IMSS, SEP y Unicef promueven nueva guía de lactancia materna

IMSS, SEP y Unicef promueven nueva guía de lactancia materna
IMSS, SEP y Unicef promueven nueva guía de lactancia materna
IMSS, SEP y Unicef promueven nueva guía de lactancia materna
IMSS, SEP y Unicef promueven nueva guía de lactancia materna
IMSS, SEP y Unicef promueven nueva guía de lactancia materna

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) desarrollaron la “Guía para lograr una lactancia materna y alimentación complementaria exitosa” a fin de promover la leche materna como la mejor fuente de nutrición para bebés, además de brindar información de la forma correcta para introducir la alimentación complementaria.

La titular de la División de Desarrollo Integral Infantil, María del Pilar Espinosa Martínez, destacó que entre los principales objetivos que motivó a desarrollar este documento en forma conjunta es aumentar la tasa de lactancia materna en nuestro país -28.6 por ciento de niñas y niños la reciben en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida- y disminuir la prevalencia en el consumo de fórmula infantil.

Señaló que la guía puede ser consultada y descargada en el portal 
http://www.imss.gob.mx/servicios/guarderias/comunicacion-padres


Explicó que el antecedente de esta herramienta se remonta a 2021 cuando el Seguro Social y UNICEF firmaron un Memorándum de Entendimiento en 2021 -vigente hasta septiembre de 2024- para impulsar acciones conjuntas en favor de la lactancia materna; además, en 2022 el IMSS, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y UNICEF se unieron para fortalecer la lactancia materna en centros de trabajo.

Resaltó que en la guía se enfatiza que la lactancia materna es la estrategia más costo-efectiva para prevenir la mortalidad infantil, mejora su salud a corto y largo plazo, ofrece múltiples beneficios tanto para el bebé como para la madre y su promoción es fundamental para la salud pública, por lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda iniciarla en la primera hora de vida del bebé y continuarla de forma exclusiva hasta los seis meses de edad.

La maestra Espinosa Martínez dijo que entre los principales beneficios para el bebé es que le proporciona los nutrientes e hidratación necesarios; reduce el riesgo de infecciones gastrointestinales y respiratorias, alergias obesidad, diabetes y algunos tipos de cáncer; disminuye el riesgo de muerte en el primer año de vida y se asocia a un mejor desarrollo cognitivo y coeficiente intelectual a largo plazo.

Además, a la madre le ayuda a una mejor recuperación después del parto, disminuye el riesgo de hemorragia y depresión posparto, además de reducir el riesgo de cáncer de ovario y mama, diabetes tipo II, hipertensión, ataques cardíacos, anemia y osteoporosis.

Explicó que la alimentación complementaria inicia a los seis meses cuando las necesidades de energía y nutrientes del lactante empiezan a ser superiores a lo que la leche materna le puede aportar, y termina a los 12 meses con la introducción del menor a la dieta familiar. De no incluir alimentos complementarios o si son administrados de forma inadecuada, el crecimiento del o la menor puede verse afectado.

Indicó que entre los principios rectores de una alimentación complementaria apropiada está la continuidad con la lactancia materna a demanda, con tomas frecuentes, hasta los dos años o más; mantener buena higiene y manipular los alimentos adecuadamente; empezar a los seis meses con pequeñas cantidades de alimentos y aumentarlas gradualmente a medida que el niño va creciendo.

También aumentar gradualmente la consistencia y variedad de los alimentos, así como el número de comidas: dos a tres al día para los lactantes de 6 a 8 meses, y tres a cuatro al día para los de 9 a 23 meses, con uno o dos refrigerios adicionales si fuera necesario; ofrecer alimentos variados y ricos en nutrientes y utilizar los complementarios enriquecidos o suplementos de vitaminas y minerales si fuera necesario.

“El IMSS, la SEP y UNICEF seguimos colaborando para promover la lactancia materna porque creemos que es una estrategia importante en la salud de las niñas y niños en su primera infancia no solo en el corto, sino en el largo plazo”, enfatizó.

La lactancia materna es un acto natural que no solo satisface las necesidades nutricionales del bebé, sino que también establece una conexión emocional profunda entre la madre y su hijo. Su impacto positivo abarca múltiples áreas del desarrollo infantil, la salud materna e incluso la sociedad en su conjunto.

Beneficios para el bebé

1.         Nutrición completa y adaptada

La leche materna contiene proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales en proporciones perfectas para las diferentes etapas del crecimiento del bebé. Además, se adapta continuamente para satisfacer las necesidades específicas de cada etapa de desarrollo.

2.         Fortalecimiento del sistema inmunológico

Contiene anticuerpos y factores inmunológicos que protegen al bebé contra infecciones, alergias y enfermedades crónicas como el asma.

3.         Desarrollo facial y dental

La succión durante la lactancia promueve el desarrollo adecuado del paladar, la mandíbula y los músculos faciales, lo que reduce el riesgo de malposiciones dentales y problemas de respiración bucal.

4.         Prevención de la muerte súbita del lactante (SMSL)

Estudios han demostrado que la lactancia materna puede reducir hasta un 60% el riesgo de muerte súbita infantil, un beneficio clave para la seguridad del bebé.

5.         Higiene oral temprana

Es importante limpiar los dientes y encías del bebé después de cada toma para prevenir la acumulación de bacterias y fomentar buenos hábitos de salud bucal desde el inicio.

Beneficios para la madre

1.         Protección contra enfermedades

Cáncer de mama y ovarios: Amamantar reduce el riesgo de cáncer de mama en un 26% y de ovarios en un 37%, gracias a la regulación hormonal y a los procesos implicados en la lactancia.
Diabetes tipo 2: Las madres que amamantan tienen un 32% menos de riesgo de desarrollar esta enfermedad metabólica.

2.         Recuperación postparto

La lactancia materna ayuda a que el útero regrese a su tamaño normal más rápidamente y contribuye a la pérdida de peso después del embarazo al consumir energía adicional.

3.         Vínculo emocional

La lactancia fortalece el vínculo madre-hijo, lo que favorece el bienestar emocional de ambos y reduce el riesgo de depresión postparto.