Serpientes y escaleras - La fiscalía anticorrupción

Cayó un graquista ¿Se acabó la impunidad?

La fiscalía anticorrupción

La captura de Jerónimo Bernal Soliveras, personaje muy cercano a Graco Ramírez y Rodrigo Gayosso puede ser la primera de varias acciones que lleve a cabo la Fiscalía Anticorrupción en esta nueva etapa. El extitular del Fideicomiso del lago de Tequesquitengo no fue un funcionario cualquiera, se trata de alguien que durante la campaña recolectó apoyos económicos para el tabasqueño y a lo largo del sexenio formó parte del primer círculo de la familia gobernante. 

Los movimientos que en las últimas semanas han ocurrido al interior de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción están directamente ligadas con la pugna que el gobierno federal mantiene con el fiscal de Morelos, por ello la detención del exdirector del Fideicomiso lago de Tequesquitengo no puede verse como un hecho aislado. A Bernal Soliveras le atribuyen los delitos de ejercicio indebido del servicio público y tráfico de influencias; extraoficialmente se le ubica, junto con Sergio Beltrán Toto, Armando Sanders, Jorge Michel y Andrik Ruíz de Chávez, como figuras claves en el entramado de corrupción de la administración anterior.

Los delitos atribuidos a este personaje representan un daño patrimonial al estado por más de 130 millones de pesos, se le imputa haber recibido contratos para empresas de las cuales él y su padre son socios; el acusado ha litigado el tema desde hace varios años y un punto clave en la historia, dicen, tuvo lugar en el Vips de la avenida Emiliano Zapata, al norte de Cuernavaca, cuando el acusado se entrevistó con el Fiscal Anticorrupción por intermediación de un notario y ahí, cuentan, logró un acuerdo económico para que la FECC no actuara. El tema se congeló, pero el error de Bernal Soliveras fue que no exigió la cancelación legal de la denuncia en su contra, por eso la denuncia revivió ahora.

La captura de Jerónimo Bernal ocurre justo cuando el fiscal general del estado ha perdido el control de la dependencia y el nuevo titular responde a intereses opuestos. Desde hace varias semanas las instalaciones de la FECC se encuentran resguardadas por elementos de la CES y de la Marina, luego de que dentro del proceso contra Uriel Carmona Gándara los responsables de la oficina alegaron el extravío de un expediente. La captura del funcionario graquista ocurre en el marco de esta lucha y podría dar señales de que ahora van contra el grupo político al que pertenece el fiscal.

Si observamos la detención del exfuncionario de manera individual se trata de un hecho que deriva de acciones judiciales iniciadas desde hace varios años; cosa distinta resulta si lo vemos dentro de un proceso integral que empieza con el cambio de dirección de la Fiscalía Anticorrupción y el descobijo de los graquistas; ahí el resultado puede ser predecible y las acciones incluirían a más personajes, incluyendo por el exgobernador y su hijastro.

La pugna entre las fiscalías General de la República, de la Ciudad de México y la de Morelos tiene un origen político, de ahí la presión contra Uriel Carmona; al fiscal morelense se le acusa por diversos delitos, pero en el fondo lo que le reclaman es su postura política en la lucha entre los poderes del estado y el tutelaje que le atribuyen de Graco Ramírez. Carmona se equivocó al tratar de medir fuerzas con el gobierno federal, pero sobre todo erró al mantenerse al lado del exgobernador perredista

A Cuauhtémoc Blanco nunca le agrado tener como fiscal a un funcionario nombrado por su antecesor y en algún momento del sexenio, dicen, había logrado un acuerdo con él para una salida pactada en las condiciones que el abogado solicitaba; las cosas iban bien hasta que intervino Graco Ramírez y todo se vino abajo.

El trato entre el titular de la fiscalía y el jefe del ejecutivo nunca fue amistoso, pero las cosas se complicaron con la llegada de la actual legislatura y la intervención del tabasqueño en la agenda política y legislativa del estado; cuando Graco comenzó a asomar la cabeza para atacar al presidente Andrés Manuel López Obrador y a Morena desde el FAM, la tensión se elevó en torno al fiscal y la postura del gobierno federal se endureció. Ahora el objetivo ya no es solo Carmona.

Desde hace varios meses Graco Ramírez se reactivó en la política, se incorporó al Frente Amplio para atacas al gobierno federal, a Morena y a Claudia Sheinbaum; localmente mueve al congreso contra el gobernador y eso provocó que las diferencias entre el tabasqueño y el futbolista pasaran a segundo plano, porque el perredista se volvió incómodo para la 4T. “Ya vimos que anda muy activo, él está detrás de los diputados y del fiscal” dijo hace algunas semanas en su conferencia mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Bajo esa óptica la captura de Jerónimo Bernal puede no parece ser un hecho aislado, ni el resultado de un proceso ordinario; existen denuncias y delitos cometidos, pero lo que cambió es que ahora la FECC ya no está en manos de graquistas, ni está dispuesta a proteger a todos los personajes cercanos al exgobernador.

