Serpientes y escaleras - Los graquistas llegaron ya

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Los graquistas llegaron ya

La tormenta política perfecta contra el gobernador Cuauhtémoc Blanco se está formando.

 

Los graquistas llegaron ya

Una a una los graquistas han ido ganando batallas de cara al 2024; el exgobernador es un operador político natural y está motivado por el deseo de venganza contra Cuauhtémoc Blanco, alguien que en campaña prometió meterlo a la cárcel, que no ha dejado de llamarlo ladrón, pero hasta ahora no le ha hecho nada. El revire del tabaqueño promete ser feroz y las piezas para su desquite se están acomodando. El cierre de sexenio será muy complicado para los cuauhtemistas.

El gobernante/futbolista cometió un error al dejar que los expedientes contra su antecesor se enfriaran: si la oferta de meter a la cárcel al perredista fue solo una promesa de campaña sin la intención real de concretarse, no debió insistir en el tema a lo largo de cinco años, porque lo que durante el proceso electoral fue un mensaje que generó simpatías, se volvió adverso cuando la gente se dio cuenta que la justicia nunca alcanzaría al ladrón de despensas.

Los primeros años del sexenio eran claves en esta historia, en ese momento el futbolista tenía más fuerza política, todo el apoyo presidencial y la simpatía de la gente; en ese punto las villanías de Graco y de su familia estaban frescas en la memoria de los morelenses, la gente exigía justicia y con el control de las instituciones, Cuauhtémoc Blanco pudo ir mucho más allá del discurso ramplón: debió exigir a sus abogados que fueran más profesionales en el armado de los expedientes y cabildear políticamente en instancias federales para que las demandas avanzaran. Pero no lo hizo.

La omisión tiene consecuencias: pasada la primera mitad del sexenio Graco Ramírez comenzó a asomar la cabeza, a operar en el congreso local y a reagrupar a sus aliados y a los enemigos del régimen. A la vuelta de unos meses el tabasqueño sumó a su causa al bloque opositor del parlamento y junto con las fiscalías, la comisión estatal de derechos humanos y el IMPEPAC construyó un frente que no solo complicaría las cosas al gobierno de Cuauhtémoc Blanco, también le servirá para influir el proceso electoral del 2024

En los últimos meses de su mandato, sin el manto presidencial, con una candidata a la gubernatura que no se identifica con su grupo político y muchos enemigos enfrente, Cuauhtémoc Blanco recibe la mala noticia de que la nueva mayoría del poder judicial también será adversa a él. El proceso de renovación de los magistrados del poder judicial fue cuestionado desde hace meses, diversas organizaciones ciudadanas y de profesionistas criticaron la manera de actuar de los diputados y en todos los análisis políticos se advertía el objetivo del congreso. El ejecutivo dejó pasar el tiempo sin hacer nada, hasta que los legisladores dieron el paso y le ganaron el control del TSJ.

Con el pleno del Tribunal Superior de Justicia en contra las cosas pintan muy complicadas para el gobernador y para su gente; los nuevos magistrados ya tomaron protesta y posesión del cargo, mantienen un fuerte compromiso con los diputados que los promovieron y consecuentemente se suman a la lista de personas e instituciones que no ven bien al futbolista. Recapitulemos:

Quince de los veinte diputados que conforman el congreso local están en contra del gobernador; aunque desde las dirigencias nacional y estatal de Morena han hecho llamados a la disciplina y hasta la Secretaría de Gobernación intervino para suavizar la postura parlamentaria, en los hechos la pugna sigue igual de fuerte, con acciones concretas para golpear a Cuauhtémoc Blanco.

Paralelamente están las fiscalías General y Anticorrupción, cuyos titulares han sufrido una feroz embestida de parte del gobierno de la Ciudad de México y por añadidura de algunas áreas del gobierno federal. Uriel Carmona y Juan Salazar son fiscales con autonomía, con facultades para actuar en contra de muchos personajes de la vida pública local, incluyendo al gobernador, y una motivación especial para observar con lupa a la administración de Cuauhtémoc Blanco. Los problemas para los fiscales no han terminado, la presión en su contra continúa, pero la llegada de los nuevos magistrados afines a su causa sin lugar a duda los empodera.

