Alertan a los campesinos por menos agua con la canícula
La Comisión Estatal del Agua (Ceagua) y la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) informaron que, de acuerdo con el análisis del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el fenómeno climático de la canícula podría dar inicio en el estado a partir del próximo 15 de julio, con posibles efectos en cultivos y zonas rurales, debido a la disminución de lluvias, cielo mayormente despejado y temperaturas cálidas.
La canícula es parte de la variabilidad climática de México y aunque no se presenta con la misma duración e intensidad en todas las regiones, en Morelos puede impactar de forma negativa en cultivos de temporal, al reducir la disponibilidad de agua justo durante etapas críticas del desarrollo agrícola.
“Es muy importante que productores y productoras estén atentos a los avisos del clima y tomen medidas de prevención para mitigar posibles daños en sus cultivos o ganado. Desde el Gobierno de Morelos mantenemos el compromiso de brindar información oportuna y acompañamiento técnico”, señalaron ambas dependencias estatales.
Este fenómeno se origina por la intensificación de sistemas de alta presión atmosférica que impiden la formación de nubosidad y reducen la precipitación, aunque muchas veces se le asocia erróneamente con las temperaturas más altas del año, en México la canícula se caracteriza más por la disminución de lluvia en verano, a diferencia de lo que ocurre en Europa.
Se recomienda a la población evitar quemas agrícolas durante este periodo, reforzar acciones de recolección y almacenamiento de agua de lluvia, y dar seguimiento al estado de los cultivos. En el caso de quienes tienen ganado, es fundamental asegurar el acceso a agua potable y sombra para evitar afectaciones en su salud.
La Ceagua y Sedagro exhortan a la ciudadanía a mantenerse informada a través de los canales oficiales del Gobierno de Morelos “La tierra que nos une”, y reiteran su compromiso con la protección del campo, el agua y la seguridad alimentaria.
La disminución de agua de lluvia es un fenómeno que se ha vuelto cada vez más común en muchas partes del mundo, y México no es la excepción. Una de las causas de esta disminución es el fenómeno conocido como canícula, que se refiere a un período de sequía que ocurre en el verano en algunas regiones del país.
La canícula es un fenómeno climático que se produce cuando hay una disminución significativa en la cantidad de lluvia que cae en una región durante los meses de verano. Esto puede deberse a varios factores, incluyendo la posición de la zona de convergencia intertropical y la influencia de los sistemas de alta presión.
Durante la canícula, la falta de lluvia puede tener impactos significativos en la agricultura, la ganadería y la disponibilidad de agua potable. Los cultivos pueden sufrir estrés hídrico, lo que puede afectar su crecimiento y productividad, y los animales pueden tener dificultades para encontrar agua y alimentos.
La disminución de agua de lluvia durante la canícula también puede afectar la recarga de los acuíferos y la disponibilidad de agua subterránea. Esto puede tener impactos a largo plazo en la disponibilidad de agua para consumo humano y para uso agrícola.
La canícula es un fenómeno natural que ha ocurrido en México durante siglos, pero su impacto puede ser exacerbado por factores como el cambio climático y la deforestación. El aumento de la temperatura global puede alterar los patrones de lluvia y aumentar la frecuencia y la intensidad de los períodos de sequía.
La sequía asociada con la canícula puede tener impactos significativos en la economía y la sociedad de las regiones afectadas. Los agricultores pueden sufrir pérdidas significativas en sus cultivos y ganado, lo que puede afectar su ingreso y su capacidad para sostener a sus familias.
Además, la canícula puede tener impactos en la salud humana, especialmente en las poblaciones más vulnerables. La falta de agua potable y la disminución de la calidad del agua pueden aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
La planificación y la gestión de la sequía son fundamentales para mitigar los impactos de la canícula. Esto puede incluir la implementación de medidas de conservación de agua, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la creación de programas de apoyo para los agricultores y las comunidades afectadas.
La investigación y el monitoreo de la canícula son fundamentales para entender mejor este fenómeno y desarrollar estrategias efectivas para mitigar sus impactos. Los científicos y los expertos en clima y agricultura trabajan para mejorar la predicción y la gestión de la sequía asociada con la canícula.
La canícula es un recordatorio de la importancia de la gestión sostenible de los recursos hídricos y la necesidad de tomar medidas para proteger el medio ambiente y promover la resiliencia en las comunidades vulnerables. La cooperación internacional y la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil son fundamentales para abordar los desafíos que plantea la canícula y otros fenómenos climáticos extremos.