Hace unos meses cuando un juez ordenó el encarcelamiento de Sergio Beltrán Toto el exgobernador Graco Ramírez entró en pánico, cuentan quienes estuvieron cerca de él, que se movió por todos lados, ofreció dinero y buscó hasta que encontró la manera de que liberaran a quien estuvo encargado de la reconstrucción. La razón es obvia: Beltrán Toto es un personaje clave en el engranaje de corrupción de su gobierno, tiene mucha información comprometedora y a través del criterio de oportunidad pudo dar pie a la detención del exgobernador y de su hijastro. Lo mismo podría ocurrir con Jerónimo Bernal, Andrik Ruíz de Chávez o Armando Sanders.

Si consideramos que la mayoría de los delitos que se les imputan a estos personajes no han prescrito, el cambio en la política de la FECC aparece como una señal de alarma para todos los involucrados en las denuncias, de ahí la desesperación graquista por mantener el control. La confianza del tabasqueño no está su inocencia o sus actuaciones “conforme a derecho”, sino en las redes de complicidad y protección que construyó antes de dejar el cargo.

Las lealtades en política tienen fecha de caducidad y se rompen cuando los intereses personales se ven afectados; hasta ahora los graquistas se han mantenido unidos porque la FECC representa un blindaje para todos y sin importar las denuncias, nada pasaría porque el titular de la oficina no lo permitiría. Pero eso podría cambiar si el control de la oficina cambia de manos.

Quizá a la vuelta del tiempo las acciones de la FECC no lleguen a nada y los acusados logren a través de argucias legales o amparos evitar la cárcel, en tanto eso sucede, sí es que sucede, vivirán tiempos de incertidumbre, con la preocupación de ser detenidos como Jerónimo Bernal y miedo de ir a la cárcel.

El sueño y la tranquilidad es algo que los graquistas ya perdieron.

·         posdata

El duelo entre el fiscal general de Morelos y la fiscalía de justicia de la Ciudad de México no ha terminado; la liberación de Uriel Carmona no representó el punto final de esta historia y las acusaciones que la semana pasada hizo en su contra la secretaria Luisa María Alcalde lo confirman. El titular de la FGE enfrenta una nueva embestida y la Fiscalía Anticorrupción es una pieza clave en el proceso, de ahí pueden surgir las nuevas acciones en su contra y en contra de su mentor político.

Uriel Carmona es la cabeza visible del grupo que está en pugna con al 4T, es la figura hacia quien apuntan las baterías, pero no necesariamente el objetivo principal; el fiscal está pagando los platos rotos de varios diputados, pero sobre todo por la actitud de Graco Ramírez; el más afectado es él, porque como ocurrió cuando lo privaron de la libertad, sus aliados le brindan apoyo moral y continúan con sus vidas.

Personalmente no conozco al fiscal, pero no creo que tenga la maldad de algunos diputados, ni la perversidad del exgobernador; es un buen abogado, no ha sido mal fiscal, pero es presa de su temperamento. Por eso sus “amigos” lo han convertido en carne de cañón.

Y los paganos son su familia.

·         nota

La anécdota me lo contó uno de los personajes del primer círculo de Graco Ramírez, luego de derrota electoral que sufrieron en las elecciones del 2018.

“Rodrigo se volvió loco, en verdad creía que iba a ganar, por eso mandó instalar un templete en el zócalo para festejar la victoria. Ahora acusa a todos de haberlo traicionado, de jugarle las contras y de operar para Cuauhtémoc ¡Los hice millonarios y me traicionaron!… tuvimos una reunión quienes le operábamos en las secretarías para ver lo que vendría y ponernos de acuerdo sobre cómo íbamos a actuar; la idea es seguir unidos, tener una misma estrategia y discurso, porque se vienen tiempos complicados; luego lo buscamos (a Rodrigo Gayosso). Nos recibió, nos escuchó, se dio cuenta de que estábamos preocupados porque jugamos en contra de Cuauhtémoc, perdimos y vendría la revancha. ¿Qué hacemos? Le preguntó Andrik ¿Hacemos? ¿Qué van a hacer ustedes? Yo no soy funcionario público y no firmé nada; si tienen cuentas pendientes arréglenlas ustedes, no es mi problema. ¡Pero operábamos para ti! Le dijo otro de los presentes; ¡Contigo nos reportábamos, tú nos ordenabas a quién darle los contratos y qué comisiones se cobraban! ¡No te puedes hacer a un lado ahora! El problema es suyo, ustedes firmaron, no yo, reiteró el Gayo Gayosso. La reunión concluyó con un mal sabor de boca y la acusación manifiesta de Rodrigo de que sus amigos lo habían traicionado. No nos volvimos a reunir”.

Algunos de quienes estuvieron en esa reunión ahora están denunciados, enfrentan procesos legales y sobrellevan las cosas porque la Fiscalía Anticorrupción no ha dejado avanzar las carpetas de investigación. Pero la situación parece cambiar: hace un par de semanas Graco Ramírez solicitó un amparo para no ser detenido y el sábado Jerónimo Bernal, el recolector de “apoyos para la campaña de Graco” fue detenido.

¿Se acabó la impunidad de la FECC al graquismo? Sí es así ¿Quién será el próximo detenido?

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El duelo legal por el control de la Fiscalía Anticorrupción continúa. ¿Hasta dónde llegará la querella?

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Movimiento Ciudadano ya tiene candidato en Morelos. Es un general de división. En un descuido y desplazan al FAM con todo y los Saucedo, Meade, Garrigós, Messeguer, Adame, Graco, Alemán y anexas.

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