Cuando sea demasiado tarde… - La importancia de la Comunicación Social.
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
La mañana del viernes 05 de marzo del 2021 amaneció vallado el Palacio Nacional, donde tiene su residencia este particular pelmazo en turno. Hasta el final de estas líneas voy a dar mi interpretación del fenómeno, el mensaje que el presidente López le quiere dar a la nación, pero antes vamos a dar un pequeñísimo recorrido por la Comunicación, y la Comunicación Social.
Robert Park fue uno de los autores más destacados del departamento de Sociología de la Universidad de Chicago (por ello la llamada “Escuela de Chicago”) que realizó sus investigaciones durante la primera mitad del siglo pasado: sus estudios se centraron sobre la dinámica de los inmigrantes a Norteamérica y cómo es que construyeron dinámicas para integrarse a la sociedad que los recibe (Huamán Flores, 2011). La comunicación es uno de los elementos más básicos del funcionar del ser humano, dado que es uno de los cimientos de las relaciones interpersonales, y con ella éstas se vuelven fuertes y saludables, y pueden tener un mejor desarrollo (Erozkan, 2013). Cuando tratamos de entender y desarrollar habilidades necesarias para comunicarnos es imposible escapar las características más amplias de la comunicación humana (Ramaraju, 2011). Park (quien fuera alumno de John Dewey) dedicó su labor al entendimiento de la gente y sus problemas: la corrupción, las condiciones de vida de los habitantes de los barrios de inmigrantes, y la criminalidad. El trabajo de Robert Park propone una metodología etnográfica de estudio a través de la observación participante y el análisis de las historias de vida, utilizando estas herramientas para entender la dinámica de las interacciones de los individuos (Huamán Flores, 2011). Es así como nace la perspectiva ecológica de la interacción de Urie Bronfenbrenner (1987), puesto que la relación que hace con su entorno, incluyendo otros individuos que lo rodean, necesariamente influye de vuelta en quién es el individuo, cómo piensa y cómo forma sus cogniciones. El trabajo de Bronfenbrenner nos permiten tener un mejor entendimiento de cómo es que los grupos se acomodan en capas, de tal manera que sí existe interacción entre los niveles más básicos y las cúpulas más altas.
Nos comunicamos desde que nacemos, y sólo lo dejamos de hacer hasta que morimos. La diversidad cultural, la globalización, la reestructuración organizacional de todas las instituciones en las cuales está implicada la conducta humana, la especialización (o la no especialización) de los individuos, y hoy en día la tecnología de la comunicación y la información, contribuyen a la necesidad de poseer habilidades afinadas de interacción y comunicación interpersonal (Ramaraju, 2012). La comunicación efectiva tiene un impacto directo en la competencia de las habilidades interpersonales, de tal manera que le permite al ser humano entender a sus pares de una manera eficiente e interactuar positivamente, ya que los individuos tienden a influir los unos en los otros (Erozkan, 2013). La comunicación es un ámbito de la interacción social, y sin ella no sería posible la búsqueda de metas en común para la supervivencia de la especie. La propuesta se denomina como ecológica debido a que concibe a la sociedad como un organismo de alto nivel de complejidad, prácticamente un ser vivo, y que puede ser estudiado mediante el entendimiento de las relaciones que establecen sus partes entre ellos mismos y entre ellos y su entorno; así el grupo social es el resultado de la interacción de los puntos de vista de los individuos que la conforman en función de sus capacidades de comunicación, con el fin de alcanzar el equilibrio y con ello, la supervivencia (Huamán Flores, 2011).
Personalmente observo que la población de México se encuentra en un grado de vulnerabilidad social dado que su grado de organización y cohesión interna le impide su capacidad para prevenir, mitigar o responder ante la situación que está viviendo, y en vulnerabilidad política debido al alto grado de centralización en la toma de decisiones, la debilidad de los niveles medios, y la poca autonomía de los elementos del aparato gubernamental para funcionar (Thomas, S/A), dado el interés político de promover el beneficio de algunos e ignorar con gran alegría su funciones de promover el beneficio de la mayoría, aunque sea su bandera más alta. De hecho, bajo las observaciones particulares de este autor, la población del país entero se encuentra en vulnerabilidad social, política, ideológica, cultural, educativa, ecológica, e institucional. Vamos, que México es vulnerable por donde quiera que se mire.