En la misma bolsa de enemigos debe anotarse al presidente de la comisión estatal de derechos humanos, impulsado al cargo por la entonces secretaria de administración Mirna Zavala y promovido de manera personal por Ulises Bravo. Raúl Israel Hernández Cruz fue colaborador cercano de Graco Ramírez, tanto que recibió sin merecimientos una notaría pública; hoy desde su espacio el Ombudsman es una figura enfrentada al gobernador y aliado a los diputados del G15 y a los fiscales.

Una pieza muy importante en este rompecabezas es la candidata del FAM Lucía Meza Guzmán, de origen político graquista y desde hace años enfrentada de manera personal con Cuauhtémoc Blanco. La senadora nunca ha ocultado su animadversión hacia el futbolista, lo acusó varias veces en la tribuna del senado y ahora desde la oposición afirma tener pruebas para llevarlo a proceso. Al lado de la candidata están los partidos de oposición, inservibles más allá de sus siglas, pero útiles desde el plano electoral porque le brindan a la candidata opositora la plataforma para competir y a los enemigos del gobernador el camino para ir por su cabeza. Si eso no fuera suficiente, la presidenta del IMPEPAC Mireya Gally, exesposa de Jorge Messeguer, es amiga personal de Graco Ramírez y no oculta su parcialidad en la competencia electoral venidera.

Last but not least está el nuevo poder judicial, que como el congreso tiene una conformación opositora y notablemente anticuauhtemista. El peligro de este nuevo bloque en los tribunales es más que claro, es ahí donde se pueden resolver los asuntos que presenten contra el gobernador y sus colaboradores.

La política es algo que nunca ha gustado a Cuauhtémoc Blanco, por esa razón nunca la ha practicado ni permitió los integrantes de su gabinete la ejercieran. Hoy ante un escenario de cierre de sexenio tan complejo es imperativo que el mandatario haga política, que concilie, que dialogue y urgentemente busque aliados. Es claro quienes ya están en su contra, desde donde vendrán los ataques y hacia quienes estarán dirigidos los dardos de la oposición; lo que no se ve es quién se mantendrá a su lado.

Aunque no le guste, al gobernador le urge hacer política y buscar aliados en la parte final de su mandato.

Sus enemigos ya tomaron posiciones.

·         posdata

Tres mujeres competirán en el 2024 por la gubernatura de Morelos en el 2024; en orden de aparición: Lucía Meza Guzmán, apadrinada por el PRI, PAN, PRD y Redes Sociales Progresistas. Margarita González Saravia bajo las siglas de Morena, Verde, PT, Nueva Alianza, Encuentro Solidario y Movimiento Alternativa Social. Y Jessica Ortega por Movimiento Ciudadano.

La ventaja en las encuestas favorece en este momento a la morenista por más de 20 puntos de ventaja sobre la neopriísta; la candidata naranja no pinta aún en ninguna encuesta.

Los números estadísticos sirven para ubicar una línea de arranque, pero de ninguna manera pueden considerarse una garantía de triunfo; en todas las campañas ocurren cosas que mueven el escenario y a partir de la manera de actuar y de reaccionar de los equipos de los candidatos se va construyendo la narrativa y la percepción.

En los dos lados de la campaña, con Margarita y con Lucía, hay elementos a favor y en contra que serán utilizados antes y durante el proceso electoral; a la primera le costará trabajo evadir el discurso opositor contra el gobierno saliente: por tratarse de un gobernante de Morena no podrá defender ni atacar a Cuauhtémoc Blanco; a la segunda le viene muy bien el discurso contra el futbolista y seguramente aprovechará todos los momentos difíciles que ha vivido la actual administración, incluyendo las escandalosas fotografías tomadas en la parroquia del Padre Juan en Yautepec y la supuesta información que “gente del primer círculo” de Cuauhtémoc Blanco le está haciendo llegar.

