El Tercer Ojo - 20 de Mayo: Día del Psicólogo en México
En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara
«Mientras no podamos definir de manera incuestionable qué es el psiquismo o lo psicológico, ni qué es la psicología, ni logremos anclarla en lo humano, no podremos impedir a nadie llamarse psicólogo ni decirle psicología a lo que hace».
Paráfrasis a una idea de Alberto L. Merani
En muchos lugares de nuestro planeta se conmemora el “Día del Psicólogo” con el propósito de propiciar la toma de conciencia de la pertinencia y la relevancia de la existencia de dicha disciplina del conocimiento científico, de la práctica profesional amparada por los conocimientos y teorías derivadas de dicha área del saber, así como de la formación de los futuros profesionales dentro de dicho ámbito del saber. Nuestro país, como es sabido, no podía ser la excepción; en virtud de ello, cada día 20 de mayo de cada año conmemora el “Día del Psicólogo”.
Pero vale la pena preguntarse: ¿Por qué el día 20 de mayo?
Hay, por lo menos, dos versiones que aquí señalaré explícitamente: la primera sostiene la afirmación de que el día 20 de mayo de ¿1974? la Dirección General de Profesiones (DGP), de la Secretaría de Educación Pública (SEP), expidió la primera Cédula Profesional para ejercer la actividad profesional correspondiente; la segunda versión expone la referencia al suceso que da origen a la elección de dicha fecha dado que el 20 de mayo de 1994 se reunieran múltiples dependencias, escuelas y organismos relacionados con la Psicología tras un llamado del Colegio de Profesionales de Psicología del estado de Jalisco de la Universidad de Guadalajara, evento que da nacimiento a la Federación Nacional de Colegios, Asociaciones y Sociedades de México (FENAPSIME), en Guadalajara.
Sea cual fuera la versión más apegada a la verdad, “haiga sido como haiga sido” (Felipe Calderón Dixit), la realidad es que desde ese entonces se celebra el “Día del Psicólogo”.
Tratando de precisar para nuestros lectores la pertinencia y legitimidad de tal reconocimiento considero muy importante tratar de responder a las preguntas ¿qué es la psicología?, ¿qué hacen los psicólogos?, ¿cómo y quiénes forman y certifican a los profesionales de la psicología? y, esencialmente, ¿cuál es la importancia social de la psicología?, en aras de justificar la existencia del “Día del Psicólogo”.
Vayamos por partes; por principio de cuentas diremos que: “La Psicología, como disciplina del conocimiento científico, tiene por objeto confeccionar modelos teóricos que nos permitan comprender y explicar los orígenes y el desarrollo del psiquismo dentro de sus condiciones histórico-culturales de existencia. Asimismo, se refiere a la práctica profesional que ejercen quienes se forman dentro de dicha disciplina del conocimiento científico. Finalmente, hace referencia a la organización y operación de sistemas curriculares y educativos diseñados con el propósito de formar a los profesionales de la psicología. Es decir, que la psicología puede ser entendida como una disciplina del conocimiento científico, como la práctica profesional realizada por quienes se han formado y se dedican a esta, y como una teoría y práctica educativas para la formación de los profesionales de la psicología”.
Ahora bien, no cabe duda de que la psicología, como disciplina del conocimiento científico, ha permitido la construcción de conocimientos y modelos teóricos que nos permiten comprender y explicar algunos segmentos de la expresión de lo psicológico en los diversos contextos dentro de los cuales desarrolla su vida cotidiana el ser humano. Nos es dable, en este sentido, admitir que la vida en sociedad se expresa en diferentes ámbitos y fenómenos, sean estos el desarrollo infantil, el aprendizaje y la vida escolarizada, los ámbitos de la salud mental, sus alteraciones y los orígenes y el desarrollo de fenómenos de orden psicopatológico, los procesos del envejecimiento normal y del deterioro cognitivo mayor, las consecuencias psicológicas de diversos eventos traumáticos que afectan el cerebro, las consecuencias psicológicas de diversos eventos traumáticos o “estresores sociales” que impactan la calidad de vida de los seres humanos; la expresión de actividades lúdicas, recreativas o deportivas; etcétera. De esta manera, las prácticas realizadas en los diferentes campos de la vida sociocultural son una muestra clara de los ámbitos de acción de la psicología como práctica profesional.
Finalmente, admitamos que hubo un tiempo en el cual no existían instituciones educativas encargadas de formar a los profesionales de la psicología; por ello los primeros psicólogos fueron filósofos, fisiólogos, médicos, psiquiatras o derivaban de cualquier otra actividad profesional, porque no existía la psicología como teoría y práctica educativas. Pese a que con el devenir temporal el origen y desarrollo de la formación profesional de los psicólogos ha favorecido el reconocimiento de la importancia de esta disciplina y práctica profesional…
Hoy, hoy, hoy… Pese a la cantidad de saberes particulares de los cuales disponemos los psicólogos y la psicología, hemos sido incapaces de explicar y aportar elementos suficientes para la resolución de los grandes problemas humanos. Seguimos sin comprender, por ejemplo, por qué las guerras, la violencia, los feminicidios, la pedofilia, el suicidio, la reprobación y el fracaso escolar; por qué los grandes problemas de salud mental que nos aquejan, por qué la pérdida progresiva de estabilidad y seguridad emocional siguen campeando el horizonte de nuestras naciones, etc. A pesar de todo, hay esperanza.
En fin, parece que la psicología se encuentra en un laberinto del cual no ha podido encontrar la salida metodológica ni teórica. Un laberinto para el cual no hemos dispuesto del «hilo de Ariadna».