¿Cómo evitar o solucionar un problema legal fuera de los juzgados? Yo te lo explico

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En opinión de la Dra. Clara Elizabeth Soto Castor

¿Cómo evitar o solucionar un problema legal fuera de los juzgados? Yo te lo explico

En la vida cotidiana, todas las personas estamos expuestas a enfrentar conflictos, ya bien porque consideramos se está cometiendo una injusticia en nuestra contra, ya porque necesitamos reclamar un derecho o porque tenemos dudas sobre lo que la ley establece sobre algún asunto en particular.

Sin embargo, usualmente tenemos noticias o experiencias que nos indican que los procesos judiciales son largos, costosos y muchas veces inaccesibles, incluso que no son el medio suficiente para atender de manera efectiva las necesidades de la población además de costosos.

Ante este escenario, los Medios Alternativos de Solución de Controversias, que nuestra legislación prevé y que concretamente consisten en la mediación, la conciliación y el arbitraje, se han convertido en una valiosa alternativa para construir una justicia más cercana, humana y eficiente.

Podemos sostener que los Medios Alternativos de Solución de Controversias son una herramienta que aunque no está arraigada en nuestra idiosincrasia tienen beneficios palpables como lo es poder resolver un conflicto de manera rápida, imparcial y efectiva, pues este sistema permite ofrecer soluciones más ágiles, reduciendo tiempos y costos, y garantizando que las personas puedan ver atendidas sus necesidades sin caer en procesos por demás complejos.

En primer lugar me referiré a la mediación, que es un espacio donde las partes dialogan acompañadas de un facilitador neutral. Este método no solo busca resolver el conflicto, sino fortalecer la comunicación, reconstruir relaciones y fomentar la cultura de paz. En comunidades donde existen tensiones vecinales, conflictos familiares o desacuerdos comerciales, la mediación se convierte en una vía restaurativa que evita el desgaste emocional y económico que suele acompañar a los juicios ordinarios.

En segundo lugar tenemos la conciliación, que permite que un especialista en cuestiones legales, formule propuestas específicas para resolver la controversia, lo que brinda un acompañamiento más directo a las partes. Este método es especialmente útil en materia laboral, civil y mercantil, donde las soluciones pueden diseñarse de manera flexible y con pleno respeto a la voluntad de las personas involucradas.

Por último tenemos el arbitraje, que aunque es más estructurado, también representa una alternativa eficaz para resolver conflictos complejos, especialmente en el ámbito empresarial. La posibilidad de elegir árbitros especializados, procedimientos confidenciales y la certidumbre de un laudo definitivo brinda seguridad jurídica y promueve el desarrollo económico local.

Debo mencionar que tanto las universidades públicas y privadas como diversas instituciones gubernamentales, el poder judicial, las fiscalías de justicia, y otros, se han ocupado de capacitar e incluso profesionalizar a abogados, psicólogos, trabajadores sociales, etc., para que desempeñen esta función no solo en el ámbito público sino también de manera privada en sus propios despachos u centros de conciliación, mediación o arbitraje. Los servicios privados se otorgan mediante el pago de honorarios brindando la ventaja de que las personas puedan elegir los horarios de atención.

 

Los acuerdos que se toman utilizando la conciliación, la mediación o el arbitraje, son reconocidos por el sistema judicial, lo que implica que las partes tienen que cumplirlos con estricto apego, como si se tratara de una sentencia que dicta un juez, por lo que si en algún momento se incumplen esos acuerdos, un juez puede intervenir para forzar a la persona renuente.

Esta forma de solución de controversias permite una solución amistosa que es dialogada, participativa y accesible, lo que contribuye a la paz social.