Sociología de la masculinidad
En opinión de Lorena Elizabeth Castillo
La difusión del concepto “masculinidades” inició hacia 1980 en países como Australia, Países Bajos, Inglaterra y España, impulsado por los movimientos feministas, que demandaban una reflexión por parte de los hombres y la crítica sobre sus roles y privilegios en una cultura patriarcal.
En Estados Unidos y en México, aquel incipiente movimiento tomó auge en 1985 a partir de la publicación del artículo "Hacia una nueva sociología de las masculinidades” del sociólogo estadounidense R.W. Connell, Carrigan y Lee, donde se acuñó y sistematizó el concepto de "masculinidad hegemónica", lo que sentó las bases para el estudio y la propuesta de masculinidades alternativas.
Con base en tales antecedentes, tenemos que en México hay al menos tres generaciones de varones que nacieron y vivieron infancia, adolescencia y juventud escuchando en el ambiente social los conceptos de igualdad, equidad y masculinidad contra machismo y patriarcado. Son aquellos nacidos alrededor de los años 1980, 1995 y 2010; es decir, individuos que este 2025 están entre los 15 y los 45 años,
En estos días del activismo social de la llamada Generación “Z”, la compuesta por adolescentes y jóvenes veinteañeros, se puede considerar como la más imbuida en las masculinidades alternativas y conscientes y, por tanto, más proclives a tomar como una actitud normalizada el respeto a los derechos individuales y humanos de las mujeres, niñas y adolescentes.
Son los muchachos y adultos jóvenes quienes, cuyas mentalidad y prácticas de su generación, están en posibilidades de emprender tareas de reeducación de los adultos maduros y adultos mayores, en la cruzada re-educativa dirigida a hombres de cincuenta, sesenta años y más, basada en una intervención pedagógica y cambio de mentalidad y cultura favorable a la equidad de género y la no violencia.
Sin dejar de lado las amenazas que significan la disfuncionalidad familiar, tendencia a las adicciones y la cooptación de jóvenes por la delincuencia organizada, tales riesgos pueden y deben significar esfuerzos conjuntos de gobiernos y sociedad, a fin de lograr márgenes más amplios de una vida libre de violencia para las mujeres.
Bajo estos criterios y en el contexto histórico de la evolución del patriarcado a las masculinidades es como las instituciones públicas, organizaciones civiles vinculadas o con trabajo directo en beneficio de las mujeres, al iniciar el 2026 estamos en condiciones de re-lanzar y posicionar las luchas y gestión hacia una masculinidad acorde a los tiempos de equidad y acompañamiento y colaboración entre hombres y mujeres.
El próximo 19 de noviembre es la conmemoración del Día Internacional del Hombre, cuyo origen ya anotamos al principio, por lo que resulta evidente la urgencia de erradicar ideas y conductas arraigadas en la mentalidad e imaginario de los hombres, promoviendo el modelo de masculinidad basado en su propia y actualizada sociología.
Lorena Elizabeth Castillo Castillo

