Serpientes y escaleras - No ganó el PAN, perdió Morena

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - No ganó el PAN, perdió Morena

La suerte también juega en política… y por segunda vez estuvo del lado del abogado.

 

No ganó el PAN, perdió Morena

José Luis Urióstegui ganó la elección y estará al frente del ayuntamiento por un segundo periodo; su victoria fue por un margen estrecho, suficiente para mantenerlo en el cargo, pero muy poco para darle comodidad política. En esta nueva etapa de gobierno el abogado intentará consolidar lo que ha hecho hasta ahora, pero para lograrlo debe hacer ajustes dentro de su gabinete y en el manejo de su imagen; los números dejan claro que la gente no está del todo conforme con lo hecho en tres años. No ganó el PAN, perdió Morena.

Hagamos memoria: en la contienda electoral del 2021 José Luis Urióstegui no arrancó como favorito, casi todas las encuestas lo colocaban 15 puntos por debajo del candidato de Morena y se mantuvo abajo hasta una semana antes de que se instalaran las urnas. Esa vez el abogado hizo una buena campaña y a diferencia de las dos ocasiones anteriores en las que compitió como independiente, el arropamiento de los partidos políticos lo metió a la pelea y lo ayudo a ganar.

En el 2021 su triunfo no fue resultado del esfuerzo como candidato, ni tampoco de la estructura de los partidos que lo abanderaron, el elemento que hizo posible su victoria fue la división dentro de Morena y el hecho que los morenistas boicotearon a sus candidatos. Jorge Argüelles Victorero no era tan malo, pero la militancia no lo aceptó y el obradorismo lo ubicó más cerca del gobernador que del presidente, por eso no le otorgaron su voto.

En política como en cualquier deporte la suerte también cuenta y por segunda ocasión consecutiva la fortuna sonrió a José Luis Urióstegui en el 2024; cuando Morena perfiló como su candidato en Cuernavaca a Javier Bolaños Aguilar la percepción era que la 4T recuperaría la capital y los dos distritos locales, sin embargo la guerra interna generó una crisis que obligó al partido a buscar una tercera opción y reacomodar las diputaciones. La derrota de la capital es totalmente atribuible a Sergio Pérez y Ulises Bravo.

Alejandra Flores se había apuntado como precandidata a la presidencia municipal buscando que la dejaran competir por una diputación local o la consideraran en una regiduría; la dama nunca esperó que la postularan a la alcaldía y cuando eso sucedió no tenía elementos con que fortalecer su candidatura. El brete provocado por Pérez y Bravo cambió todo el panorama capitalino para Morena y a la postre costó a la 4T dos posiciones en la cámara y la presidencia municipal de la capital.

Como candidata emergente Alejandra Flores hizo un papel decoroso, pero insuficiente porque además de que no tuvo el apoyo de la militancia, padeció los malos modos y mala fama de su pareja sentimental y de su padre. Por sí misma Alejandra no es una figura carismática, a ello se añadió la arrogancia de su gente cercana, hecho que alejó no solo a militantes y simpatizantes, también provocó que algunas personas y grupos que iban a apoyar a Morena se fueran con su rival. “¡Imagínate a esos dos corruptos cogobernando con ella la capital!” era la frase que se escuchaba en muchos lados.

La de Urióstegui en el 2024 fue una campaña discreta, casi clandestina, con un terrible manejo informativo, sin imagen y muy poca promoción. La mediocridad de su propuesta se puede medir en los resultados finales: a pesar de la fuerza que le brindó ser alcalde/candidato y competir contra una candidata malísima, ganó por muy poco margen.

Sí se cuentan solo los votos del PAN y los de Morena, quien ganó la elección es Alejandra Flores; la victoria del abogado se consiguió con los votos extras que llegaron a través de su propia estructura ciudadana y de los que le aportó el PRI, sin ellos habría perdido. Lo mismo habría ocurrido con la candidata al segundo distrito local del PAN: sin los votos de los partidos aliados habría ganado Morena con la peor candidata de todos los tiempos.  

El Partido Revolucionario Institucional le va a cobrar muy caro su apoyo a José Luis Urióstegui en el próximo gobierno municipal, sobre todo por los malos modos y maltrato que como candidato tuvo con la estructura priísta que lo apoyó.

La victoria del PAN en Cuernavaca ha sido impugnada por la candidata de Morena, ella y su equipo denuncian irregularidades en el proceso, acusan que se hizo un mal conteo de los votos y piden que se anule la elección. Dado el poco margen que separa al primero del segundo lugar, el recuento podría eventualmente revertir el resultado, pero en ningún caso es viable anular el proceso.

Personalmente no creo que la historia vaya a cambiar, es decir, el triunfo de José Luis Urióstegui se mantendrá porque es evidente que también en esta etapa post electoral la candidata capitalina de la 4T está sola, sin el acompañamiento de su partido ni de la gobernadora electa. Alejandra Flores y su equipo van a pelear en las diferentes instancias jurídicas, pero saben que las posibilidades de cambiar las cosas son casi inexistentes.

