Serpientes y escaleras - ¿Está en riesgo el triunfo de Margarita?

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - ¿Está en riesgo el triunfo de Margarita?

La candidata de la 4T tiene todo para ganar la elección. A menos que se equivoque

 

¿Está en riesgo el triunfo de Margarita?

Todas las encuestas, hasta ahora, conceden ventaja a Morena en la carrera por la gubernatura de Morelos; la tendencia es la misma que en la contienda presidencial y en seis de las nueve entidades donde habrá elecciones estatales concurrentes este 2024. A pesar de ello el escenario comienza a complicársele a la candidata morenista morelense con la evidente división interna y el rompimiento de uno de los partidos que conforman la coalición. Hasta ahora no hay focos rojos en el equipo de campaña, pero no se deben confiar.

Vamos por partes: la escisión del Partido del Trabajo no representa un golpe para la candidatura de Margarita González, hasta podría resultar favorable por la mala imagen que tiene la dirigente estatal y acusaciones permanentes sobre supuestos vínculos entre esa fuerza política y grupos de la delincuencia organizada. No olvidemos que algunos candidatos y autoridades electas del PT han sido detenidos y encarcelados acusados de tener relaciones con grupos delictivos.

En lo que respecta al convenio de coalición conformado por Morena, PT, Verde, Nueva Alianza, Encuentro Social y Movimiento Alternativa Social, lo primero que se debe observar es que es una alianza parcial, es decir, van juntos con las candidatas a la presidencia de la república y la gubernatura, pero en lo demás se reduce a cuatro distritos y once municipios; en el resto de los espacios que conforman el estado de Morelos, 8 distritos locales y 25 municipios, cada uno de los organismos políticos competirá con sus propios candidatos.

La proyección de votos que tiene el PT de cara a la próxima elección de junio es muy baja, para la coalición representa una suma menor al 2 por ciento de la votación y en lo general podría no alcanzar el 3 por ciento necesario para conservar su registro en la entidad. La salida del Partido del Trabajo de la coalición en las candidaturas municipales y los distritos los afecta más a ellos que a Morena y puede ser el preámbulo de su desaparición.

La decisión tomada por Tania Valentina responde al hecho que el Movimiento de Regeneración Nacional no aceptó postularla en la segunda posición al Senado de la República; la diputada local presionó hasta el cansancio, ofreció todo a cambio de la senaduría, pero en Morena no la aceptaron. ¿Las razones? Valentina Rodríguez tiene mala fama pública y apenas en diciembre pasado quedó envuelta, una vez más, en un escándalo delictivo por sus presuntos nexos con el Cártel Jalisco Nueva Generación. Desde ese momento a Tania Valentina ya no se le ha permitido acercarse ni a la candidata a gobernadora Margarita González Saravia, ni mucho menos a la coordinadora nacional de la 4T Claudia Sheibaum Pardo. Vamos, ya ni siquiera la invitan a sus eventos.

La postulación de la diputada petista al senado de la república bajo las siglas de Morena era imposible toda vez que como representante popular lleva dos años atacando al gobierno de la 4T en Morelos y respaldando al fiscal Uriel Carmona, acusado directamente por la exjefa de gobierno y actual candidata presidencial de Morena de proteger a un feminicida. Lo mismo ocurre con Paola Cruz, Macrina Vallejo y Alejandro Martínez, ninguno de ellos no tiene posibilidad de ser postulado por la coalición morenista.

Pero aunque el rompimiento del PT no es significativo en la carrera por la gubernatura, lo que sí puede complicar el escenario de Margarita González es lo que suceda tras la definición de las candidaturas a las presidencias municipales y las diputaciones locales. El nerviosismo entre los aspirantes morenistas es evidente y quedó de manifiesto este fin de semana durante la visita de la candidata presidencial, quien tuvo que llamar en varias ocasiones a la unidad.

La ventaja que tiene Morena sobre el Frente Amplio en la carrera por la gubernatura de Morelos, igual que como sucede en los otros ocho estados del país donde habrá elecciones estatales el 2024, no tiene que ver con las candidatas (os), sino con el partido; localmente las damas que encabezan las fórmulas tienen valor propio, características que las vuelven más o menos atractivas, pero lo que impulsa los motores de la campaña es la marca. Explico:

En Morelos el Movimiento de Regeneración Nacional estaría en primer lugar de la preferencia electoral no importa quien fuera su candidato; la simpatía por el partido y el voto obradorista es muy fuerte y se combina con el descrédito que agobia al PRI y la polarización del PAN. Lo mismo sucedió en el 2018.

Se equivocan quienes consideran que en este momento la energía de la 4T en Morelos depende de la candidata, el empuje viene de la afinidad mayoritaria con Morena y la presencia de varios liderazgos municipales. Margarita González es una mujer intachable, honesta, congruente y valiosa, pero su proyección de triunfo depende del voto obradorista. Imaginen a ésta misma candidata compitiendo en otro partido ¿Ganaría? Obviamente no.

Del lado opositor la situación es contraria: las siglas de quienes conforman el FAM aportan muy poco a la contienda por la gubernatura y por ello la responsabilidad de sumar votos recae en la candidata; Lucía Meza Guzmán tampoco es una candidata fuera de serie, era la política más conocida dentro de la contienda interna de Morena, pero también la que más negativos tenía. La rentabilidad personal de la senadora es importante, supera a cualquiera de las figuras que se promovían en la oposición, pero está muy lejos de ser un fenómeno político que arrase en las urnas. Igual que los partidos que la avalan, la esperanza de la candidata del FAM es que la 4T se divida.

