1 de mayo Día del Trabajo
En opinión de Mirna Zavala
Mayo abre con una de las conmemoraciones más significativas de la vida económica: el trabajo
Miles de años pasaron para el reconocimiento como derecho del hombre. El milenario esquema de esclavitud fue siempre el modelo de la relación patrón-empleado. Los dueños del dinero y los gobernantes colonizando territorios se consideraban dueños de lo conquistado como patrimonio propio, de manera que las personas pasaban a ser siervos que apenas recibían un lugar para descansar, comida mínima y poca o nula paga y en cambio debían trabajar prácticamente 24 horas al día. Y ello incluía a los niños.
En Mexico, todavía en las primeras décadas del siglo XX los trabajadores eran tratados prácticamente como esclavos ahora en la modalidad de obreros en las nacientes fábricas. No se diga en tiempos del Porfiriato. Debemos pues, reconocer que el derecho al trabajo y a un salario justo, digno, es cosa de apenas unas décadas.
Los trabajadores han debido luchar por mejores condiciones de vida desde que formaron parte del nuevo modelo económico basado en la producción en serie de productos de todo tipo. El mundo moderno económico aparecía con su icono: la industria.
Los dueños del capital y de los medios de producción dictaban junto con el gobierno las políticas laborales y no era nada extraño que este último se dedicara a proteger al empresariado adoptando decisiones tales como la prohibición de huelga o de organización de trabajadores lo que derivó en acciones de represión contra ellos.
No hay que ir muy lejos, en el viejo sistema priísta los trabajadores estaban organizados por el PRI en el llamado “sector obrero”, todos afiliados a la CTM que ejercía un férreo control sobre ellos, por disposiciones “legales” como la cláusula de exclusión y de despido, lo que aprovecha la organización sindical para obligar a sus miembros a pertenecer a sus sindicatos y por supuesto no existía la libertad para dejar de pertenecer al sindicato so pena de despido, entre otras consecuencias. Como no acordarse de los famosos sindicatos “charros” oficialistas. Fue hasta que se da la alternancia en la presidencia de la República cuando adquirieron mayor vigencia los derechos humanos laborales: libertad sindical y derecho de asociación sin despidos, entre otros.
Sólo por no dejar, nuestro sindicato de Trabajadores Académicos de la UAEM nace en la década de los 70, en 1976 concretamente, en medio de grandes vicisitudes que se fueron sorteando satisfactoriamente.
Como dice nuestro lema: “Unidad y Solidaridad en la lucha”.