Alguien debe dar el primer paso

En opinión de Lorena Elizabeth Castillo

Alguien debe dar el primer paso

Como ocurre en tiempos de campañas políticas, es habitual escuchar expresiones de nulidad o descalificación contra determinadas áreas de la administración pública, del estilo por parte de algunos aspirantes a cargos públicos: “…no se ha hecho nada…”, “… hay un total abandono…”, entre otras. Podría ser el caso de la atención a las masculinidades, para la prevención de la violencia y como vía al derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

Por ello considero pertinente exponer algunas consideraciones al respecto, con la convicción de que una de las causas fundamentales y profundas de la violencia contra mujeres y del feminicidio, son los estereotipos del machismo. Es indispensable trabajar con los varones desde sus propias historias de vida hasta los determinantes sociales y culturales, para realmente impactar en las raíces de las violencias.

De ahí que en el Instituto de la Mujer de Cuernavaca (IMC) reconocimos la urgencia de pasar de la teoría de las nuevas masculinidades, a la acción y soluciones por medio de una política pública, al enfrentamos a centenares de generaciones y siglos de ideología y superestructura de hegemonía masculina, por lo que  alguien debía  dar los primeros pasos  o fortalecer los que se han dirigidos específicamente a atender y socavar tal supremacía.

Ese “alguien” ha dado esos iniciales y significativos pasos; se trata del equipo del IMC con la puesta en marcha, hace ya casi tres años, de la Unidad de Masculinidades (UM), cuya misión es difundir la llamada reeducación de los hombres o también conocida como “re-programación neurolingüística del machismo”, para transitar a la masculinidad consciente y saludable.

En estos casi treinta meses de trabajo, la UM ha impartido pláticas, conferencias, talleres y asesorías dirigidos a alrededor de trecientos hombres del municipio de Cuernavaca, es decir, a razón de 10 a 12 varones, en promedio mensual; además de campañas en redes sociales, escuelas, instituciones gubernamentales y la misma comunidad, por ejemplo la estrategia “¡Actuemos ya!
¡Yo sí me comprometo!” , que son frases con acciones y proyectos permanentes y sistemáticas.

La campaña antes citada  consiste en una estrategia permanente de sensibilización para contribuir a la concientización y reeducación de hombres, para evolucionar de los estereotipos del machismo a la Masculinidad consciente y saludable. Como también la campaña reeducativa denominada “Deconstrucción de modelos machistas” que estamos llevando a escuelas de nivel básico del municipio

El objetivo general de estas actividades, como ya se mencionó, es erradicar los condicionamientos educativos, sociales, psicológicos y culturales que influyen en las conductas violentas de los hombres hacia las mujeres. El doble carácter colectivo e individual de la divulgación de los valores de las masculinidades es también imprescindible. El segundo tipo en una orientación o guía personalizada que también se ha aplicado por la mencionada UM del IMC.

Para ilustrar lo anterior, compartimos el caso de dos jóvenes estudiantes de licenciatura, quienes acudieron al IMC en busca de asesoría para prevenir acoso o conducta indebida en razón de violencia de género.

Como el anterior, han sido numerosos los casos de hombres aleccionados en masculinidad consciente y saludable para desactivar el machismo en casa. Son los primeros pasos de un largo camino por recorrer y en el estamos sentando las bases para contribuir a erradicar la violencia contra las mujeres