Serpientes y escaleras - Continuidad o cambio
En opinión de Eolo Pacheco
La estrategia publicitaria del FAM apuesta al voto del enojo para ganar. ¿Lo conseguirá?
Continuidad o cambio
Unir la imagen de Margarita González Saravia a la de Cuauhtémoc Blanco no es una ocurrencia del frente opositor, ni tampoco una estrategia equivocada del FAM. El desgaste del gobernador en la recta final de su sexenio es notorio y se combina con la descomposición del ambiente social como consecuencia del incremento de la violencia. La oposición apuesta al voto de castigo y a que la gente vote diferenciado.
Hace unos días aparecieron anuncios con las fotografías de Margarita González Saravia y Lucía Meza Guzmán a lo largo del Paso Exprés; a la primera le colocaron el letrero de Continuidad y a la segunda el de Cambio; paralelamente el FAM clonó la publicidad del quinto informe de gobierno con una imagen en la que está juntos Cuauhtémoc Blanco y la candidata de Morena, con el lema de Continuidad.
Se trata de una estrategia mediática de la oposición, una especie de campaña negra que forma parte de lo que ha venido haciendo el Frente Opositor desde hace al menos dos meses, atacando al jefe del ejecutivo, resaltando los problemas del estado y uniendo su figura con la de la abanderada de Morena.
La respuesta a esta campaña vino en el mismo sentido, con anuncios mostrando una encuesta en la que el Movimiento de Regeneración Nacional apabulla al frente Opositor por 46 puntos de ventaja; el lema de esta propaganda es “Súbete al tren”, una invitación subliminal a no quedarse fuera y colocarse del lado del equipo que va a ganar.
Aunque no se esté de acuerdo con la candidata del FAM, es indiscutible que su equipo de campaña es más profesional que el de Margarita González y está aprovechando mejor las circunstancias que rodean la elección; y no hablo solo de los despachos de consultoría que acompañan a la senadora, esos mismos que años atrás asesoraron a Graco Ramírez, a Rodrigo Gayosso y tienen una amplia experiencia en procesos electorales por todo el país, me refiero a los integrantes de su cuarto de guerra local y a la misma Lucía Meza, que a diferencia de la de la 4T sí escucha y actúa.
Esta nueva etapa de la estrategia opositora es interesante y sumamente peligrosa para Morena, porque se trata de un mensaje certero y bien pensado que ya demostró su efectividad en la elección pasada. Recordemos que en el 2021, cuando Jorge Argüelles era candidato de la 4T en Cuernavaca y presumía 30 puntos de ventaja sobre José Luis Urióstegui, apareció una campaña similar con dos mensajes: 1- Locales vs. Visitantes; y 2- Un voto por Argüelles es un voto por Cuauhtémoc Blanco. El resultado ya lo sabemos.
Independientemente de la simpatía que se tenga con cualquiera de las precandidatas es evidente que la oposición está haciendo un mejor trabajo de campaña; primero ganó la narrativa y derivado de ello conquistó la percepción, mantiene el debate de la inseguridad en alto, polemiza en torno a la figura de Cuauhtémoc Blanco, trata de conquistar a la clase media y busca el apoyo obradorista a través del voto diferenciado. Eso y reuniones con figuras resentidas de la 4T, intentando taladrar su estructura.
La diferencia en la actitud de los equipos es visible: del lado de Margarita González Saravia su coordinador de campaña Javier García luce confiado, frio con todos los que se le acercan, controlando a la candidata y fiado de que van a ganar la elección solo con la marca y con la estructura; del lado opuesto el coordinador de campaña José Luis Guevara, es un joven priísta hidalguense muy movido, atento a los escenarios, convencido de la fuerza de la percepción y esmerado en sumar a todos los que pueda a la causa del FAM.
Si fuera un partido de fútbol hay un equipo que lleva la delantera, que no arriesga y se tira atrás en un planteamiento conservador que trata de mantener la ventaja; del otro hay un equipo que no tiene nada que perder y por tanto está decidido a arriesgarse, porque sabe que cualquier marcador negativo lo deja fuera y está consciente que el juego es un espectáculo en donde también se gana conquistando al público.
La reciente encuesta de De Las Heras Demotecnia me parece inverosímil, porque la ventaja de 46 puntos que da a la candidata de Morena respecto a la del FAM es algo que ni Andrés Manuel López Obrador tuvo en el 2018. Respeto los argumentos del propietario de la empresa y coincido que están circulando muchas encuestas patito, sin sustento, hechas solo para generar percepción. La suya parece una de esas.
La marca Morena es muy fuerte en el estado, mucho más que todas las de oposición juntas y por consecuencia su candidata en Morelos lleva la delantera, pero no creo que por más de cuarenta puntos, como dice Rodrigo Galván De las Heras. En la elección sexenal pasada a nadie le quedaba duda que Andrés Manuel López Obrador iba a ser el próximo presidente de México, la preferencia por él se escuchaba y se sentía en todos lados y por estas fechas aventajaba por doce puntos. Cuarenta y seis puntos de diferencia a tres meses del proceso electoral serían muy notorios y o se ven.
La clave de este proceso electoral no está en los ideales, ni en las propuestas, ni en los discursos; es obvio que Morena goza de una alta simpatía en las clases populares, que los programas federales ayudarán mucho a sus candidatos y que el control del gobierno del estado y de la mayoría de los municipios será un valor agregado a la elección, pero fuera de ese sector, al que también ha pegado muy duro la inseguridad, existe una enorme clase media enfadada, aún no convencida de a quién otorgará su confianza y que podría ser la diferencia entre una victoria holgada y un final de fotografía.