Al interior de Morena se viven momentos de tensión porque hay muchos personajes compitiendo por las candidaturas; en algunos casos vemos a figuras con liderazgo municipal y estructura propia promoviendo a sus delfines, pero con todo y las amenazas que lanzan, es poco viable que rompan con el partido, porque eso a quienes los dañaría más a ellos.

Pongámoslo en castellano: hay algunos personajes que amagan con irse de Morena si no les conceden lo que piden, dicen tener ofertas de la oposición y suponen que así lograran doblegar al partido y a la candidata; aún suponiendo que hablen en serio, su rentabilidad no es mayor a la de Morena; saltar a la oposición podría debilitar el proyecto gubernamental, pero también implica una derrota para quienes lo hagan.

Veamos el caso de Lucía Meza: la senadora se fue al FAM porque se le cerraron las opciones en Morena, no porque quisiera hacerlo; durante cinco años la cuautlense atacó severamente a los partidos que hoy la abanderan, los llamó ladrones, traidores, corruptos, asesinos… y ahora son ellos quienes la cobijan para competir por la gubernatura. Meza Guzmán dio un salto de fe, confía que con sus recursos económicos y humanos logrará vencer a Morena y enfoca todas sus energías en la contienda porque sabe que si no gana, es altamente probable que su carrera política haya llegado a su fin.

Su escenario se reduce al todo o nada: o se convierte en la próxima gobernadora priísta de Morelos o se queda como una candidata perdedora, militante del PRI, un partido que es casi seguro que perderá el registro en Morelos en la siguiente elección.

Margarita González Saravia no tiene asegurado el triunfo, para ganar necesita hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora, empezando por comunicar mejor; debe trabajar intensamente en el proceso de selección de candidatos no solo para evitar fracturas, principalmente para elegir a aquellos que le sumen votos en todos los rincones del estado.

Frente a las amenazas internas y el fuego amigo visible en el Morena hay un factor que la candidata no puede perder de vista: es ella quien tiene la sartén por el mango y la que toma las decisiones; los amagos son rounds de sombra, a nadie le conviene bajarse del equipo ganador.

Por supuesto que la candidata de Morena puede perder la elección, pero no es tan sencillo que eso suceda.

·         posdata

Mal y de malas andan los cuatro diputados morenistas del G15. Mucho se ha hablado y escrito de Paola Cruz, Macrina Vallejo y Alejandro Martínez, traidores a Morena a lo largo de toda la legislatura y disidentes de la línea política que les ha marcado la dirigencia nacional de la 4T. Pero falta otro.

Paola Cruz se ha colado a varios eventos de campaña de Margarita González Saravia, pero no forma parte de ese equipo, ni goza de la simpatía de la candidata; mucho menos está en ánimo de la dirigencia estatal, a cargo del hermano del gobernador, a quien se ha dedicado a atacar durante dos años.

Para obtener una candidatura en la próxima elección los interesados deben pasar varios filtros, algunos estatutarios, pero los más importantes son políticos; en Morena como en todos los demás partidos lo que más pesa son los intereses de quienes toman las decisiones y en este caso en particular, ninguno de ellos es electoralmente rentable, ni goza de la simpatía de las dirigencias del partido, ni mucho menos de la candidata a la gubernatura. Ergo: no hay manera de que los postulen.

El cuatro diputado morenista al que pocos se han referido es Alberto Sánchez, un exalcalde priísta que se peleó con la dirigencia estatal del PRI y de manera estratégica se volvió morenista de gafete, es decir, solo de nombre, para apuntalar los intereses parlamentarios de la oposición.

Alberto Sánchez no tiene nada de morenista: ni ideología, ni militancia, ni relación con el partido o con la candidata gubernamental; sabedor de ello el expresidente municipal de Xochitepec trató de aprovechar la postulación de Lucía Meza para regresar al PRI, pero ya topó con pared, porque el dirigente Jonathan Márquez ha dejado claro que “por traidor”, el diputado no tiene ninguna posibilidad de ser considerado candidato en el 2024.

Al final los cuatro diputados morenistas del G15 han quedado fuera de la contienda del 2024; sabían las consecuencias de sus actos. Prefirieron dinero en el bolsillo y de esa manera cavaron la tumba de sus carreras políticas.

·         nota

La secretaria de seguridad pública de Cuernavaca no da pie con bola, continúa hablando tonterías y mostrando que además de incompetente en su trabajo, es indolente ante la grave situación de violencia e inseguridad que hay en la capital.

El lunes se aventó la puntada de decir que quienes consumen alcohol “están enfermos de sus facultades mentales” y al día siguiente reconoció que efectivamente hay más homicidios en la ciudad, pero eso pasa en todo el país.

José Luis Urióstegui busca la reelección en el cargo, el reto no es nada sencillo, sobre todo con este tipo de colaboradores.

·         post it

El fiscal Juan Salazar anuncia que por segunda ocasión buscará una magistratura del Poder Judicial, se trata de una de las dos que se abrirán en el 2025. Sus cartas credenciales son: baja productividad, nulos resultados y protección a los corruptos.

A ver qué diputados lo apoyan. Los actuales ya no estarán en ese momento.

·         redes sociales

La senadora Lucía Meza ha manejado bien el discurso de la inseguridad, pero no se ve tan bien cuando aparecen a su lado los dirigentes del PRI, PAN y PRD. ¿O ya se nos olvidaron los secuestros del gobierno priísta de Jorge Carrillo Olea o los narcogibiernos panistas y perredista de Sergio Estrada, Marco Adame y Graco Ramírez?

Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx

X: @eolopacheco

Facebook: eolopacheco

Threads: eolopachecomx