Fallece el doctor Juan Salgado Brito, político de raigambre y figura clave en la historia reciente de Morelos
Por décadas, el nombre del doctor Juan Salgado Brito estuvo ligado a la política, la academia y la vida pública de Morelos. Este lunes se confirmó su fallecimiento, noticia que provoca consternación en la clase política y en amplios sectores de la sociedad morelense. Su partida deja un vacío profundo, no solo por su papel como secretario de Gobierno, sino por su larga trayectoria y su estilo conciliador, caracterizado por el diálogo, la institucionalidad y la cercanía con la gente.
Orígenes humildes y formación académica
Nacido en Temimilcingo, Tlaltizapán, en 1948, Juan Salgado Brito solía recordar sus orígenes con orgullo. Provenía de una familia numerosa y trabajadora, y fue precisamente ese entorno el que marcó su vocación social. “Soy hijo de un jornalero y de una mujer que hacía rendir lo poco que había para alimentar a diez hijos”, contó alguna vez en entrevista. Esa experiencia forjó su sentido de justicia y su compromiso con las causas populares.
Estudió Derecho en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y más tarde obtuvo el doctorado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con mención honorífica. Desde entonces, combinó su formación jurídica con una visión política que lo acompañaría toda su vida: que el derecho debía servir para equilibrar las desigualdades y acercar la justicia a todos.
Una carrera política de más de cinco décadas
La trayectoria política de Juan Salgado Brito es una de las más amplias en el estado. Fue diputado local, diputado federal, presidente municipal de Cuernavaca (1985-1988) y candidato a gobernador en el año 2000, en una época de alta competencia política y pluralidad incipiente.
A lo largo de su carrera fue miembro del PRI, donde ocupó cargos relevantes, y más adelante participó en la fundación de Morena en Morelos, convencido de que era momento de renovar la política y acercarla nuevamente a la gente. Desde ese espacio impulsó una visión de gobierno basada en el diálogo social y la recuperación de la confianza en las instituciones.
En diciembre de 2024 fue nombrado Secretario de Gobierno del Estado de Morelos, posición desde la cual se convirtió en uno de los principales operadores políticos de la administración estatal. Su papel fue clave en la conducción de la política interna, el diálogo con sectores sociales y la coordinación con municipios.
La visión del diálogo
Salgado Brito entendía la política como un ejercicio de conciliación. En más de una ocasión sostuvo que “la fuerza de un gobierno no está en imponer, sino en convencer”. En sus discursos públicos destacaba la necesidad de escuchar a todos los sectores, de no dar la espalda a la crítica y de evitar la confrontación estéril.
Durante su paso por la Secretaría de Gobierno, impulsó la agenda de libertad de expresión, la transparencia institucional y la cercanía con los sectores rurales, especialmente en torno a la reactivación del campo morelense, al que consideraba el corazón social del estado.
Uno de sus últimos actos públicos fue precisamente en el marco del Día de la Libertad de Expresión, donde refrendó el respeto del gobierno a los periodistas y medios de comunicación, a quienes veía como pilares de la democracia.
Humanismo y cercanía
Más allá de los cargos, quienes lo conocieron destacan su carácter afable, su trato sencillo y su convicción de que la política debía tener rostro humano. Amante de la historia y de los libros, era un conversador pausado, reflexivo, con un profundo respeto por la palabra y por las instituciones.
Nunca negó sus diferencias con otros políticos, pero tampoco convirtió esas diferencias en enemistades. “Nadie es más que nadie, nadie es menos que nadie”, decía con frecuencia, como principio de convivencia y respeto.
Sus amigos recuerdan que mantenía un profundo cariño por Cuernavaca, ciudad que gobernó y a la que dedicó buena parte de su vida pública. Fue promotor de proyectos culturales y de recuperación urbana, entre ellos la rehabilitación del Museo Fotográfico de Cuernavaca, El Castillito, durante su paso por la presidencia municipal.
Un legado de congruencia
En tiempos en que la política suele perder credibilidad, el doctor Salgado Brito fue visto como un político de raigambre y palabra, un hombre que entendía la importancia del consenso, la institucionalidad y el respeto. Su trayectoria abarca más de 50 años de servicio público, y su paso por los tres niveles de gobierno deja huella en la historia de Morelos.
Su muerte llega en un momento complejo para la política estatal, donde su voz experimentada y prudente era necesaria. Deja lecciones sobre el valor del diálogo, la congruencia y la ética en el ejercicio del poder.
Hasta siempre amigo
Con Juan Salgado Brito se va una generación de políticos formados en el rigor del debate, en la disciplina del servicio público y en el respeto a las instituciones. Su legado trasciende las siglas partidistas: representa la idea de que la política, cuando se ejerce con dignidad, puede ser una forma de servir y no de servirse.
Descanse en paz el doctor Juan Salgado Brito, político, académico y hombre de principios.
Redacción 

