Encierro propició violencia vs. niños
Especialistas destacan que la cuarentena generó que este fenómeno creciera
¨La casa no es un lugar de protección, la violencia en su contra sucede en el hogar¨
Las agresiones contra menores, en este confinamiento, han aumentado. Son “víctimas de agresión, la casa no es un lugar de protección, la violencia en su contra sucede en el hogar, principalmente de padres y otros familiares”.
Así lo destacaron especialistas del ISSSTE -en un artículo-. Dijeron que las siguientes frases son comunes: “¡Deja de estar dando lata!”, “¡Te dije que no me interrumpas!”. Asimismo, expusieron que en tiempos del covid-19, el panorama de violencia aumenta para la infancia. “El encierro para evitar más contagios, el estrés por cubrir con las horas de trabajo a distancia, la incertidumbre económica de las madres y padres como consecuencia de la pandemia, así como el cumplimiento de las tareas escolares en tiempos y horarios específicos, no han sido una buena combinación”.
Por ende, comunicaron que la beligerancia contra niños y adolescentes “ha incrementado desde que empezó la cuarentena”.
Se han emitido denuncias en torno al maltrato físico y psicológico, de lo que más “sufren los niños”.
Detallaron que, en la mayoría de los casos de violencia contra la infancia, el agresor es una persona cercana y, cuando ocurre en el hogar, la familia, que debería ser un ambiente seguro para los menores de edad, se vuelve un entorno que los violenta.
“El confinamiento incrementa la tensión que deriva en maltrato psicológico y físico a los niños. Los efectos emocionales a que están expuestos por el aislamiento, el estrés y el alejamiento social y familiar, entre otros aspectos, podrá tener repercusiones en la salud emocional de los menores”.
Agregaron que el maltrato infantil afecta la salud física y mental, pone en riesgo la capacidad de los menores para aprender y socializar, y afecta el desarrollo afectivo y relacional a lo largo de sus vidas.
Adujeron que el aislamiento social, por la pandemia, “no tiene para cuándo y, la realidad, es que mientras los niños no puedan salir de sus casas, están expuestos a mayores niveles de violencia sin que nadie les ayude a enfrentarlos”.
Externaron que para minimizar lo anterior, se recomienda que los padres y familiares pongan más atención a los menores durante el confinamiento, “ser pacientes, darles un buen alimento y consuelo, participar en actividades como juegos, lectura de libros, ejercicios físicos…”.