Serpientes y escaleras - ¿Morelos necesita más diputados?

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - ¿Morelos necesita más diputados?

La iniciativa para ampliar los escaños parlamentarios es partidista, no ciudadana.

 

¿Morelos necesita más diputados?

El congreso local analiza una iniciativa que pretende elevar de 20 a 30 el número de legisladores; el argumento de los partidos que apoyan esta propuesta se basa en la subrepresentación que hay en el estado y la necesidad de que los ciudadanos tengan una mayor presencia parlamentaria. El congreso de Morelos nos cuesta 612 millones de pesos al año; la pregunta es ¿Realmente necesitamos más diputados?

La iniciativa presentada por el diputado panista Daniel Martínez Terrazas encierra un dilema clásico de representación y eficiencia que atiende una óptica partidista, justificada en el argumento de que la cámara tenga una mayor pluralidad.

Bajo esa mirada la idea es que los partidos pequeños y las candidaturas independientes tengan más posibilidades de conseguir una representación, reduciendo las mayorías absolutas y acercando el cuadro legislativo al voto real de la ciudadanía. Aumentar el número de curules ayudaría a que cada región del estado vea reflejada su voz en el parlamento y los procesos de selección de candidatos de los partidos sean más abiertos y competitivos.

Pero aunque esos razonamientos puedan tener validez, más legisladores representan un mayor gasto en salarios, apoyos y estructura con cargo al erario; un congreso más numeroso podría significar más tiempo para alcanzar acuerdos, lo que se traduce en retraso constante en el trabajo legislativo, que ya de por si es deficiente.

La iniciativa presentada parte de una lógica numérica y geográfica, es decir, más representantes populares para el mismo estado, lo que en algunos casos reduciría el tamaño de los distritos. Lo que no aparece por ningún lado en esta historia es un mecanismo que eleve la calidad de nuestros representantes populares, es decir, algo que garantice al ciudadano que las personas que accedan al congreso estén capacitadas para ejercer el cargo y no sean, como ha sucedido en los últimos años, levantadedos que cobran por hacer y votar lo que otros les dicen,

La propuesta de aumentar diputados no representa ninguna demanda social, es un interés partidista que, además, apuesta por cantidad y no por calidad. Más curules pueden significar clientelismo, recompensas políticas, espacios para quienes pueden pagar una campaña y obtener votos, pero no garantizan eficiencia ni honorabilidad en su desempeño.

La legitimidad democrática mejora con una representación plural, pero eso no significa de ninguna manera que necesitemos un congreso más grande. Si los diputados quieren fortalecer el trabajo de representación popular el camino no es aumentar el número de integrantes del parlamento, sino la implementación de mecanismos de transparencia en el proceso de selección de candidatos, profesionalización del cuerpo legislativo y eficacia en el trabajo de las comisiones.

La eficiencia y la honestidad de un congreso no depende del número de diputados que lo conforman, sino de la calidad y capacidad de quienes ejercen el encargo. Actualmente tenemos un congreso electo democráticamente, pero sin ningún tipo de filtro profesional, educativo, de capacidad intelectual o solvencia moral.

La legislación actual no establece ningún tipo de criterio que garantice el buen desempeño a quienes aspiran a ocupar un espacio en los congresos, existen cuotas de género y para grupos minoritarios, pero no hay nada que otorgue al pueblo la certeza de que sus diputados actuarán de manera correcta.

Antes de pensar en ampliar el número de curules del congreso de Morelos, habría que pensar en reformar las causas profundas de la deficiencia legislativa. Un congreso más grande integrado por representantes sin preparación ni ética para legislar solo agravará las ineficiencias y la corrupción. La meta como sociedad tendría que ser elevar el estándar de los diputados y robustecer los mecanismos de control ciudadano y de disciplina interna para que cualquier ampliación en el número de diputados se traduzca en un salto cualitativo para la democracia y no una vulgar ampliación de las cuotas de poder de los partidos políticos.

Tengamos algo claro en esta historia: la propuesta para ampliar el número de diputados en el congreso morelense fue presentada por el PAN, pero cuenta con el consenso de todos los partidos políticos representados en la cámara. La idea es que este documento se analice y se apruebe antes de que concluya este periodo ordinario de sesiones y la reforma aplique para la elección del 2027.

Todo lo que se argumente alrededor de lo que ya acordaron los partidos políticos a través de sus representantes parlamentario está de sobra, porque la iniciativa avanzará rápidamente, sin considerar la opinión ciudadana, porque es lo que les conviene a todos los que forman parte de esta negociación.

Ante ello lo único que habría que exigir a los diputados es que añadan a la reforma algunos candados que ayuden a garantizar mejores resultados en el trabajo legislativo, como estudios mínimos, capacitación constante, transparencia en el manejo de los recursos, evaluaciones permanentes del trabajo, foros de rendición de cuentas por distrito y consultas ciudadanas vinculantes en temas prioritarios.

Si la iniciativa no considera ninguna de estas cosas y se centra en la simple ampliación de distritos, estaremos una vez más ante una reforma a modo y conveniencia de los actores de poder, no del pueblo, lo que representará un mayor gasto, diluirá el recurso público y replicará los mismos problemas.

