Serpientes y escaleras - Precandidatos al 2024

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Precandidatos al 2024

En menos de dos años habrá un nuevo gobernador; en un año comienza el proceso electoral

 

Precandidatos al 2024

¿Quién es el bueno para el 2024? La pregunta se ha vuelto recurrente en las mesas y los comentarios que siguen son siempre un recuento de los personajes que desde hace varios meses han externado su interés por gobernar Morelos. Las preferencias de un aspirante a otro varían, hay quienes consideran que la candidatura derivará de una decisión política, otros piensan que será encuesta y algunos más anticipan que se impondrá criterio de género. Todos coinciden que en este momento la candidatura está en el aire.

Hay diferentes maneras de observar el proceso de sucesión en el estado y todas pasan por Morena. Obvio: el Movimiento de Regeneración Nacional encabeza la preferencia electoral, pero sobre todo tiene un escenario político en donde no hay oposición ni personajes con el carisma para ganar la elección más allá de las siglas. José Luis Urióstegui Salgado es la mejor propuesta opositora y como van las cosas se le va a complicar hasta el cierre de administración.

Veamos el escenario de la 4T:

Las candidaturas que más llaman la atención son: la gubernatura, las dos senadurías y la capital del estado; son cuatro posiciones llamativas que atraen la atención de muchos dentro del movimiento obradorista. Pongámosle nombre:

Del lado de Morena la historia comienza con el presidente municipal de Jojutla Juan Ángel Flores Bustamante, sigue con el edil de Jiutepec Rafael Reyes Reyes y remata con el coordinador de política y gobierno de la presidencia Rabindranath Salazar Solorio.

Las cartas del gobernador Cuauhtémoc Blanco son el secretario de transporte Víctor Mercado Salgado, su hermano Ulises Bravo Molina y la secretaria de desarrollo económico Cecilia Rodríguez. La directora de la Lotería Nacional Margarita González Saravia confía en que se impondrá el criterio de género, lo mismo que la petista Tania Valentina y la monrealista Lucía Meza Guzmán.

En esta primera lista hay nueve personajes que quieren presidir el gobierno de Morelos en el 2024; son nueve aspirantes y solo cuatro posiciones donde podrían acomodarse al nivel que esperan. Cinco de ellos se quedarán fuera de esta baraja.

Los escenarios probables para la candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional pasan por la realización de una encuesta; hace unos días la jefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum adelantó que la candidatura a la presidencia de la república de Morena se definirá por encuesta y es de suponer que lo mismo pasará en Morelos, porque de esa manera se han definido todas las candidaturas gubernamentales de la 4T desde que Andrés Manuel López Obrador es presidente de México.

Si este fuera el escenario, el que más posibilidades tiene de ser postulado al gobierno estatal es el presidente municipal de Jojutla Juan Ángel Flores, considerado por muchas encuestas el mejor alcalde de Morelos y uno de los mejor posicionados en el ranking nacional.

Pero la popularidad y la rentabilidad electoral no serán los únicos elementos que tomará en cuenta la dirigencia nacional de Morena en el 2024; los acuerdos políticos y la voz del gobernador Cuauhtémoc Blanco sin duda serán elementos de peso en esta historia. Si los compromisos políticos llevan mano, el favorecido por la 4T sería el secretario Víctor Mercado Salgado, aunque queda la duda si a la vuelta del tiempo el hermano del gobernador Ulises Bravo peleará esa misma posición o buscará el senado.

Explico: aunque en ningún momento Ulises Bravo ha externado su interés por competir en el proceso electoral del 2024, su intervención en el partido y la construcción de alianzas con muchos presidentes municipales deja claro que el hermano ha puesto su vista en el proceso electoral que viene. ¡Quiere ser senador! Dice algún personaje cercano al primer círculo del mandatario morelense; pero el tamaño de la estructura que está armando va más allá de una senaduría.