Lucía Meza y su equipo son pragmáticos, están asesorados por profesionales que intentarán ganar a como dé lugar, recurriendo a guerra sucia bajo la lógica de que el fin justifica los medios; Margarita González y los suyos están siendo más papistas que el papa, confían demasiado en la marca y han dejado que la oposición se apropie de la narrativa y de la percepción; se equivocan si creen que solo se gana con estructura y se equivocan más si suponen que el morelense vota en cascada.
Una contienda se gana en varias etapas: antes, durante y después del proceso: en la campaña, en la mesa el día de las elecciones y en las acciones judiciales que puedan aparecer cuando se defina el resultado. Si Morena aventaja por “más de cuarenta puntos” ni siquiera deben hacer campaña, porque como lo afirma Javier García, la elección está ganada.
Pero si no tienen esa superioridad y la estructura no les responde el día de la elección como teóricamente deben hacerlo, la contienda se va a cerrar y el triunfo, si lo consiguen, será por un margen estrecho, lo que consecuentemente derivará en un gobierno que tendrá mucha presión política y al que le costará mantener la gobernabilidad.
Una elección como la actual no se gana con buena voluntad. O como diría Juan Salgado Brito: “No vas al burdel con sotana”.
· posdata
Durante varias semanas el equipo de campaña de Margarita González lució ausente, dormido, dejando todo el terreno a la candidata del FAM que sin dudarlo se apropió de la narrativa, colocó la percepción de su lado e hizo propio el discurso de la seguridad.
De unas semanas para acá algo cambió: la abanderada del Movimiento de Regeneración Nacional ha comenzado a ganar terreno en la percepción, sus eventos se ven mucho más y con el evento “diálogos por la seguridad” se metió al tema con mucha más seriedad que su rival, porque no se trató solo de un discurso simplista, vacío y sin contenido, aquí se abordó el problema a profundidad y con la presencia de expertos en la materia.
No se qué sucedió dentro del equipo de González Saravia, pero parece que sus colaboradores han despertado; aun cuando su publicidad de “súbete al tren” no es la mejor, porque se basa en una encuesta inverosímil, el hecho que no dejen el terreno libre a sus adversarios es bueno para su causa.
La última palabra en la campaña estatal de Morena la tiene Margarita González Saravia, porque al final será ella quien coseche los frutos de lo que están haciendo; apostar a la marca es obvio porque representa el mayor impulso que tienen, pero colocar a la candidata en un papel secundario no es bueno porque se trata de una mujer de amplia trayectoria en la izquierda, de pasado limpio, que nunca ha estado involucrada en escándalos y que por su condición de empresaria puede conectar mucho más fácil con la clase media que su rival.
Imagino que el golpe de timón en la campaña de Morena fue dado por Margarita y confío que eso responda a que la candidata ha hecho a un lado el exceso de confianza que se veía en su equipo, que en lugar de trabajar en ganar la elección ya estaban pensando en lo que harían como gobierno.
Si Margarita González Saravia vence con holgura y se convierte en la primera gobernadora constitucional de Morelos no tendrá reclamos postelectorales y su margen de maniobra para implementar los cambios que quiere hacer en el gobierno será amplio; pero si su victoria es cerrada y por una mínima diferencia, el resultado se judicializará y aunque al final los tribunales le concedan la razón, su llegada al poder quedará machada, tendrá una oposición beligerante y la gobernabilidad será un problema constante en su administración.
Si gana pasará a la historia; si pierde será el fin de su carrera política, todos los que hoy están a su alrededor la dejarán sola y quedará estigmatizada por no saber administrar la ventaja que le concedió la marca y que debió ser suficiente para ganar sin contratiempos.
La decisión es de ella.
· nota
Esta semana, dicen, finalmente podrían conocerse los nombres de quienes serán candidatos a las diputaciones locales y las presidencias municipales de Morena, al menos las más importantes. Sea cual sea el escenario habrá enojo y conflicto interno, de ahí la importancia de que exista del lado del partido y de la candidata alguien que opere políticamente con quienes se quedarán en el camino, para sumarlos a la campaña.
El FAM está en espera de que eso no ocurra, de ahí que ellos tampoco han definido a sus candidatos, aunque el dirigente priísta afirme que “ya están completos”. Esperan un rompimiento en la 4T para poder cachar algo. Si eso ocurre, también habrá problemas en el FAM, porque los chapulines no son bien vistos en ningún lado.
· post it
La candidata del FAM no suelta el tema y reaccionó a la designación del gobernador Cuauhtémoc Blanco como candidato pluriominal:
“Es evidente que el principal objetivo de la maniobra de la dirigencia nacional de ese partido es protegerlo con fuero para que tenga impunidad y no rinda cuentas, pues ya saben que el pueblo rechazará la continuidad… Espero que el gobernador Blanco no huya de su responsabilidad porque, con o sin fuero, tarde o temprano, deberá rendir cuentas al pueblo de Morelos”.
El objetivo de la senadora no es sólo el jefe del ejecutivo; dicen en su equipo que trae en la mira a quienes ocupan posiciones claves dentro de su administración, empezando por alguien a quien llaman “la niña”.
¿Quién es la niña?
· redes sociales
A Rabindranath Salazar le dieron la suplencia de una diputación plurinominal en el lugar 14. Es una burla. Rudeza innecesaria.
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