EL DÍA DE MUERTOS
En opinión de Juan Salgado Brito
La tradición del día de muertos, de los fieles difuntos o como en algunos casos del calendario se refiere al día de todos los santos es muy nuestra, totalmente mexicana y cada lugar, Estado, Municipio o comunidad celebra los días 1 y 2 de noviembre con estilo peculiar destacando sobre todo las comunidades indígenas o pueblos originarios que recuerdan y honran la memoria de sus seres queridos de acuerdo a los usos, costumbres y tradiciones de cada pueblo en particular. Así, las calles, plazas, hogares, templos y principalmente los panteones se llenan de flores y ofrendas con recuerdos que dan testimonio de los sentimientos y del amor que las familias y las personas viven y reviven sobre todo en estas fechas.
En Morelos la tradición del día de muertos es una expresión de nuestra cultura que rinde pleitesía a los valores humanos al recordar con gran misticismo y altares monumentales a los fieles difuntos colocando ofrendas que incluyen flores, velas, veladoras, comida típica o platillos favoritos con la bebida preferida de quiénes en vida tuvieron cercanía y así los recuerdan. Aunque la fecha principal del día de muertos se considera son los días 1 y 2 de noviembre, hay lugares, pueblos y familias donde esta celebración la inician antes como el 28 de octubre para honrar a los que fallecieron por muerte violenta, también conmemoran el día de los chiquitos, niños y recién nacidos así como el día de los adultos para finalmente el 2 de noviembre acudir a los panteones, cementerios o camposantos a dejar las flores y las ofrendas que estuvieron colocadas en los altares durante estas celebraciones; Así sucede en todas partes del Estado de Morelos aunque hay poblados y municipios donde está celebración es más destacada como Ocotepec en Cuernavaca, en los pueblos mágicos como Tepoztlan y Tlayacapan y en otras comunidades del oriente y sur del Estado.
El día de muertos o de los fieles difuntos responde a nuestra esencia de Mexicanidad; quizá en ninguna otra parte del mundo se honre y se venere tanto a los seres queridos que ya partieron como en México esto es toda una cultura, tradición y costumbre que debemos preservar porque también habla mucho de nuestros valores morales, cívicos, de lealtad y gratitud, así como de amor y veneración hacía quiénes en vida amamos y hoy después de la muerte con todo sentimiento les recordamos como nuestros seres queridos.