El duelo electoral del 2024 en Morelos es entre las dos fuerzas representadas por Margarita González y Lucía Meza; la senadora y sus partidos apostaron por la fractura en Morena, pero esta no sucedió: salvo el caso de la hoy precandidata del FAM al gobierno estatal, ningún otro actor relevante de la 4T se fue del movimiento tras la designación de la candidata.

La exdirectora de la Lotería Nacional no voltea a ver a su excompañera de partido, deja pasar sus comentarios, sus declaraciones y las críticas; Margarita González está actuando correctamente, sabe que lleva la delantera y que no es ella a la que corresponde pelear. Si ella y su equipo se conducen como lo han hecho hasta ahora y logran marcar la agenda electoral y construir la narrativa de campaña, la percepción estará de su lado y la victoria puede ser posible sin mayor sobresalto.

La premisa electoral marca que quien va atrás golpea; el reto de quien va adelante es contener el ataque y conservar la ventaja hasta el final.

Eso depende mucho de los equipos y de su manera de comunicar.

·         nota

Tres de los diez nuevos magistrados del Poder Judicial de Morelos, nombrados el viernes pasado por el congreso local tienen una fuerte relación con el exgobernador Graco Ramírez. Veamos:

Ángel Garduño González fue (¿es?) abogado defensor en la denuncia interpuesta por la titular del Instituto de Crédito en contra de Graco Luis Ramírez Garrido Abreu y Jorge Michelle Luna (exsecretario de Hacienda) por el delito de ejercicio abusivo de funciones y por haber adquirido y otorgado un crédito para la compra de un vehículo sin tener derecho a ello.

José Anuar González Cianci Pérez ocupo los siguientes cargos en el gobierno de Graco Ramírez: Director General de Legislación de la Consejería Jurídica, encargado de despacho de la Consejería Jurídica, Consejero Jurídico, Presidente y Tercer arbitro del Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje y Coordinador General Jurídico de la Fiscalía General del Estado. Actualmente es Coordinador General de Asesores de dicha Fiscalía.

Anahí Bahena López obtuvo un auto de vinculación a proceso el 17 de octubre de 2019 por el delito de uso y presentación de documentos falsos y fraude procesal por presentar documentación alterada ante el Congreso a fin de obtener una pensión dorada; Anahí Bahena apeló la resolución y el Tribunal de Alzada la confirmó, luego promovió un Amparo Indirecto y la autoridad federal resolvió otorgar el amparo para efectos, pero debiendo dejar intocado lo relativo al uso de documentos falsos y fraude procesal. El tema se encuentra penndiente de resolver en el Segundo Tribunal Colegiado en materias Penal y Administrativa del Estado.

Anahí Bahena es esposa del exsecretario de Gobierno de Graco Ramírez, Ángel Colín, fue Contralora Municipal de Yautepec con Agustín Alonso Gutiérrez, en el periodo de Graco Ramírez fue Directora General de Consultoría en asuntos Administrativos y actualmente es Directora General de Asuntos Jurídicos del Ayuntamiento de Yautepec.

·         post it

Los integrantes de la legislatura 55 llegarán al proceso electoral del 2024 muy desgastados, más que sus homólogos de la 53, que como ellos fue graquista.

“No importa lo que digan los medios, la gente sabe quién trabaja”, aseguraban los legisladores de la 53 que, dicho sea de paso, invertían muchísimo dinero en sus territorios y con sus estructuras.

A pesar de ello en el proceso electoral del 2018 todos perdieron y hasta ahora ninguno ha podido levantarse.

·         redes sociales

A la secretaria de administración del gobierno estatal le está lloviendo sobre mojado. Nada de que sorprenderse, así es la señora.

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