En su segundo periodo como presidente municipal José Luis Urióstegui debe hacer un ejercicio personal de reflexión y autocrítica que le permita identificar sus fortalezas y debilidades, que le ayude a modificar su actitud y sobre todo a entender que entre la política teórica que él conoce y el ejercicio de gobierno diario son distintos.

En estos primeros tres años hay cosas buenas que resaltar de su gobierno, pero sus logros los conocen muy pocos porque el ayuntamiento ha sido incapaz de comunicar adecuadamente lo que hacen; si esa lógica continúa, en tres años ni la suma de todos los partidos ayudará al abogado a ganar de nuevo.

La victoria panista de la capital es buena, pero no para echar campanas al vuelo porque es más resultado de los errores y de las divisiones de su rival que de los aciertos propios. José Luis Urióstegui es una buena persona y un alcalde regular que logro cosas importantes para el ayuntamiento, pero ha sido incapaz de comunicar sus acciones.

Igual que en su campaña, como gobierno el abogado padece de una terrible oficina de comunicación que se mezcla con la pésima imagen que le irradian los hermanos Martínez Terrazas; lo que viene no será sencillo, porque ahora cargará también con priístas y perredistas que tomarán al gobierno municipal como refugio y como botín. Con mucha más razón cuando saben que sin sus votos el PAN no habría ganado.

Si repite la misma actitud y gabinete, el futuro del abogado no será promisorio.

·         posdata

Concluido el cómputo electoral, ya se puede saber cómo estará integrada la siguiente legislatura local. Veamos:

Morena ganó siete diputaciones de mayoría:

Distrito 3, Sergio Omar Livera Chavarría,

Distrito 4, Guillermina Maya Rendón,

Distrito 5, Jazmín Juana Solano López,

Distrito 6, Rafael Reyes Reyes,

Distrito 7, Nayla Carolina Ruíz Rodríguez,

Distrito 11, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez,

Distrito 12, Martha Melissa Montes de Oca Montoya.

PAN gana tres diputaciones de mayoría:

Distrito 1, Oscar Daniel Martínez Terrazas,

Distrito 2, Andrea Valentina Guadalupe Gordillo Vega,

Distrito 10, Francisco Erik Sánchez Zavala.

PT gana una diputación de mayoría

Distrito 8, Alberto Sánchez Ortega.

PES gana una diputación de mayoría:

Distrito 9, Alberto Domínguez Mandujano.

Luego viene la distribución de plurinominales y así podrían quedar:

Morena tendría dos escaños:

Issac Pimentel Mejía y Brenda Espinoza López.

Acción Nacional uno:

Gerardo Abarca Peña.

Movimiento Ciudadano uno:

Luz Dary Quevedo Maldonado.

Partido del Trabajo uno:

Tania Valentina Rodríguez Ruiz.

Partido Verde uno:

Luis Eduardo Pedrero González.

Partido Revolucionario Institucional uno:

Jonathan Efrén Márquez Godínez, o si se define por paridad de género la segunda de la lista, Eleonor Martínez.

Nueva Alianza uno:

Mario Luis Salgado Salgado.

En resumen: Morena y aliados tendrán 14 votos, la alianza opositora tendrá 5 y MC uno.

·         nota

Agustín Alonso hizo una interesante reflexión al final de su periodo como diputado local: los conflictos entre poderes frenaron el desarrollo del estado.

Parece verdad de perogrullo, algo obvio o notoriamente sabido, pero es la primera vez que el yautepequense acepta que el enfrentamiento con el gobernador Cuauhtémoc Blano sí tuvo costos muy altos para el estado.

La que viene será una legislatura distinta en todos los sentidos, empezando por el hecho que la oposición no tendrá una figura sobresaliente como Agustín Alonso, ni una mayoría aplastante como la que tuvieron y malgastaron en este periodo.

Tengamos claro algo: Francisco Sánchez fue presidente del congreso porque así lo quiso Agustín, él fue el cerebro de la oposición, el artífice de todas las estrategias y quien al final desmanteló al G15; el panista fue un instrumento que utilizó, principalmente, por sus limitaciones personales y políticas, mezcladas con su ambición económica personal. Y eso ya no ocurrirá en la legislatura que viene.

Lo dice bien Agustín Alonso: el pleito entre poderes costó mucho al estado. Ojalá no se repita.

·         post it

¿Qué diputado (a) de Morena llevará la batuta política en la siguiente legislatura morelense?

Si es por experiencia puede ser Rafa Reyes; si la decisión es a partir de los resultados electorales quien asumirá el reto es Alfonso de Jesús Sotelo.

En esta decisión no aplica la regla de género, porque la gobernadora requerirá de alguien experimentado que le ayude a fortalecer la gobernabilidad en la cámara.

·         redes sociales

Margarita González ganó la elección por el trabajo que hicimos como gobierno: Cuauhtémoc Blanco.

Se vale opinar.

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