En fraccionamiento de Ayala, dictan vecinos ¨toque de queda¨ por crimen
El declarar prácticamente un “toque de queda” a partir de las 22:00 horas les ha permitido a los habitantes de la Unidad Habitacional “10 de Abril” y 10 fraccionamientos que existen alrededor, del municipio de Ayala, reducir los índices de inseguridad en la zona en cuando menos el 95 por ciento. Los vecinos tuvieron que instalar rejas para regular las entradas y salidas de los condóminos y personas que llegan a visitar a algún familiar.
El ayudante municipal de dicho lugar, Benjamín Toledano Márquez dijo que hasta antes de que se tomaran las medidas, los robos, asaltos a mano armada y hasta abandono de cadáveres por la zona, era “lo cotidiano que ya vivíamos todos los habitantes no solo de la 10 de Abril, sino los de los fraccionamientos que se construyeron alrededor”.
Expresó que una de las primeras medidas fue solicitar el apoyo del ayuntamiento de Ayala, para que a lo largo de la entrada hacía la Unidad Habitacional y los fraccionamientos Huertas, Paseos de Ayala 1 y 2, Los Sauces, además de los llamados Beta, Alfa y Delta, se instalaran luminarias. “Eso nos permitió circular con menos riesgos, porque la carretera que conducía a la zona poblacional era una ‘cueva de lobos’, donde hasta el más valiente temía por su vida”, subrayó.
Con el mismo apoyo de parte del alcalde Isaac Pimentel Rivas, añadió que se solicitó el permiso para instalar rejas a la entrada de la zona habitacional, y que a partir de las 22:00 horas se cerraran en una especie de “toque de queda”, con lo que se regularizó la entrada y salida de personas. “Teníamos que tomar medidas drásticas, porque la entrada principal de la zona habitacional es por la carretera federal México- Oaxaca, y circular por la vía de entrada, ya era un serio problema por los asaltos y rodos a mano armada que se cometían de manera cotidiana”, señaló.
El representante comunitario indicó que también la zona se convirtió en un “tiradero de cadáveres”; “la verdad es que era un caso la inseguridad que se vivía, ya no sabíamos que hacer, había desesperación entre los vecinos, lo mismo los que tienen automóvil o los que viajan en el servicio de transporte, porque ya hasta se temía que se suspendiera este último”. Por eso, abundó que se tuvieron que tomar medidas drásticas.
Ahora, detalló que ya los vecinos viven más tranquilos porque se redujo la inseguridad al 95 por ciento, “claro que todavía hay algunos casos, no podemos combatir al 100 por ciento la inseguridad, lo importante es que verdaderamente avanzamos”.