Escala de Grises - El Portal

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - El Portal

Casi tres años atrás, un equipo (conformado en mayor parte por mujeres) inició una investigación que culminó en una miniserie documental. “El Portal, la historia oculta de Zona Divas” se estrenó el 5 de septiembre en Netflix y, desde entonces, ha logrado posicionarse entre las series más populares dentro de la plataforma durante los últimos días.

 

En tan sólo cuatro episodios, que no rebasan los 40 minutos de duración, la producción logró recopilar testimonios, conversaciones, fotografías y otra serie de evidencias para que la audiencia no sólo conozca a profundidad el “caso Zona Divas”, sino también la forma en la que operan las redes de trata de personas en México; un país de origen, tránsito y destino de víctimas de este delito.

 

La agencia

 

Zona Divas, aparentemente era una empresa legalmente establecida, un portal que se dedicaba a brindar publicidad para todas aquellas mujeres que quisieran ofrecer sus servicios como escorts: 35 divas por página, 25 páginas. Sin embargo, todo se trataba de un eufemismo, pues la agencia realmente era de trata de personas con fines de explotación sexual, además de la publicidad ilícita.

 

A pesar de que las mujeres que se mostraban en la página firmaban contratos de “trabajo libre” y de que algunas estaban en el sistema por voluntad propia, un gran porcentaje de ellas (según sus testimonios) eran constantemente amenazadas, les retenían los papeles, les quitaban el pasaporte y tenían que dedicarse a trabajar para saldar deudas impagables.

 

Entre los montos que conformaban estos adeudos estaban el boleto de avión para que las mujeres pudieran llegar a México desde países como Argentina, Colombia y Venezuela; el soborno que se pagaba a las autoridades migratorias para no deportarlas, transporte, comida, hospedaje, comisiones por cada servicio, entre otras.

 

Esta “empresa” incluso manejaba un organigrama en el que Ignacio Antonio Santoyo Cervantes, alias “el Soni”, se reportaba como CEO. La idea nació en 2001, las primeras detenciones se dieron en 2007 y, después de que los implicados salieran en libertad, la página zonadivas.com se consolidó en 2010.

 

Los feminicidios

 

Tras siete años de operar, en 2017 comenzó una ola de feminicidios que les hizo cesar actividades en abril de 2018. ¿Pero qué hay más allá? ¿Cuáles son las historias? ¿Cuál era la forma en la que operaba? ¿Quiénes fueron los responsables de asesinar a cinco de las más de 500 mujeres que formaban parte de esta página? Todas esas respuestas se responden en el documental.

 

Con un rigor periodístico digno de reconocimiento, esta producción aborda los feminicidios (ocurridos entre 2017 y 2018) de Kenni, Karen, Andreína, Wendy y Génesis; quienes formaban parte de zonadivas.com y se vieron sometidas a un control completo de actividades.

 

Además de que las cinco compartían el mismo oficio, también compartían un contexto de completa vulnerabilidad, desde problemas económicos o de salud en sus familias o el deseo de tener mejores oportunidades laborales, hasta tener la intención de escapar del panorama de precariedad que se vivía en sus países de origen.

 

El documental es un vistazo a la forma en la que operaba el portal, pero también a la historia de cada mujer asesinada, a sus necesidades, a sus familias y a los problemas que enfrentaron cuando vivieron en México, un país en el que, según los testimonios, “la seguridad es Dios”, pues “las mujeres no tenemos garantía de ley ni con las autoridades”.

 

Preguntas sin respuesta

 

La miniserie, más allá del lugar que ocupe en el ránking de la plataforma, se convirtió en un completo acierto de Netflix. Nombra a las mujeres asesinadas y visibiliza el problema, nos recuerda que la justicia para las víctimas y sus familias aún no llega; la deuda trasciende fronteras. ¿Cuándo empezará a repararse?

 

Esos cuatro capítulos visibilizan el problema y demuestran que el contexto importa. Considerar la situación económica, política y social que fomenta la trata y explotación de mujeres como si fueran un artículo de lujo es fundamental para que el delito empiece a investigarse y abordarse de las formas correctas. ¿Cuáles son las configuraciones estructurales que necesitan aplicarse para frenar el delito?

 

Mostrar el daño y las fallas del Estado para proteger a las mujeres también es una exigencia para que las autoridades empiecen a darse cuenta de que los feminicidios de las cinco mujeres no son casos aislados, es una denuncia de la negligencia e ineptitud en el caso zona divas y en los miles de delitos que se cometen en contra de las mujeres cada día. ¿Qué más necesitan para hacer algo al respecto?

 

Puede que Zona Divas dejara de operar, ¿pero qué hay de los otros portales? ¿Qué pasa con la estructura, con la colusión del crimen organizado con las autoridades y personal de seguridad, de los nexos con las autoridades? ¿Qué hay de las sobrevivientes y sus testimonios? ¿Cuáles son las condiciones para reparar los daños y las omisiones que continúan hasta ahora?

 

La historia no miente y el caso de Zona Divas, además de los feminicidios de las cinco mujeres extranjeras, es una muestra absoluta de que el machismo y la misoginia en nuestra sociedad siguen siendo un problema de seguridad, de salud pública y, en resumidas cuentas, de Derechos Humanos.

 

Según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre 2015 y 2023, se registraron 4 mil 633 mujeres víctimas de trata. ¿Qué nos dice esto? Hay una estructura, es un sistema completo que opera en todo el país, a nivel internacional. ¿Por qué no hay personas detenidas? ¿Por qué no hay investigaciones?

 

Hay inconsistencias en las investigaciones, hay omisiones, los carpetazos ni siquiera contemplaron el riesgo, las amenazas o las extorsiones que enfrentaban las víctimas; sólo bastó criminalizarlas. Pretender que todos son casos aislados es nada más una forma de continuar con la impunidad.

 

Si toda la información anterior no es suficiente, esta es una invitación formal para que usted vea esta miniserie y conozca más sobre el caso, sobre el delito, y empiece a plantearse las mismas preguntas que se plantean en este espacio (aunque ojalá muchísimas más).

 

Posdata

 

Sirva esta conclusión para extender un agradecimiento a todo el equipo de producción, actuación, dirección, investigación y cualquier área involucrada en este proceso; pero especialmente a Luz Grimaldi, a quien tengo la fortuna de admirar de cerquita. Gracias por poner este tema frente a nuestros ojos, por tener un compromiso inquebrantable con la verdad y por la difícil tarea de contar las historias que no siempre nos atrevemos a escuchar.

 

Nada más que agregar:

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