Juego de Manos - Alito y el PRI

En opinión de Diego Pacheco

Juego de Manos - Alito y el PRI

Última vez que hablamos de Alejandro Moreno (esta semana). Como se ha vuelto costumbre durante este mes, se ha desatado un nuevo escándalo nacional alrededor del dirigente nacional. A manera de resumen ejecutivo: ya se han liberado audios que señalan presuntas extorsiones por parte de Moreno hacia diversos empresarios y funcionarios de alto nivel —alguno de los cuales dan a conocer su modus operandi detrás de bambalinas—, mientras que, por cuenta propia, él ha hecho pública su intención de hacer accesibles las armas de fuego para la población en general.

Ahora, como también se ha vuelto rutina, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, le ha dado con todo al líder priista dentro de su programa “Martes de Jaguar”. Esta vez, con un audio en el que, presuntamente, Alejando sostiene una charla sobre un plan de extorsión a empresarios, acciones penales en contra del PAN y PRD (¿no que muy cuates?) y la reforma Fiscal. No obstante, quizá lo que más olas levantó fue el señalamiento de la gobernadora, quien asegura que algunas diputadas de la bancada tricolor han enviado fotografías íntimas a Alito, quien utiliza estos contenidos como herramientas de manipulación.

La reacción, francamente desagradable, en redes sociales se dio a través de la etiqueta #Pack, la cual se viralizó con las descalificaciones a las diputadas priistas, así como las peticiones y exigencias de que el material íntimo fuera revelado (ello, bajo justificaciones que van de lo grotesco a lo absurdo). Mientras tanto, legisladoras del bloque opositor han condenado las declaraciones de la gobernadora, tachándolas de violencia de género.

Si volvemos la mirada a mediados del año pasado, podemos recordar como la youtuber Yoseline Hoffman, Yosstop, fue puesta tras las rejas por hacer señalamientos similares a los de la gobernadora. Tras asegurar que había atestiguado contenido referente a la violación de una menor de edad —e inclusive, que contaba con él— se formularon argumentos suficientes para que se iniciara un proceso en contra de la creadora de contenido por pornografía infantil, lo que la llevo a pasar cerca de medio año en el Penal de Santa Martha Acatitla.

En este caso, aunque las presuntas protagonistas del contenido íntimo no sean menores de edad, si este material se llegara a divulgar, compartir, distribuir o publicar, este sí podría atenderse a partir de la Ley Olimpia —es decir, que hasta el momento no existen argumentos que lleven a acciones penales en contra de las partes involucradas—. Mientras tanto, la sola idea de que estas fotografías, y/o videos, pudieran existir (y estar en manos del dirigente nacional o de la gobernadora) es un riesgo político para las involucradas y podría poner en aprietos a Moreno y a Sansores. Esperemos todo se quede en dimes y diretes.

 

Por cierto

 

Y, hablando de Alito, ¿cómo va el PRI? Para sorpresa de nadie, el Partido Revolucionario Institucional ha perdido presencia a nivel nacional, fuerza de negociación dentro del Congreso y cuenta con un pronóstico complicado para próximo año, donde se competirá por el gobierno de su capital política, el Estado de México, con un pronóstico poco alentador.

La cercanía de los procesos electorales de 2023, de la conclusión de la presente administración y la punga por la silla presidencial, hacen que las negociaciones políticas se encarezcan con cada día. Cada trinchera tiene intereses particulares, monedas de cambio y riesgos. En el caso particular del Revolucionario Institucional, podríamos hablar de un riesgo para la supervivencia del partido como un ente independiente, y su posible adopción de una postura de partido satélite, con lo que su permanencia dentro del tablero político a mediano plazo podría estar en duda.

Aunado a la situación del PRI actual, se debe tomar en consideración el desgaste previo del partido, que continúa impactándolo de manera negativa. La reciente denuncia de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) alte la Fiscalía General de la República (FGR) en contra del expresidente de México, Enrique Peña Nieto, por presuntos movimientos de recursos de procedencia ilícita (26 millones de pesos a través de transferencias internacionales, a través de un familiar de Peña nieto) es prueba de ello.

Para ojos escépticos, queda en duda si esto se trata de un proceso legítimo para atender la corrupción del gobierno anterior, o si es una estrategia política para ejercer más presión sobre el partido tricolor. Lo anterior porque, en primer lugar, las acciones reales no se advierten, se ejecutan, más aún tomando en consideración la magnitud de las acusaciones. Por otro lado, la cercanía de las elecciones del Estado de México —histórico bastión del PRI a nivel nacional— aumenta un elemento a las sospechas.

Tomemos como ejemplo el caso de Ricardo Anaya. El excandidato a la presidencia de la República fue acusado por lavado de dinero durante el proceso electoral de 2018 y la presión hacia su persona disminuyó notablemente una vez concluyeron los comicios, pues la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) consideró que no existían elementos suficientes. Posteriormente, cuando el personaje resurge en la agenda con un discurso opositor con miras a un posible retorno a la carrera presidencial, las acusaciones por asociación delictuosa, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita se alzan en su contra. Hoy, a casi un año de que se diera inicio a este nuevo proceso, no existe claridad sobre sus resultados—fuera de la salida del político del territorio nacional—.

Por otro lado, como ejemplo de éxito de una acción de esta naturaleza, podemos remontarnos al caso de Elba Esther Gordillo, exlidereza del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la cual se hizo sin cacareo mediático o advertencias previas, sino con un trabajo exhaustivo de inteligencia y de preparación del expediente, previo a la detención de la maestra.

La hegemonía de partidos y personajes políticos es efímera, y su permanencia en el tablero es una ilusión. Dentro de una sociedad evolutiva, dinámica, como la nuestra, la comodidad y la seguridad son enemigas fatales para los proyectos. Para el caso particular de esta institución política, hay varios factores por tomar en cuenta, comenzando por medir qué tanto le conviene al resto de los partidos sacar al PRI de la jugada, cuando su forma encogida también representa ventajas para uno u otro bando. La respuesta a este diagnóstico nos la dará el tiempo.

 

Camarón que se duerme… :

diegopachecowil@gmail.com