Un escopetazo en el rostro le quitó la vida
La madrugada de ayer, una mujer murió en su domicilio (en Emiliano Zapata), a consecuencia de una herida de arma de fuego (escopetazo), en pleno rostro. Durante la madrugada habría tenido una discusión con su marido; luego se escucharon detonaciones.
Al llegar la policía, la fémina estaba muerta sobre una silla, por lo que su cónyuge y su hija fueron remitidos ante la Fiscalía del estado, junto con una escopeta. Aquéllos cayeron en contradicciones; están siendo sometidos a una investigación, por su presunta relación con el homicidio.
De acuerdo con los informes, los hechos ocurrieron a las 02:50 horas de ayer, cuando vecinos de la calle Vicente Guerrero 50 -de la comunidad de Tetecalita- dieron aviso a los números de emergencia.
Poco después arribaron los elementos policíacos al citado inmueble, donde se entrevistaron con Marco “N”, de 61 años de edad, quien les abrió la puerta de su casa y, al entrar, visualizaron a una mujer con sangre en el rostro y acostada en una silla, por lo que pidieron una ambulancia.
Al llamado de auxilio acudieron los paramédicos de la localidad, a bordo de la unidad médica AEZA-002, quienes, al tratar de brindarle los primeros auxilios a la señora (de 57 años de edad), se percataron de que ésta ya no contaba con signos vitales, a consecuencia de un escopetazo calibre .20mm -en la mandíbula-, motivo por el cual acordonaron la escena.
En el lugar, los agentes se entrevistaron con varios vecinos; éstos manifestaron que habían escuchado una discusión -entre el matrimonio-; acto seguido, vinieron las detonaciones del arma de fuego.
Los uniformados, a su vez, se entrevistaron con Marco “N”, quien dijo que es propietario de una escopeta calibre .22mm la cual ésta registrada, misma que tenía recargada sobre la pared y una silla. Empero, en la madrugada, al pasar, movió la silla, se cayó el arna y se disparó, ocasionando la muerte de su mujer.
Ante esta versión, detectaron contradicciones, por lo que lo detuvieron –junto con su hija María Elena, de 18 años.
Posteriormente, se constituyeron los servicios periciales y agentes de la Fiscalía de feminicidios, quienes, tras realizar los protocolos del levantamiento del cadáver, lo enviaron al forense, donde se continúan las indagatorias.