EL CUERPO COMO FRONTERA DEL DERECHO

En opinión de Hertino Aviles Albavera

EL CUERPO COMO FRONTERA DEL DERECHO

Pocas cosas escapan de la rectoría de lo político, pues en mayor o en menor grado, toda la realidad social está vinculada. A caso por eso los movimientos sociales esgrimen con consigan en donde señalan que lo “personal es político”, pues hasta las cosas que parecen alejadas del terreno de lo político están en constante polémica.

Judith Butler sostiene que el cuerpo es zona maleable susceptible de manipulación, tanto por la sociedad como por los marcos jurídicos. Las reglas crean una estructura de normalidad que después las personas reproducen y sostienen con las practicas repetidas. No es la historia la que define lo normal, sino la constante reiteración de los actos que le dan apariencia de estabilidad, de esta manera únicamente consideramos normal aquello que vemos inmutable. Y, sobre todo, lo que está justificado por el Estado

Esta idea permite comprender cómo las nociones jurídicas y sociales sobre el cuerpo no son naturales, sino producto de construcciones históricas que delimitan quién merece reconocimiento y quién queda fuera de él.

La igualdad, analizada desde una perspectiva corporal, no se basa tanto en una cualidad metafísica como biológica; el cuerpo de la mujer, la piel de las personas afrodescendientes solía considerarse de menor valor. El derecho sólo protege aquello que considera valioso de resguardar. 

Lo mismo ocurre con las diferentes identidades culturales y sexuales: el Estado solo protege cuerpos tradicionalmente constituidos por la sociedad. Personas, y sobre todo cuerpos, que salen de la norma suelen ser rezagados y marginados. ¿A caso no existe una constante lucha por deslegitimar identidades diferenciadas?

Todas las características que constituyen la identidad de una persona se encuentran en el cuerpo. Cuerpos con un lenguaje, con una religión, con una identidad cultural, con diferente color de piel, dependiente de una clase social. Los cuerpos que están revestido por la seguridad que brinda el Estado, son en realidad los cuerpos que regula para crear un orden. Los demás cuerpos se encuentran afuera, inexistentes y que resisten al olvido.