Serpientes y escaleras - Estructuras

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Estructuras

El que viene, dicen los estrategas de las dos campañas, es un duelo de estrategias.

 

Estructuras

La carrera electoral por la gubernatura está marcada por el contraste de ideas, de discursos y de posturas, pero es coincidente en un punto: estructuras. Tanto la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia como la de la coalición Dignidad y Seguridad para Morelos consideran que su fuerza está ahí, en su organización interna y la capacidad para llevar votantes a las urnas. ¿Quién tiene más estructura?

En el estado Morena ha presumido desde hace varios meses que la base de su triunfo es la estructura que manejan, es ahí donde radica su confianza, su mayor fuerza y la razón por la cual se sienten tan confiados. La estrategia no es nueva, se ha implementado en casi todas las elecciones y es, discursivamente hablando, el modelo que la 4T ha seguido en todos los estados.

En el caso de Morelos hay que saber cómo están las cosas. para entender de lo que estamos hablando: como partido el Movimiento de Regeneración Nacional nunca ha tenido estructura; a diferencia de lo que en otros tiempos hacía el PRI o el PRD, cuando había una organización interna que abarcaba comités municipales y seccionales en donde agrupaban a cientos o miles de personas, en este caso la historia siempre ha sido distinta: desde Quintín Barrera, pasando por Gerardo Albarrán y ahora con Ulises Bravo, las dirigencias han sido decorativas, carentes de liderazgo y sin estructura.

Es falso que como partido Morena tenga estructura, lo que existe es una simpatía muy fuerte hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, algo que los beneficia y consecuentemente potencializa la marca. Dentro del morenismo local, empero, hay personajes que tienen propia estructura, que la visten con los colores de la 4T y de cuando en cuando caminan en un mismo sentido, como ahora con Margarita; pero se trata de organizaciones individuales que responden a un político en particular y que se mueven en función de los intereses de quien los patrocina.

En la tierra de Zapata las estructuras de Morena son fácilmente identificables: históricamente Rabindranath Salazar tiene una que con el tiempo ha venido a menos y ahora está sumada a Lucía Meza, quien también tiene un equipo grande; luego están las de los alcaldes Rafael Reyes y Juan Ángel Flores y más recientemente la de Víctor Mercado. Del lado del ejecutivo Jaime Juárez presume una gran estructura, pero se trata de un grupo que se ha formado de manera coyuntural, que no tiene lealtad partidista ni identidad y converge en función de intereses económicos; es, para decirlo con claridad, el mismo modelo electoral que utilizaron Rodrigo Gayosso y Jorge Argüelles.

Los movimientos en la 4T durante el proceso de definición de candidatos movió las cosas al interior más allá de quienes resultaron favorecidos; cuando a la senadora Lucía Meza la expulsaron de la contienda generaron un cisma que fue observado en el plano nacional y obligó al CEN a tomar mejores decisiones en las candidaturas de otros estados. La salida de Lucía Meza hizo que migrara una de las estructuras más fuertes del partido, la suya, lo que de inmediato colocó a la oposición en la pelea por la gubernatura. Pero la historia no terminó ahí:

Los malos manejos de Mario Delgado continuaron dañando el panorama morelense porque en el proceso para elegir a su coordinador (a) estatal, hicieron de lado a tres de las cinco figuras mejor posicionadas que tenía el partido, léase Lucía Meza, Rafael Reyes y Juan Ángel Flores; es imposible pensar que la selección de la candidata fue democrática cuando los aspirantes más fuertes fueron eliminados por dedazo. Y los problemas siguieron:

La innecesaria rudeza contra Lucía Meza no fue el único error que cometió el CEN en el proceso electoral; recordemos que a la senadora le impidieron participar bajo el supuesto que traicionó al movimiento por recibir el apoyo público del fiscal Uriel Carmona, pero otros actores que hicieron cosas peores como Sandra Anaya que abiertamente buscó una candidatura opositora o Sergio Pérez, a quien acreditan el boicot al proceso interno del partido en la capital, fueron premiados con una candidatura. Es obvio que el rasero del partido no fue parejo para todos. Y eso no es todo:

A Rabindranath Salazar le tasaron muy alta la factura por los yerros cometidos como director de Bansefi y el hecho de operar desde el congreso contra el gobernador a través de Miguel Lucia y los diputados Paola Cruz, Macrina Vallejo y Alejandro Ramírez: a los legisladores locales los descartaron de cualquier candidatura, pero a él lo ridiculizaron públicamente, primero cuando en la encuesta para seleccionar al candidato a la gubernatura lo colocan en cuarta posición, por debajo de Juan Salgado Brito y luego al mandarlo como suplente de la candidatura 14 a la diputación federal plurinominal.

La hostilidad innecesaria del partido contra estos dos personajes hizo que dos adversarios históricos se unieran y sumaran estructuras contra de la candidata de la 4T; hoy dos de las cinco estructuras que sustentan la fuerza de Morena en la entidad caminan juntas en un mismo proyecto opositor… y una estructura más, afirman en el FAM, estaría apoyando extraoficialmente al bando contrario, dadas sus fuertes diferencias con el hermano del gobernador.

La estructura que presume el equipo de la candidata Margarita González es lo que da pie a su confianza, es lo que en el equipo presumen como punta de lanza de su campaña y la razón detrás de los treinta puntos de ventaja que dan sus encuestas; la estructura de la candidata de Morena es hábilmente coordinada por Javier García, suma a Rafael Reyes en la zona de Jiutepec, a Juan Ángel Flores en Jojutla, Agustín Alonso en Yautepec, José Guadalupe Ambrocio Gachuz en los Altos y a todos los liderazgos de Temixco.

