local en China, pronto saltó continentes para infectar a prácticamente todo el país. Con Italia e Irán siendo los países más afectados (después del país de origen), Estados Unidos acercándose a ese margen y México, lento pero seguro, subiendo sus índices de contagio (con 251 casos confirmados y 697 sospechosos hasta la redacción de esta columna). Observando el avance del virus en otros países, es momento de darle una mayor seriedad al problema, y actuar de acuerdo con ello, para evitar cometer los errores que han sucedido en otros Estados.

La contención del coronavirus en el país parte de un esfuerzo de todas sus áreas. Desde el estudio del virus y su esparcimiento por parte de las autoridades de salud, la toma de decisiones por parte del Ejecutivo y la solidaridad de grandes empresas con sus empleados y la economía nacional; hasta la cooperación de la ciudadanía con las medidas de prevención recomendadas por autoridades nacionales e internacionales de salud. La responsabilidad es de todos y la prevención se ha tornado en responsabilidad social.

Ahora, si bien las acciones del primer grupo de agentes son fundamentales para combatir esta crisis, en este espacio aprovecharé para abordar lo que nosotros, como ciudadanos, podemos hacer para aportar a la pronta solución de problema. De inicio, y quizá uno de los puntos fundamentales por llevar a cabo, debemos darle seriedad y dimensión a la amenaza, así, como comprender y seguir las recomendaciones de prevención, a partir de la consulta de información de fuentes confiables.

En materia económica, podemos apoyarnos como comunidad a partir del consumo local, del apoyo a los pequeños negocios y productores. Las grandes empresas podrán sobrellevar a la crisis económica que se avecina, pero las microempresas y las y los trabajadores independientes podrían no sobrevivir al golpe. Hay que ayudarnos como comunidad y sacar adelante al país a través de acciones consientes.

Tenemos que aprender de los aciertos y errores de los países que ya han tenido un primer enfrentamiento fuerte con el virus y que hoy se encuentran en estado crítico. Cuando la salud pública se encuentra en peligro no podemos cometer errores.

Seamos empáticos y apoyémonos como comunidad, estado y país. Ayudemos en lo que podamos, así sea quedándonos en casa y aguardando a que la tormenta pase. Aprovechemos esta crisis para reflexionar y crecer nuestro sentido de comunidad. Aquí todos y todas tenemos una misma meta. Vamos juntos contra el coronavirus.

 

Irresponsabilidades

Ahora bien, tan importante como el “qué hacer” durante estas próximas semanas es el conocer el “qué no hacer” con el fin de mantenernos a salvo y salir adelante. Es CRUCIAL, así, en altas y negritas, mantenernos alejados de lugares concurridos, ser conscientes y manejarnos con honestidad. Me explico.

No podemos cometer el error de considerar a este como un problema reducible al individualismo. Si bien un sector importante de la población mexicana se enfrenta a un índice muy bajo de mortalidad, la verdadera amenaza en estos momentos es formar parte del foco de contagio para las personas que realmente ven su vida amenazada por esta enfermedad. Esto trasciende nuestros círculos cercanos. No se trata de contagiar a nuestros padres, abuelos o conocidos de salud delicada; sino de que a partir de un comportamiento irresponsable podemos ser partícipes en el deterioro importante de miles de personas en el país.

El llamado al resguardo y a la prevención no se traduce en días libres. Se trata de enfocarnos en la amenaza que enfrentarnos, actuar con premeditación y cuidarnos entre todos y, de paso, podemos aprovechar para reflexionar sobre los problemas que enfrentamos como país, nuestro papel en ellos y la manera en que podemos aportar a la solución —aunque hacer uso del tiempo para descansar en casa no está prohibido—.

Es fundamental no caer en tentaciones reaccionarias. Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco contaron con una ocupación hotelera de 92, 90 y 99 por ciento respectivamente en el fin de semana del 14 y 15 de marzo. Por su parte, el festival Vive Latino (celebrado el mismo periodo) contó con una asistencia de más de 110 mil personas. De haber sido estos focos de contagio, estaremos viendo sus consecuencias catastróficas en un periodo de entre uno a 14 días que es lo que dura la incubación del COVID-19, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Es decir, hasta finales de esta semana presenciaremos el daño completo de estos casos.

El mar va a seguir ahí después de la contingencia, y los boletos no valen más que la vida de nuestros seres queridos y nuestros connacionales. Ni es puente, ni son vacaciones, es una emergencia sanitaria y el riesgo que esta conlleva nos trasciende como individuos.

 

Los secuaces:

Por si enfrentarse al coronavirus no fuese suficiente, en México se está registrando un brote de sarampión y de dengue. De acuerdo con cifras de la Plataforma de Información en Salud para las Américas de la Organización Panamericana de la Salud (PLISA, OPS/OMS) en las primeras 4 semanas del 2020, México reportó un incremento de 2 a 3 veces más casos de dengue que en el mismo periodo del año pasado. Por su parte, el sarampión contabiliza 49 personas infectada, 46 en la capital —de los cuales, según autoridades, solo 4 están activos— y 3 en el Estado de México.

¿Qué hacer ante esta situación? En cuanto al dengue, 2 de cada 3 criaderos de mosquitos se encuentran en los domicilios. Los cuerpos de agua desatendidos el punto perfecto para el ciclo de nacimiento y crecimiento de los mosquitos, hay que dar una revisada a casa. Para el sarampión, hay que vacunarse (ahorita no, cuando acabe el periodo de aislamiento).

Hoy nos enfrentamos a un gigante infeccioso a nivel mundial, pero no perdamos de vista a los enemigos sanitarios que se esconden detrás de él.

 

 

Por cierto

Si bien el tema del coronavirus ha ocupado un papel protagónico en todas las agendas nacionales e internacionales, no hay que perder de vista una problemática que lleva azotando a nuestro país por varios años.

En el primer bimestre del año, hubo 632 asesinatos a mujeres. De este número, 166 fueron catalogados como feminicidios. Por otro lado, los grupos del crimen organizado continúan asediando a la ciudadanía con cobro de piso y violencia.

La inseguridad en el país y la violencia contra las mujeres continúan. Hagamos lo que podamos, desde donde estemos, para abonar a la solución de nuestros conflictos. Aunque desde el aislamiento lo pueda parecer, el mundo no ha dejado de girar y nuestros problemas, a diferencia de nosotros, no se quedan en casa.

 

Lávate las manos y cuéntame qué opinas (si puedes, desde casa) en: 

 

diegopachecowil@gmail.com