Cuando sea demasiado tarde… - En Morelos, la Movilidad sin ley
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
El fenómeno de las motocicletas comienza a salirse de control. La mañana de ayer, mientras trataba de incorporarme a avenida Plan de Ayala dando vuelta en la glorieta de la Luna, mi novia y yo miramos atónitos como una señorita en una motoneta de 50 centímetros cúbicos atajaba el paso a mi camioneta para poder ganarme el lugar en la fila. Por supuesto que detuve mi marcha porque ya tiene algún tiempo que llegué a la conclusión que la expresión de la ira al conducir no lo lleva a uno a ningún lado. ¿Qué le diría? ¿Sabrá que, si su vida no es de valor para ella misma, por lo general el conductor cuernavacense no es en exceso considerado con sus conciudadanos, mucho menos en la movilidad? ¿Cómo fue que llegamos a estas circunstancias, en las que empieza a ser preferible no tener la razón en algún argumento de naturaleza vial, con tal de llegar con bien a nuestro destino sin haber perjudicado a nadie? Pues tengo algunas ideas sobre las circunstancias que nos están llevando a esta situación.
¿Recuerdan que hace algunos meses hablamos del costo de las propiedades? Las casas cuyo valor excede los dos millones de pesos comenzarán a ser invendibles para 2030, si es que es usted capaz de colocar una propiedad de ese precio hoy en día. La ciudad poco a poco se volverá un pueblo fantasma, a menos que los propietarios de grandes propiedades demuelan sus casas y parcelen sus terrenos, casi que hasta suena a oportunidad de negocio. Pues bien, está sucediendo algo similar con los vehículos. Una rápida búsqueda por las principales marcas de venta de automóviles nuevos en México me indica que el auto de menor precio que uno puede encontrar tiene un valor de $250,000.00 pesos. Dadas las condiciones de los créditos automotrices de hoy en día, el enganche de tal unidad será sobre los $30,000.00, con mensualidades de unos 5 o 6 mil pesos, por cinco años. Si usted ya está pagando un crédito de vivienda o alquila una propiedad, estará pagando sobre los 5 o 6 mil pesos al mes, lo cual quiere decir que tendría que ganar más de $10,000.00 pesos mensualmente nada más para pagar la casa y el coche. De lo contrario, tendrá usted que depender enteramente del transporte público e invertir alrededor de tres horas de su día en el traslado cotidiano.
¿Cuál ha sido la solución de muchos? La motocicleta. Uno puede adquirir una motocicleta nueva de marca comercial por menos de $30,000.00 pesos, menos que el engache de un coche nuevo, y si la adquiere usted a crédito, estimo que el engache será por una cantidad menor a $10,000.00 y mensualidades de 2 mil por dos o tres años. Desde un punto de vista económico tiene mucho sentido, ¿para qué gastar dinero en un mueble si puedo comprarme una moto, que además me hará ahorrar en gasolina? Pues bien, compremos una moto. ¿Qué tengo que hacer ahora? Habrá que registrar la unidad en el Padrón Vehicular Estatal, lo que me implica algunos documentos personales como mi identificación y el comprobante de domicilio, y cubrir la tasa, que son como 600 pesos. Ya tengo la placa de mi motocicleta nueva, ¿Qué más necesito? Supongo que una licencia para conducir motocicleta, lo cual implica nuevamente mi identificación, el comprobante de domicilio, y “aprobar el examen teórico”, el cual se aplica al momento de solicitar la licencia, además de una tasa de 700 pesos (con 5 años de vigencia). No conozco la naturaleza del examen, pero nada más viendo a los motociclistas circular, no debe ser gran cosa, y no dude usted que se pueda resolver con un poco de lubricante burocrático. Listo, ¡ya está usted listo para operar su flamante vehículo! Será cosa de adquirir un casco de esos que venden en el mercado por 500 pesos para evitar la multa, y ¡a disfrutar de la transportación!
La movilidad se está viendo invadida por vehículos de un costo increíblemente bajo, en condiciones de regulación gubernamental prácticamente nulas, ya deje usted la necesidad de un seguro de cobertura para daños a terceros. De todas maneras, de haber un accidente entre una motocicleta de las aquí descritas que afecte en gran medida un vehículo de cuatro ruedas, difícilmente podrá el conductor de la motocicleta cubrir el costo de los daños, ya sea por capacidad económica, o por circunstancias de salud y bienestar.
La economía de este país lentamente se está consolidando hacia el colapso social. Por lo menos en lo político, hemos llegado a un verdadero bipartidismo. Por un lado, tenemos a los que le regalan el dinero de la gente que paga impuestos a la gente que no paga impuestos, mientras mandan sus hijos a estudiar a Europa; y por el otro tenemos a los que se quieren repartir el dinero de los impuestos entre los que hacen por pagar la menor cantidad posible de impuestos, mientras mandan a sus hijos a estudiar a Europa.
Así que como siempre, si no tiene usted a qué salir, le ruego no lo haga. Morelos sigue viendo 10 muertos diarios por plomo o fierro, mientras el Commander in Absence se encuentra muy consternado por el desempeño de la Selección Mexicana. Será que nuestra economía no ha muerto, pero todo empieza a apuntar que colapsará irremediablemente para 2030.