Serpientes y escaleras - Los últimos días
En opinión de Eolo Pacheco
… Y de repete Margarita González comenzó a parecer gobernadora.
Los últimos días
Durante cincuenta días el discurso de las candidatas a la gubernatura de Morelos se movió entre ataques y defensa de la 4T. La propuesta de cambio de la abanderada opositora se ha basado en el enfado popular contra Cuauhtémoc Blanco y el deseo de revancha, mientras que en Morena todo ha girado en torno a los logros del gobierno federal. En la víspera de que concluyan las campañas Margarita González Saravia ha dado un giro a su discurso y ofrece un gobierno distinto, mejor, en el que caben todos. Ahora sí parece gobernadora.
La presentación de su plan de gobierno parece ser el verdadero punto de partida de la próxima administración, no solo porque establece cinco ejes prioritarios para el desarrollo y un gobierno humanista que priorizará la reconstrucción de la vida pública y el tejido social, sino porque el mensaje ya no solo les habla a los suyos, es un discurso incluyente que convoca a todos.
Los caminos a través de los cuales la candidata pretende llevar a Morelos a un estado diferente son interesantes, pero en nada distintos a los que siempre proponen quienes aseguran tener la solución para todos los problemas: Seguridad, Justicia y Reconstrucción de la paz, Economía, Bienestar, Medio Ambiente, Gobierno Democrático… nada nuevo, insisto, a lo que en el 2018 propuso Cuauhtémoc Blanco y en el 2012 ofreció Graco Ramírez. ¿Qué cambia entonces? Qué a diferencia de esos hombres, Margarita González es una buena persona.
En esta campaña las diferencias comienzan porque finalmente la candidata se salió del discurso que ha mantenido a lo largo de muchos meses, dirigido solo a militantes y simpatizantes, sin tomar en cuenta a las demás personas ni dar cabida a opiniones distintas a la suya. En estos meses de precampaña y campaña Margarita González ha dejado claro que es ella quien toma las decisiones, pero también ha evidenciado una terquedad que no le ayudará en nada a hacer un buen papel como gobernadora.
Precisamente por eso este mensaje es distinto y alentador, porque muestra a una candidata que comienza a parecer gobernadora, que entiende el enorme reto que tiene enfrente y también la necesidad de convocar y escuchar a todos los morelenses, no solo a sus simpatizantes; la reconstrucción de un estado que se ha venido deteriorando paulatinamente desde hace cinco sexenios, en buena medida por la necedad de quienes nos gobiernan, es una labor que la próxima gobernadora no logrará sola, se requiere trabajo de equipo.
En la campaña y numéricamente hablando, la representante de Morena siempre ha estado por encima de su rival: tiene más actividades públicas y eventos con muchas más personas, ha recibido adhesiones importantes y el apoyo absoluto de su candidata a la presidencia de la república, que en este proceso ha venido en dos ocasiones y está programada una tercera visita antes de que concluyan las campañas. Ayer, por cierto, volvió a venir a respaldarla su dirigente nacional Mario Delgado.
Muchas veces se ha dicho que llenar plazas no implica llenar urnas, Rodrigo Gayosso y Jorge Argüelles son un claro ejemplo de ello; pero la consistencia del trabajo de Margarita, su buena fama personal y la fuerza de la marca son elementos que a diferencia de los ejemplos anteriores, podrían traducir la simpatía que se ve en los eventos en votos en las urnas.
La presentación del Plan de Gobierno 2024-2030 mostró por primera vez a una Margarita González Saravia con porte de gobernadora, con un planteamiento incluyente y la actitud que necesitará la persona que en unos meses estará a cargo de las instituciones del estado. Hasta ahora la campaña ha sido intensa, agobiante y con mucho estrés por el grado de belicosidad que hemos visto, aún así hablamos de la parte más sencilla de esta historia.
Gobernar un estado como Morelos, donde la gente está sumamente politizada, bien informada y existe una calaña de políticos dispuesta a cualquier cosa con tal de obtener el poder y ganar dinero implica un esfuerzo extraordinario; ese trabajo empieza con un equipo eficiente, capaz y comprometido, algo que no se ha visto en los últimos gobiernos.
Margarita González Saravia es una dama honesta, con experiencia en la administración pública y conocedora del estado, su plan de gobierno suena bien, aunque no aterriza nada concreto ni establece caminos a través de los cuales alcanzar las metas. Lo más importante no está en la retórica, sino en las personas que estarán al frente de las instituciones. Y esas aún no se ven.
Al lado de Margarita González Saravia hay figuras de la vieja izquierda, reconocidas por su congruencia y habilidad política, pero sin mucha experiencia práctica en labores de gobierno; también hay otros personajes de mala fama como Tadeo Nava, que nada tienen que ver con el discurso obradorista, ni los preceptos de no mentir, no robar y no traicionar que promete el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su sola presencia empaña a Margarita.
Ese es el punto que falta pulir del lado de la 4T: su candidata es una mujer decente y desde la semana pasada comienza a actuar como gobernadora, con un discurso más amplio, incluyente y allende las fronteras del “chairismo”; lo que ahora falta es que muestre al equipo que la acompañará en el gobierno y haga de lado a figuras de mala fama pública, de dudosa reputación y conocidos por su enorme ambición económica. Más allá de un buen plan de gobierno, esa sería una buena razón para votar por ella.
Margarita González ha rebasado a Lucía Meza porque a pesar de que la candidata opositora ha realizado una buena campaña, se ha quedado atorada en el discurso agresivo, en los ataques y los adjetivos. Así como Morena ya tiene convencidos a los suyos, del lado de la oposición no hace falta convencer a quienes por sí mismos ya está en contra de la 4T. El reto en ambos casos es ir por quienes aún no se deciden y es ahí donde el discurso debe ser más amplio.
