Ambición de poder, es el signo del Congreso: «Morelos Rinde Cuentas»
Ésta ha propiciado el “chapulineo”, señaló Roberto Díaz
El “deterioro” no sólo se sitúa en el Poder Legislativo, sino en el ámbito de la inseguridad, precisó
Para Roberto Salinas, de “Morelos Rinde Cuentas”, la “ambición” de poder en la 54 Legislatura ha propiciado el “chapulineo”; es decir, el traslado de una fuerza política a otra (“transfuguismo”).
En entrevista, y en torno a las discrepancias al interior del Congreso, en lo referente a la sucesión de los órganos de control (llámense Junta Política y de Gobierno y Presidencia de la Mesa Directiva), dijo que “es una muestra de la realidad; de lo que pasa hacia el interior, donde hay una lucha por el poder, por los recursos que representa cada uno de los puestos”.
Asimismo, expuso que, “desafortunadamente”, desde la perspectiva de la sociedad, “no hemos visto un trabajo a favor de nosotros mismos… transparencia hacia el interior del Congreso”. Esto, agregó, es un “resultado de cómo está el estado, en general; cómo está la situación política y social”.
De igual forma, adujo que el “deterioro” no sólo se sitúa en el Poder Legislativo, sino en el ámbito de la inseguridad. Añadió que, además, no hay procesos “transparentes”; no se puede “revisar la competencia de cada uno de los legisladores; su actividad; sus asistencias; sus intervenciones en tribuna”.
Acotó que, a la vez, no se tiene conocimiento de quiénes están “dispuestos” a abrir los debates o “quiénes han actuado de forma opaca, que no permiten ver qué es lo que pasa al interior…”. Entonces, manifestó que “abrir y evaluar” a los congresistas, es una forma de divisar quiénes habrán de “dirigir” el rumbo político.
En torno a ello, Salinas externó que, desde el primero de septiembre del 2018, cuando la 54 Legislatura tomó posesión, de modo oficial, “… se han conformado diversos grupos; no podemos decir que son uno, dos, tres… En verdad: se han estado cambiando cada semana; cada mes…no sabemos qué va a pasar mañana”.
Precisó que la polarización “puede aumentar o reducir”. Opinó que la única forma en que puedan “salir las discusiones” es “abriendo los debates… los temas, para que veamos quiénes son los que quieren únicamente, en lo oscurito, negociar… que quieren cabildear”.
Puntualizó que, en todo caso, se necesitan procesos “abiertos y transparentes” y, al mismo tiempo, “forzar a la sociedad” a que estos mecanismos “vayan avanzando”.