Esto ha colocado a la sociedad en una situación en la que la dinámica de la inseguridad y la violencia ha adquirido cualidades de un verdadero desastre antrópico, en la manera en la que afecta a toda la población de forma indiscriminada. Dado que un desastre requiere de tener un impacto en un área geográfica delimitada, una estructura social vulnerable, y la diferenciación interna de la sociedad, hay un importante grado de influencia en la forma en la que los daños varían en intensidad y magnitud de acuerdo con las estructuras de los grupos sociales que yacen dentro del sistema completo (Thomas, S/A), podemos afirmar que México vive en una situación de desastre por la prevalencia de violencia e inseguridad, especialmente si consideramos que son producto de los procesos sociales que se han venido desencadenando desde décadas atrás, en el interior de los círculos sociales que constituyen al país.
De la misma manera, los sistemas de respuesta institucionales, tanto públicos como privados, se han visto grandemente comprometidos, puesto que su capacidad de ayudar a la colectividad se ha visto gravemente reducidas, si no es que coartadas en su totalidad. Los individuos y los grupos a menudo tratan de elegir y actuar para crear sus propios futuros, haciendo una especie de diseño del futuro, y para ello delimitan principios morales que tienen como fin orientar a los individuos hacia un futuro en común (Bratu, 2012): léase TODOS LOS MIEMBROS DE LA SOCIEDAD. Las marchas del 08 de marzo tienen como fin resaltar el fenómeno de la violencia contra la mujer por ser mujer. No voy a ahondar mucho en el tema de lo que la causa misma del 08 de marzo abandera porque no es el propósito de estas líneas. Sin embargo, el dar prioridad a resguardar los edificios históricos y la supuesta seguridad del pelmazo en turno (¿no que muy “baños de pueblo”, maestro?), por evitar las manifestaciones que lleguen a ocurrir ese día, subraya hermosamente la postura que ha tenido el presidente López al imponer la candidatura de un aspirante a gobernador que en una gran medida no es muy aceptado entre todos los sectores de la sociedad. Al final, hasta apostaría que el tema ni siquiera tiene que ver con las acusaciones contra este individuo, yo más bien me pregunto: ¿qué le sabrá al cabecita de algodón, que estamos llegando a estos extremos?
El mensaje es muy claro: resguardar palacio nacional es más importante. Ni siquiera hicieron el esfuerzo por esconder las barricadas en “filtros covid” o una impertinencia más impertinente. No, ante el acercamiento de la ola de protestas del 08 de marzo, el presidente mandó poner un gran letrero frente a su casa que dice “ME VALE”. El pelmazo anterior por lo menos hacía como que quería hacer como que hacía. Éste, ni eso. Es muy importante tomar en cuenta que sin un correcto manejo de la Comunicación Social, lo que sigue es la imposición del orden a través de las armas, por lo menos en temas que le incomoden o no que no tenga la capacidad de enfrentar el presidente López.
Este país se está muriendo, y tal vez sean las mujeres las que lo puedan rescatar.
Referencias
Bronfenbrenner, U. (1987). La ecología del desarrollo humano. Barcelona, España: Paidós.
Erozkan, A. (2013). The Effect of Communication Skills and Interpersonal Problem Solving Skills on Social Self-Efficacy. Educational Sciences: Theory & Practice. 13(2), 739-745.
Huamán Flores, F. (2011). La comunicación interpersonal como instrumento en la teoría sociológica de Robert Park. Revista de Comunicación. 10, 51-71.
Ramaraju, S. (2012). Psychological Perspectives on Interpersonal Communication. Journal of Arts, Science & Commerce. 4(2), 68-73.
Thomas, A.L. (s/a) Ciencias Sociales y Desastres Naturales en América Latina: Un Encuentro Inconcluso. Centro Chileno de Estudios Latinoamericanos en Psicología de la salud.