Personalmente no veo aún claridad en el proceso, ni tampoco una ventaja definitiva de parte de alguna de las candidatas. Mantengo mi hipótesis de que la marca es fuerte y ayudará a su representante, pero considero que el día de la elección será el ciudadano quien validará lo que ambas han hecho y propuesto.
Creo que quien gane la próxima elección lo hará por un dígito de diferencia.
· posdata
La denuncia sobre la existencia de una red de acosadores sexuales y tratantes de personas dentro del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca cayó como balde de agua fría a muchos, porque se trata de una historia de horror que se estaría escribiendo al amparo del gobierno municipal.
Fue una dama, aparentemente trabajadora o extrabajadora del Sapac, quien se atrevió a presentar formalmente la denuncia ante las autoridades correspondientes y señaló a quienes, dijo, se han convertido en hostigadores de las empleadas: Héctor Polanco, Dante Chávez y Eleael Acevedo, tres personajes cercanos al alcalde José Luis Urióstegui.
Por sí mismo el hecho es gravísimo y amerita una investigación inmediata, hablamos de un delito, de una acción que no puede permitirse y obligaría a autoridades judiciales y organismos de mujeres y de derechos humanos a voltear a ver lo que sucede ahí. Lo que denuncian no solo es ilegal, también es algo profundamente inmoral que no puede ser solapado de ninguna forma.
El manejo del organismo operador de agua potable de la capital es terrible en término de resultados, el equipo designado por José Luis Urióstegui no ha estado a la altura de las necesidades, pero gozan del apoyo irrestricto del alcalde porque se trata de abogados amigos suyos, que nada saben del tema, pero le son incondicionales.
El problema es que además de la ineficiencia operativa en el Sapac, ahora se denuncia que dentro de la dependencia ocurren cosas terribles, se hostiga a las trabajadoras, se les presiona sexualmente y se les obliga a conceder favores sexuales para conservar su trabajo.
Algo similar a lo que pasó al inicio del trienio con Luis Anguiano, amigo y suplente de José Luis Urióstegui, quien tuvo que dejar el cargo de administrador del mercado Adolfo López Mateos porque fue señalado de acosador. Anguiano ahora trabaja en la oficina del presidente municipal.
Imposible suponer que todo esto ocurra sin que el alcalde José Luis Urióstegui este enterado. Y si por alguna razón no lo sabía, ahora que la denuncia es pública ya lo sabe y debe actuar de manera firme y contundente, so pena que de no hacerlo será cómplice.
El caso de Luis Anguiano y los Abogados de Sapac no son los únicos casos de agresión contra mujeres que existe en el gobierno de Cuernavaca en donde se involucra a José Luis Urióstegui. Ahí está el expediente del regidor Fernando Carrillo, sospechoso de la muerte de su expareja sentimental, denunciado también por su exesposa, a quien golpeó salvajemente.
El ayuntamiento de Cuernavaca fue una cueva de ladrones con Villalobos y se volvió un refugio de acosadores con Urióstegui.
· nota
En el marco del proceso electoral vuelven a aparecer los documentos que comprueban la manera como la diputada Andrea Gordillo se ha beneficiado económicamente de su representación popular.
Tres meses después de asumir el cargo la dama recibió casi medio millón de pesos por concepto de “viáticos” y posteriormente se filtraron las facturas que el congreso local le pagó por compras realizadas en supermercados y tiendas departamentales.
Al arranque de la actual legislatura la joven diputada parecía ser la semilla de la cual podría salir una nueva clase política, una generación distinta, con valores, honestidad y compromiso, lamentablemente muy pronto demostró que quienes teníamos esa esperanza estábamos equivocados.
El dinero y el poder han marcado su andar en el congreso y definen su manera de hacer política; de otros viejos políticos este tipo de actitudes no extrañan porque siempre han actuado de esa manera, pero en el caso de una joven que tuvo su primera oportunidad en política y que llegó con muchas banderas sociales, como el feminismo, la protección y cuidado de los animales y el rescate del medio ambiente, resulta decepcionante cómo de inmediato se mimetizó con lo peor de la política.
La esperanza del electorado cada tres años es que llegue gente decente, mejor que los anteriores, que cumplan sus promesas, que realmente busquen que la situación mejore para los ciudadanos y honren su palabra. Andrea Gordillo no es ese tipo de político: su manera de actuar en la legislatura local advierte que está dispuesta a negociar cualquier cosa con tal de obtener un beneficio económico personal y emula la frase maquiavélica referida a que el fin justifica los medios.
O para que lo entiendan los lerdos integrantes de esta legislatura: “Lo que a ella le gusta es la lana”
· post it
Margarita González Saravia no acudió al segundo debate organizado por el Impepac entre candidatas a la gubernatura de Morelos; no fue sorpresa, lo dijo desde el principio: solo acudiría a un debate.
Consciente de ello Lucía Meza no dejó pasar el hecho y en varias ocasiones le lanzó mensajes desde sus redes sociales, cuestionándola por su ausencia e ironizando con el temor que, dijo, tenía su rival para contrastar ideas.
La ausencia de la candidata de Morena no es ocurrencia, se trata de una decisión bien pensada en su equipo, valorando el costo que tendría no acudir, pero tomando en cuenta lo que podría pasar si decidía presentarse.
La ecuación es simple: ¿En qué escenario perdían más?
· redes sociales
En menos de una semana ocurrió la segunda balacera, ahora en el centro histórico de Cuernavaca, a unos metros del palacio de gobierno.
La situación en la capital y en el resto del estado es sumamente grave, aunque se diga lo contrario.
La seguridad en Cuernavaca en estos años en lugar de mejorar, ha empeorado.
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