Al final del infinito

En opinión de Carlos Morales Cuevas

Al final del infinito

De pronto me he pillado hablándole al viento,

inquiriendo al infinito,

qué hay más allá del tiempo.

 

No encuentro líneas bajo esta pluma vacía;

y la rosa de los vientos,

ya no retoña entre mis espinas.

La noche viene sin tregua,

el viento/

corta con su guadaña/

la flama de las veladoras/

que le he encendido al tiempo.

 

Estamos de vuelta en casa,

con unaerolito entre los ojos

y una nebulosa aullando afuera.

 

Tus labios descienden las escaleras,

los míos suben desde el centro de la tierra;

emanan piedras preciosas de tu boca repujada,

se deslizan por tu cuello,

collar de drupas;

por tu dorso,

tu regazo;

frutos rojos y adonados,

lisonjas sabor a vida.

 

Y saber ahora que susurré al oído del viento;

que el hálito es sordo ymudo,

que no tiene injerencia en esta habitación y,

que al final del infinito/

no existe el tiempo.