En caso de que la determinación de la candidatura al gobierno de Morelos sea por razones de género, es decir, que la ley obligue al partido a postular una mujer, el personaje al que debemos observar es Margarita González Saravia. La titular de la Lotería Nacional es fundadora de Morena, cien por ciento obradorista y aunque no es morelense por nacimiento, toda su vida ha estado en la tierra de Zapata y su identidad está fuera de toda duda.

Si la candidatura es para una mujer no queda duda que la postulada será la titular de Lotenal, porque a la par de su trabajo en el gobierno federal, la dama mantiene desde hace varios meses una agenda intensa en todos los municipios y trabaja no solo en el armado de una estructura política propia, también quiere posicionarse en las encuestas.

Sea cual sea la decisión que tome el partido en el 2024, por popularidad, por decisión política o por género, la postulación pasará por una encuesta. Puede ser que la dirigencia nacional privilegie la propuesta del gobernador Cuauhtémoc Blanco o que busque a una candidata mujer, pero en cualquiera de esos escenarios todos los aspirantes tendrán que demostrar que tienen rentabilidad en las urnas y eso se reflejará en una encuesta. “¿Quién tiene más pueblo?” es la pregunta que siempre hace el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando se discuten las candidaturas.

Construir una imagen de cara a una elección no es sencillo; vamos, es más fácil armar una estructura y sumar voluntades que elevar los niveles de conocimiento y traducirlos en intención de voto. La historia se vuelve mucho más compleja cuando se trata de figuras cuestionadas, con mala imagen o pasado oscuro, porque ahí lo primero que se debe hacer es limpiar la cara del aspirante para luego tratar de posicionarlo.

Aunque en una elección cualquier cosa puede suceder y en tiempos de la Cuarta Transformación todas las decisiones pasan por el escritorio del presidente, lo inevitable es que Morena mida a todos sus aspirantes y tome en cuenta su capacidad para refrendar la gubernatura y sumar votos a la campaña presidencial. Aquí entra un elemento más al análisis: en un proceso sexenal cuenta mucho la voz del candidato, a él se le tomará en cuenta en lo referente a las gubernaturas que se juegan el mismo día y por supuesto en la cámara de diputados federal y en el senado de la república, porque serán sus acompañantes en el ejercicio de poder presidencial.

En este momento hay tres figuras con una línea de trabajo perfectamente definida: 1- El alcalde Juan Ángel Flores apuesta por su popularidad, por la empatía que tiene en Morena y por los votos que pueda ganar más allá del morenismo; su objetivo es ganar la encuesta. 2- El secretario Víctor Mercado confía en el respaldo que le brinde el presidente de México al gobernador de Morelos y en el hecho que la decisión del partido sea política, aún por encima de la encuesta. Y 3- La directora de Lotenal cree que en Morelos su partido postulará a una mujer porque se impondrá el criterio de género, se sabe merecedora de la candidatura por su trayectoria partidista, pero entiende que necesita estructura y mayor posicionamiento social, por eso no para de moverse en los municipios.

Faltan menos de dos años para las elecciones y uno para que formalmente inicie el proceso electoral. Algunos de quienes buscan esa posición tienen claro que se trata de una jugada compleja en la que solo uno alcanzará el objetivo y tres más podrán ocupar las otras posiciones llamativas; los demás se tendrán que consolar con una diputación local, federal o ser invitados al gabinete de quien gane.

Hagan lo que hagan y digan lo que digan, los interesados en ocupar la silla que hoy tiene el gobernador Cuauhtémoc Blanco entienden que posicionarse frente a la sociedad es fundamental sea cual sea el camino que elija el partido para definir a su candidato. Por mucho que el presidente quiera al gobernador o aún en la coyuntura de género, la premisa de Morena siempre va a ser ganar las elecciones y eso depende de la rentabilidad de sus candidatos.

Quien no tenga pueblo, no será postulado.