La percepción pública sobre las candidatas se ha dividido a partir de que el equipo de la 4T comenzó a posicionarse en medios; Lucía Meza ya no marca el ritmo de la narrativa, pero aún la tiene ventaja en ese plano. En cuestión de estructura se supone que Morena es campeón por lo que aportan sus actores y lo que le suman las organizaciones gubernamentales a partir de los programas federales y la simpatía obradorista.

La estructura, coinciden Margarita González y Lucía Meza, será lo que haga la diferencia en el proceso electoral venidero; cada candidata tiene sus números, su verdad y su plan de acción; las dos dicen van a ganar y exponen las razones del porqué sucederá así.

El tiempo dirá quién tenía la razón

·         posdata

De manera repentina, algo abrupta, directivos de medios fuimos convocados a una charla con Lucía Meza; la reunión entre la candidata y la prensa tuvo el mismo sentido que la que antes llevó a cabo Margarita González, aunque hubo diferencias.

Lo primero fue la asistencia: a la cita con la senadora acudimos poco menos de la mitad de los que estuvimos con la representante de Morena, aunque considerando los medios presentes en la mesa, la asistencia fue bastante representativa. Otra cosa diferente fue el ambiente: la senadora se notaba feliz, segura de sí misma, pero sobre todo en paz, sin mostrar resentimiento contra nadie a pesar de todo lo que le hicieron en Morena.

Fue una plática larga, de poco más de dos horas con un diálogo fluido, abierto, sin silencios incómodos y con todo tipo de preguntas que fueron contestadas sin tapujos ni rodeos por la candidata; Lucía Meza habló de todo con detalle: de la situación en la que se encuentra el estado, del gravísimo problema de inseguridad y violencia y de manera enfática sobre la forma como intentaría pacificar la entidad desde el ámbito policiaco, social y legal. Dicho sea de paso: es la propuesta más concreta, creíble e inteligente que he escuchado sobre el tema hasta ahora.

Me queda claro que, como candidata, la representante de la coalición Dignidad y Seguridad para Morelos está bien preparada, tiene una notable comprensión del estado, de su situación y de sus necesidades; item más: conoce perfectamente a sus adversarios y parafraseado sus palabras: sabe que para ganarles lo primero es conocer cómo actúan. “Yo estuve en Morena, coordiné la estructura de mi amiga Claudia Sheunbaum en Morelos y desde el senado defendí muchas veces al presidente López Obrador; conozco perfectamente la estrategia de las campañas de Morena, la vi de cerca en el Estado de México”.

La dama nunca echó campanas al vuelo, aunque reiteradamente enfatizó que ya puntea la carrera y que va a ganar; pero lo más importante no son las encuestas, dijo, sino la manera como conectamos con la gente y la estructura que tenemos. “Yo era la mujer más posicionada en Morena, le sacaba dos a uno a Margarita y no me dejaron competir; yo estaba dispuesta a aceptar la derrota y apoyar al ganador sí perdía la encuesta, pero Mario Delgado no me permitió competir y me cerró las puertas. Yo no traicioné a Morena, Morena me traicionó a mí y todas las instancias judiciales lo confirmaron”

Es un grave error de Morena dar por descontado el triunfo de la 4T, considerar que solo ellos tienen estructura y minimizar a una mujer que lleva 27 años haciendo política en la izquierda, que ha ganado cinco campañas y que siempre ha nadado contracorriente. Digan lo que digan, la elección que viene no será fácil para nadie.

Se puede estar o no de acuerdo con Lucía Meza, se puede criticar su estilo, no coincidir con su discurso o sentir antipatía personal hacia ella, lo que no se le puede negar es que es una mujer ordenada, disciplinada, con método y con el mejor discurso de esta campaña, porque todos los factores alrededor de la misma le ayudan a ganar la atención de la gente.

“Voy por todo y va mi resto en ello” promete la senadora.

·         nota

Los datos estadísticos y el contexto social parece no dejar duda: Morena perderá Cuernavaca y Cuautla; en la capital porque el berrinche/boicot de Sergio Pérez derivó en la postulación de tres candidatos malísimos y en la zona oriente por el repunte exponencial de la inseguridad y la violencia, situación que invariablemente impactará la elección.

También hay que observar lo que ocurre en Jiutepec, donde el padre de la diputada Ariadna Barrera le jugará las contras a Morena compitiendo por otro partido y el primo hermano de Rabindranath Salazar coordinará la campaña de varios contendientes del FAM.

La candidatura de la diputada Barrera pertenece a la misma bolsa política de Sandra Anaya, Sergio Pérez y Alfonso Sotelo, pero a diferencia de la diputación de Ponchito, que será apuntalado por Juan Ángel Flores, la de Ariadna puede quedarse sin el importantísimo respaldo de Rafael Reyes y eso complicará su reelección.

El liderazgo de Rafael Reyes en Jiutepec es muy fuerte y garantiza que David Ortiz ganará la carrera por la presidencia municipal, pero lo que ocurre alrededor muestra que hay muchos morenistas que formal e informalmente le están jugando las contras al partido.

Si Rafael Reyes decidiera centrar su trabajo en Margarita, Claudia, David y él, estaría en todo el derecho de hacerlo.

·         post it

Los candidatos de Morena en Cuernavaca no son buenos, pero si revisan a quienes rodearán a Urióstegui en campaña, notarán no son mejores.

·         redes sociales

El tristemente célebre Grupo de los 19 se ve muy desvencijado.

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