Voluntad y creatividad en la gobernanza
Alejandro Cruz Solano en Cultura
Sin duda alguna lo que más enriquece un hombre es la experiencia de otro hombre que te dice lo que vivió. La formación intelectual desde el punto de vista institucional puede ser fructífera en un mundo en el que se exige credenciales para desarrollar competencias que avalen esas credenciales; sin embargo, enfrentarte a la realidad y ante todo con grandes diferencias culturales implica dos cosas, salirte de ese mundo institucional y responder creativamente o, dos, imponer esas formas de ver las cosas donde uno se ha formado institucionalmente. En una rica charla con un amigo quien fue colaborador de Paulo Freire el gran pedagogo brasileño que alfabetizó su región y más tarde su país, me contaba esas experiencias en áfrica cuando intentaron hacer lo mismo. Fueron convocados un grupo de expertos a áfrica para diseñar un programa educativo en treinta días; la mayoría de los convocados fueron formados en Ginebra suiza, doctores en planeación educativa, educación, infraestructura, dado que, se requería prácticamente hacer todo en esa región africana. Los obstáculos brotaron inmediatamente, no era posible hacer en ese tiempo infraestructura, libros de texto, encontrar maestros, etc. El maestro Freire dijo que sí, al funcionario de esa región africana; quien dirigía esa experiencia era él, su equipo se preguntaba ¿Cómo vamos hacer todo eso en treinta días? Freire pidió treinta hombres, machetes, palos, lazos y llegó prácticamente media comunidad y, todos empezaron a construir con sus propios materiales (me refiero a salones hechos como aldeas y materiales de su región) y en menos de treinta días ya tenían salones para las clases, después llegaron ancianos que explicaban sus experiencias sobre la región y sistematizaron en textos toda la información y terminaron redescubriéndose en una región con una identidad, con una cultura, con una escritura, hasta ir rompiendo con el colonialismo que ya llevaba siglos en ellos. Este ejemplo explica como la creatividad se vuelve necesaria a la hora de enfrentarse a realidades a veces insuperables, ¿Cuál era el problema con los asesores que se educaron en ginebra y que estando allí fueron convocados a esa experiencia? El problema es que tenían que descolonizar su mentalidad, tenían que salirse de su mentalidad ginebrina para poder explicar y entender “otra” realidad a la que les exigía respuestas. Me parece importante que voluntad y creatividad constituyen dos elementos necesarios para poder resolver problemas. ¿No les hace falta eso a nuestros gobernantes? ¿No les hace falta voluntad política y creatividad para resolver problemas? La realidad de nuestros municipios, nuestros estados y nuestro país está llena de insuperables obstáculos porque fuimos educados en una forma en que nos volvimos dependientes, estirábamos la mano, para que alguien nos viniera a resolver nuestros problemas. Tenemos gobernantes que siguen haciendo lo mismo, sus actos parecen prolongar esa forma de hacer política tradicional donde regalan las cosas, se toman fotos y le hacen publicidad para que veamos que nos están gobernando. Eso no es gobernar, la anécdota anterior enseña bastante bien que, para poder comprender la gobernanza es fundamental entender la participación. Si el político actúa como actúa se debe a que no ha salido de su mentalidad institucional, y me refiero a esa mentalidad corporativa de partido (PRI, PAN, PRD, MORENA, PVEM, MC, Etc.), la gobernanza ya no es de partidos es de funcionarios para el pueblo. Urge que haya funcionarios creativos que convoquen a la participación para que como el maestro Freire resuelvan de manera creativa los problemas apremiantes de nuestros pueblos. Sin embargo, eso no se hace sin voluntad política, como decimos aquí. Voluntad y creatividad son dos palabras que implican un cambio de actitud, es salirse de esa mentalidad corporativa para sumarse, encarnarse en el pueblo, entonces el político, después funcionario entenderá realmente las complejidades de la realidad en las que vivimos, ya no verá el problema desde su perspectiva, sino desde la perspectiva de todos y eso se llama, solidaridad.