Hasta ahora ningún diputado ha planteado la necesidad de profesionalizar su trabajo, ni de crear candados que eviten que figuras relacionadas con la delincuencia organizada obtengan un escaño y el fuero que lo acompaña, tampoco hablan de establecer mecanismos de control para que los ciudadanos puedan evaluar a sus representantes populares y retirarles la confianza en caso de ser necesario. Nada de eso hay en la reforma, se trata de una propuesta que lisa y llanamente incrementa el botín de los partidos.

Los morelenses no necesitamos más plazas legislativas, lo que requerimos es una asamblea que legisle con conocimiento, ética y sentido de la responsabilidad.

Cuando eso ocurra, entonces sí los ciudadanos podremos considerar si es necesario aumentar el número de diputados.

·         posdata

Veamos al parlamento de Morelos desde otra óptica:

El presupuesto para el congreso local en el 2025 es de 612 millones de pesos, lo que significa un gasto de más de 30 millones de pesos anuales por legislador, más del doble de lo que cuestan los diputados de otros estados.

En inversión para fiscalización, el promedio nacional destinado por los congresos locales es de 27.5 centavos de cada peso, mientras que en Morelos se destinan solo 9 centavos.

En términos de transparencia legislativa, la percepción se satisfacción ciudadana promedio en los congresos locales es el 79%, mientras que el de Morelos se ubica en 36%.

La evolución presupuestal del congreso morelense ha sido exponencial en los últimos años:

1-    Legislatura 52 (2012 - 2015) $395 millones de pesos anuales.

2-    Legislatura 53 (2018 – 2021) $468.5 millones de pesos anuales.

3-    Legislatura 54 (2021 – 2024) $534 millones de pesos anuales.

4-    Legislatura 55 (2024 – 2027) $600 millones de pesos anuales.

El presupuesto legislativo en Morelos ha tenido un crecimiento sostenido de un congreso a otro, representando un 52% en once años.

El incremento en el gasto parlamentario morelense contrasta con la falta de inversión en mecanismos de control interno y capacitación legislativa, lo que alimenta el debate sobre la necesidad de profesionalizar antes que ampliar y multiplica los señalamientos de corrupción hacia los diputados.

Visto desde otro ángulo. ¿Qué podría hacer el estado con 600 millones de pesos al año?

a)    Se podrían equipar y rehabilitar 300 escuelas rurales y urbanas (140mdp).

b)    Se podrían rehabilitar o construir 40 clínicas de primer nivel (120mdp).

c)    Se podrían comprar 500 patrullas, cámaras de videovigilancia y sistemas de emergencia (80mdp).

d)    Se podrían pavimentar 200 kilómetros de caminos rurales y mejorar caminos vecinales (100mdp).

e)    Se pueden ampliar redes de agua potable y saneamiento en 50 comunidades (80mdp).

f)     Se pueden otorgar becas escolares (10 mil pesos/año) y apoyos alimentarios (60mdp).

g)    Contratar auditores profesionales para fortalecer el trabajo de los 36 presidentes municipales (20mdp).

Y sobran 12 millones de pesos.

·         nota

La propuesta para elevar el número de legisladores locales en el congreso de Morelos fue presentada por el panista Daniel Martínez Terrazas; la iniciativa busca reformar el artículo 24 de la Constitución local y modificar diversas disposiciones del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales.

La idea es aumentar el número de diputaciones locales de 20 a 30 mediante un nuevo proceso de redistritación que considera 18 curules de mayoría relativa, ocho de representación proporcional y cuatro de primera minoría. 

La segunda parte de la iniciativa propone modificar el acuerdo emitido por el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana en cumplimiento de la sentencia que ordena reservar 21 municipios exclusivamente para candidaturas para mujeres en el proceso electoral de 2027. 

Lo que el coordinador parlamentario del PAN propone es ajustar el listado de municipios definidos por el Impepac para excluir a Cuernavaca, Jiutepec y otros de la regla de 21 mujeres, además de que propone un mecanismo de alternancia de género, es decir, en los municipios donde haya gobernado un hombre deberá postularse una mujer en el siguiente trienio y viceversa. 

En ambas propuestas hay interés particular de Martínez Terrazas y de varios actores políticos; en el caso del panista, porque él quiere ser el candidato de su partido en Cuernavaca.

Ambas iniciativas, cuentan los que saben, se consensaron antes de presentar el documento en la cámara. Ergo: se van a aprobar.

·         post it

El secretario de gobierno Juan Salgado Brito fue cuestionado sobre la idea de ampliar el número de diputados locales y su respuesta, temerosa, fue que “el tema debe ser estudiada a fondo y escucharse todas las voces involucradas”.

Otro Salgado, el alcalde de Cuernavaca José Luis Urióstegui Salgado dijo de manera categórica que, de ampliarse el número de curules, no debería haber un impacto presupuestal, es decir: aunque haya más diputados, no deben costar más dinero al erario.

Me quedo con la declaración de José Luis.

·         redes sociales

Hablando de costos elevados:

En el 2010 el Instituto Estatal Electoral (IEE) recibía de presupuesto anual 22 millones de pesos para Gasto Operativo y 53,414 para financiamiento de partidos políticos.

En el 2024 el Instituto Morelense de Procedimientos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPAC) recibió 173 millones 180 mil 480 pesos para Gasto Operativo y 167 millones 531 mil 833 pesos para financiamiento de partidos políticos.

Con menos consejeros, el IEE hacía mucho más que lo que hoy hace el IMPEPAC y el presupuesto les alcanzaba.

¿A nadie se le ha ocurrido revisar lo que sucede ahí?

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