·         posdata

Luego del albazo legislativo y la aprobación temprana del presupuesto 2023 el gobernador Cuauhtémoc Blanco acusó al coordinador general de política y gobierno de la presidencia de la república de operar en su contra con los diputados de oposición. Los señalamientos del mandatario refieren que Rabindranath Salazar a través de Miguel Licua movió tres de los seis votos de Morena para que con eso los representantes populares eliminaran la cláusula de transferencia y de esa manera complicar el funcionamiento del ejecutivo.

Directo, como siempre ha sido, el futbolista lamentó que con un interés eminentemente electoral el exsenador de Morena actuara en contra del estado, de sus instituciones y de sus habitantes; más tarde en los pasillos de poder se dijo que el brazo operador de Rabindranath Salazar con los legisladores morenistas es Miguel Lucia Espejo y con los medios de comunicación que lo atacan es Agustín Goicoechea.

La anulación de la cláusula de transferencia estatal representa un fuerte golpe para el gobernador, aunque todavía falta tiempo para que se concrete. Más allá de lo que suceda, de que el presupuesto se judicialice y las partes en conflicto recurran a una controversia jurídica para que sea una autoridad superior judicial la que diga la última palabra, lo evidente es que la guerra entre poderes está declarada.

El mandatario adelantó que la próxima semana acudirá a la Ciudad de México para tratar este tema porque “Los legisladores de la cuarta transformación no pueden estar aliados a otros partidos políticos”. Seguramente el gobernador tocará base con su partido y en el gobierno federal, porque militantes de Morena, a la vez funcionarios del gobierno federal estarían jugándole las contras a un gobierno de la 4T.

Algo hay que tener claro: ni la federación ni el partido tienen injerencia en la vida parlamentaria morelense, cualquier acusación que se haga puede quedar como antecedente sobre el actuar de algunos personajes del Movimiento de Regeneración Nacional, pero no hay manera de que desde esos lugares se revire lo hecho en el congreso. No al menos de manera ortodoxa.

Lo que sí puede tener un efecto importante es el cierre de filas entre instituciones obradoristas en torno al gobernador, porque de comprobarse que uno o más personajes del gobierno federal estarían operando en contra de un gobernador de la 4T, ahí sí pueden actuar.

El autor intelectual de los ataques dicen, es Rabindranath Salazar, pero los autores materiales serían Miguel Lucia Espejo y Agustín Goicoechea, uno como operador político en la cámara de diputados y el otro moviendo medios de comunicación contra el gobernador Cuauhtémoc Blanco. Los dos últimos trabajan en la Secretaría de Gobernación.

·         nota

Las semanas transcurren y los personajes que solicitaron el criterio de oportunidad en las denuncias de corrupción contra el gobierno de Antonio Villalobos tienen que mostrar las pruebas que afirmaron tener y que les permitirían disminuir su pena.

Los plazos se cumplen y si estos personajes no entregan lo que dijeron tener, van a regresar a la cárcel. Cuentan que entre las pruebas que se aportarían a la Fiscalía Anticorrupción podría aparecer nuevamente el nombre de Miguel Lucia Espejo, quien ya está señalado en otra denuncia por enriquecimiento inexplicable que obra en poder de la FECC.

·         post it

Dimes y diretes en el tema de seguridad; unos y otros se echan la culpa, se responsabilizan y tratan de darle la vuelta al problema.

Mientras ese debate político continúa, todos los días hay ejecuciones en Cuernavaca.

Alicia Vázquez Luna se quedó muy por debajo de las expectativas que muchos teníamos de ella. No es solo la falta de recursos, equipo y personal, el problema empieza con su actitud.

·         redes sociales

Los espacios virtuales se han convertido desde hace mucho tiempo en el ring de muchos peleadores callejeros.

La historia no es nueva, se popularizó en el sexenio pasado con los Gracobots, pero a lo largo de los años han surgido muchos personajes similares que presumen valentía desde el anonimato.

Obvio: atacar desde la clandestinidad es sencillo; identificar las cuentas que solo se dedican a pegarle a los demás por consigna es fácil.

Ese tipo de campañas ya no asustan a nadie, ni influyen en nada. 

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