Violencia en penal fuerza traslado de reos de peligro
Tercera jornada de violencia en menos de un mes arrojó como saldo 2 muertos más y al menos 10 heridos
La Comisión de Derechos Humanos de Morelos levanta la voz ante la situación "insostenible" en Atlacholoaya
Autores: Guadalupe Flores/ Juan Lagunas
Luego de una nueva jornada violenta, con saldo oficial de dos muertos y 10 heridos, la tarde de este jueves fueron trasladados cuatro reos de alta peligrosidad, hasta ayer internos en el Centro de Readaptación Social Morelos, de Atlacholoaya, municipio de Xochitepec, a uno de máxima seguridad en Guanajuato. En dos ocasiones anteriores, el 29 y 30 de octubre pasados, ya se habían registrado riñas y tomas temporales del mismo penal por reos que disputaban el control de dicha cárcel, lo que provocó siete personas asesinadas ahí, y una primera salida de 28 reclusos de gran riesgo.
Según la información difundida por el gobierno estatal, Mauricio Gerardo “N”, alias “La Kika”, Alexis Oswaldo “N”, alias “El Carretito” (hijo de Santiago Mazari, alias “El Carrete”, también detenido e identificado como el líder de la organización criminal “Los Rojos” que opera en Morelos), Gabriel “N”, alias “El Chicles” y Ramón “N” fueron trasladados al Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) número 12, en la entidad referida, en el centro del país.
Sobre la riña, los reportes policíacos revelaron que se inició aproximadamente a las 09:00 horas, en el área de máxima seguridad, espacio donde fueron asesinados con armas punzocortantes los internos Felipe “N”, alias “El Limón” y Miguel “N” alias “El Chisto” quienes, presuntamente, se disputaban el control en ese reclusorio.
Los 10 heridos fueron trasladados al Hospital General de Cuernavaca Dr. José G. Parres, el cual fue acordonado por elementos del Ejército mexicano y Policía Morelos, aunque el nosocomio no interrumpió la atención médica a pacientes en general.
Entre los heridos, está Antonio “N” de 26 años de edad, Ramón “N” de 33, Mario “N” de 25, Roberto “N” de 44, Salomón “N” de 30, Mario “N” de 45, Héctor Adrián “N” de 30, Juan “N” de 25 y Guillermo “N” de 40 años de edad, por heridas con objetos punzocortantes en diferentes partes del cuerpo; la salud de tres de ellos se reportaba grave al cierre de esta edición, y el resto como estable, mientras que en el Hospital General de Temixco recibió atención médica Rubén “N” de 38 años de edad, el cual se reportaba estable.
Para logar el control del penal, tuvieron que ingresar elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, y fue pasadas las 12:00 horas de este jueves cuando se confirmó que se había recuperado el control.
El gobierno del estado, en cuanto al traslado de los cuatro internos, explicó que efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional, Fiscalía General del Estado y Comisión Estatal de Seguridad (CES) custodiaron el vehículo en el que fueron llevados al Aeropuerto Mariano Matamoros de donde, a bordo de un helicóptero de la Guardia Nacional, fueron movilizados al penal federal de Guanajuato.
El 31 de octubre pasado, luego de los primeros dos días de la violencia reciente, 28 internos fueron trasladados del penal de Atlacholoaya a uno de menor seguridad, de carácter estatal, en Jonacatepec. Posteriormente, el 11 de noviembre, tras distintas críticas por el primer cambio, se logró la salida de los mismos reos a distintos penales federales de máxima seguridad en otras entidades.
Insostenible, la violencia en Atlacholoaya: ombudsman
Luego de que el Ejecutivo confirmara el deceso de otras dos personas al interior del penal de Atlacholoaya (a consecuencia de un conflicto bélico), el ombudsman del estado calificó como “insostenible” la espiral violenta. Las medidas sugeridas “no se han atendido…”.
Raúl Israel Hernández Cruz confirmó los acontecimientos; ergo, adujo que se trasladó al centro penitenciario, junto con el visitador, a efecto de constatarlo. “Tenemos noticia de una situación violenta”. Se solicitó información de las autoridades correspondientes.
Asimismo, expuso que existe “preocupación” en torno a ello, porque “vemos que por más información que se da, en el sentido de que hay control al interior de los centros penitenciarios, estas afirmaciones, en los hechos, han quedado desvirtuadas” ante las “manifestaciones de violencia”, que se siguen acentuando.
Sobre eso, externó que las medidas que se han solicitado, a través de la Comisión de Derechos Humanos, y que la autoridad ha acatado, en el sentido de “disminuir al máximo los enfrentamientos entre grupos rivales”, se han “atendido mal”. Especificó que se han pedido que las diligencias se aboquen a recabar los adminículos ilícitos: celulares, armas punzocortantes, armas blancas, celulares, droga y todos aquellos objetos que están “prohibidos”, los que “nada tienen que ver con los fines de una pena privativa de la libertad y de la estancia en reclusión”.
De igual forma, adujo que, desde mediados de año, cuando se produjo un evento similar en el penal de Jojutla, que terminó con “una PPL fallecido”, se sumó lo de finales de octubre pasado, en el Centro de Readaptación Social de Xochitepec, con “siete personas fallecidas -en dos días-”.
Acotó que la situación debe controlarse, para evitar que “no sea una escalada de violencia”. Por ende, demandó que se “identificaran” los grupos antagónicos y, acto seguido, se tomaran acciones, para “disuadir, al máximo, los conatos de violencia”.
Sobre los traslados de reos hacia otras estancias de reclusión, Hernández Cruz dijo que “más allá de las declaraciones y las posturas, los hechos nos están dando una idea de que la situación en los centros penitenciarios es de alarma”; es decir, está fuera de sí.