Breves de Abogados y Políticos - Amenazas a juzgadores
En opinión de Alejandro Corona Markina
El pasado treinta de marzo, un juez otorgó su libertad a Edilberto, conocido como “El Spirit”. Acompañado de su esposa, el tipo caminó hasta la salida del penal de Alacholoaya, siendo aproximadamente las 15:50 horas.
Sin saber que eran sus últimos minutos de vida y no obstante que el lugar a esa hora se encontraba rodeado de custodios y policías ministeriales, varios hombres en una camioneta modelo Tiguan de color gris, se acercaron a la pareja y atacaron directamente al recién liberado, mismo que quedó tendido en medio de un charco de sangre, ante los gritos de horror de su mujer y la corredera de personas que allí se encontraban.
Sin problema, los asesinos se alejaron del lugar y por supuesto no fueron detenidos por nadie. Se hicieron intentos de seguirlos, pero lo que es la verdad, les dieron “chance” de huir y hasta escoger con calma el lugar por el que prefirieron irse de manera impune.
De inmediato se dijo que la persona asesinada era del grupo delictivo “Los Linos” y que los asesinos lo conocían bien y les avisaron la hora en que saldría El Spirit”, de allí que lo esperaron prácticamente en la puerta del penal para proceder a ejecutarlo.
A menos de un mes de los hechos, han comenzado a circular las amenazas en contra de jueces del penal de Atlacholoaya, así como magistrados de Tribunal Superior de Justicia. La más visible es la manta que con todo cinismo dejaron en una iglesia, donde lanzan una advertencia para los juzgadores que liberen a gente del mencionado grupo delictivo.
Lo cierto es que el penal de Atlacholoaya ha sido escenario de hechos sangrientos que nunca son resueltos.
No se olvida el motín del 30 de octubre de 2019, donde presuntamente se enfrentaron los grupos del Cartel Jalisco Nueva Generación y Los Rojos, con saldo de seis muertos y dos lesionados.
Al parecer no hay manera de que se ponga orden en los penales. Lo grave del asunto es que hasta el mismo presidente del Poder Judicial ha sido amenazado, al igual que jueces de la misma institución.
Por ello muchos jueces han solicitado el acompañamiento de escoltas para poder realizar sus funciones. Se debe investigar hasta sus últimas consecuencias, los hechos en su conjunto, tanto la posibilidad de que en las liberaciones de personajes como “El Spirit” haya actos de corrupción o actuaciones por amenaza, como también indagar quién avisa respecto de la salida de estas personas, que luego son ejecutadas.