Serpientes y escaleras - El que calla otorga

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - El que calla otorga

El nombre es el valor más grande que tiene un político; perderlo en un escándalo es fácil y rápido.

 

El que calla otorga

Morelos se encuentra en un momento difícil, sumamente complejo derivado de la profunda descomposición social y política que se está viviendo: por un lado están los hechos de violencia que ocurren a cualquier hora en todo el territorio estatal y que casi siempre quedan en la impunidad; por otro está la lucha en y entre los tres poderes del estado, los escándalos en muchas instituciones públicas y varios ayuntamientos, empezando por el de Cuernavaca. El preámbulo del proceso electoral anticipa una elección enmarañada y un cierre de sexenio marcado por los conflictos.

Los enfrentamientos entre poderes y dentro de los poderes se han convertido en una constante en la entidad desde hace mucho tiempo; para cualquier lado que se voltee hay problemas: en el ejecutivo, en el legislativo y en el judicial, ninguno se salva. De la misma manera hay situaciones complicadas en las fiscalías estatales, en la comisión de derechos humanos y la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, donde su extitular se encuentra prófuga de la justicia.

De igual manera ocurre en varios ayuntamientos en donde prevalece la inseguridad, la violencia, los escándalos de corrupción y la ineficiencia como gobierno; ahí está Temixco donde la presidenta es un ejemplo claro de incompetencia, Cuautla en donde el alcalde es cuestionado por distintos sectores y Cuernavaca, cuyo titular se encuentra metido en el ojo del huracán por su presunta participación en dos feminicidios.

Como nunca Morelos enfrenta un escenario complicado, de descomposición generalizada y pleito colectivo; los diputados se pelean entre sí y contra el ejecutivo, el gobernador revira los ataques, el titular del poder judicial está amparado contra un intento de destitución de sus compañeros magistrados y en las fiscalías se cuentan historias de terror, como jamás se habían presentado.

Si observáramos esta situación desde los ojos de los involucrados la conclusión es que no pasa nada, que se trata de la naturaleza de la política, dirán que son ataques orquestados o las diferencias normales en el ejercicio de poder. Unos y otros defienden su postura y atacan al rival asumiendo que solo ellos tienen la razón y están libres de pecado. Nada es cierto, afirman, porque nada está comprobado. Pero los hechos están a la vista.

Veamos el escándalo más reciente, el del alcalde de Cuernavaca José Luis Urióstegui Salgado, titular de uno de los peores gobiernos que ha tenido la capital en los últimos años. Urióstegui es un buen hombre, destacado como abogado, pero visiblemente desconocedor de la administración pública, incompetente en el ejercicio de poder y totalmente falto de carácter.

Hoy el edil capitalino está sujeto al escrutinio público por su presunta participación en el encubrimiento de dos feminicidios, el de la joven Ariadna Fernanda y el de Erika Medina, pareja sentimental del regidor Fernando Carrillo. El edil se defiende con argumentos muy pobres, dice que se trata de una campaña política a la cual no le hace caso porque lo dicho es falso. Lo que pasa por alto el abogado es que su nombre aparece en al menos dos carpetas de investigación abiertas en contra de un fiscal que están en un penal federal de alta seguridad y las filtraciones en donde se le menciona derivan de Inteligencia Naval.

Como profesionista José Luis Urióstegui siempre defendió el estado de derecho, la ley y por supuesto su reputación; en este caso su reacción es opuesta, actúa como político de rancho, escudándose con argumentos insulsos. Un hombre con su calidad moral y trayectoria no debería quedarse de brazos cruzados ante este tipo de señalamientos, porque el escándalo le está causando un enorme daño personal y político. ¿Se trata de un infundio? ¡Qué denuncie! De otra da pie a pensar que algo hay de cierto en los señalamientos. El que calla otorga.

Urióstegui Salgado como muchos actores de la vida pública morelense han perdido de vista la importancia de la opinión pública y el manejo de la comunicación; el mayor capital que tiene una persona, sobre todo cuando se trata de un servidor público, es su imagen y su nombre. José Luis ganó la elección del 2021 porque para muchos era menos malo que Jorge Argüelles, porque la mayoría le concedíamos un pasado libre de pecados y una honorabilidad a carta cabal a pesar de que desde hace décadas lo han relacionado con personajes de la delincuencia organizada.

Hoy ante la especulación sobre su participación en el asesinato de dos mujeres el abogado no debe permitir que su nombre quede manchado con un asunto tan grave; tomemos en cuenta que la fuente que da origen a estas historias es la Marina Armada de México, la institución más confiable del país. Ergo: no lo acusa cualquier persona, no es un simple chisme, ni tampoco lo señala un medio de comunicación, son datos que obran en un expediente abierto y que al parecer están sustentados con grabaciones.

Quizá todos los escándalos que estamos viendo actualmente en el panorama estatal queden en un escándalo mediático, porque estamos en un estado y en un país en donde nunca pasa nada. Aún en ese supuesto el daño que este tipo de especulaciones provoca a las figuras señaladas es enorme, los acompañará de por vida y afectará severamente a aquellos que desean participar en el proceso electoral del 2024.

Los tiempos modernos han hecho de la comunicación una herramienta fundamental del ejercicio de poder, a pesar de ello hay muchos actores de la vida pública que no lo entienden ni lo dimensionan. Pongámoslo de esta manera: para el ejecutivo estatal el manejo de la comunicación le ha permitido sortear innumerables crisis y salir adelante; en el congreso local y en Cuernavaca no tienen buen manejo de comunicación, por eso sus integrantes están hundidos en el desprestigio a pesar de que sus problemas son menores que los del gobierno estatal.

El proceso legal contra el fiscal Uriel Carmona ahora involucra a otros personajes, como el alcalde de la capital y para todos los que aparecen en esta historia los rumores implican un daño enorme y permanente; asumir que se trata de infundios que no ameritan respuesta porque “se trata de una campaña política” es una estupidez con costos muy altos en el terreno de la percepción, porque a los ojos de la gente este tipo de actitudes confirma las acusaciones o al menos generan sospecha.

La confianza igual que la credibilidad se construye minuto a minuto. Y se acaba en un minuto.

·         posdata

Cuando un gobierno fracasa, las señales provienen de todos lados; Cuernavaca es ejemplo. A pesar de las buenas intenciones del presidente municipal, es evidente que el equipo que lo acompaña no está a la altura del reto y él mismo no ha sido capaz de asumir el liderazgo que necesita una ciudad con tantos problemas.

Políticamente hablando José Luis Urióstegui está secuestrado por los Martínez Terrazas, son ellos quienes controlan la mayor parte de la administración municipal, los que deciden la línea de trabajo y los causantes de que el alcalde esté metido en un escándalo de proporciones épicas. La participación del munícipe en el caso de la muerte de la novia del regidor Fernando Carrillo deriva de la relación entre Urióstegui y los tres hermanos.

Pero lo político no es lo único que ha hecho fracasar a esta administración municipal, la falta de carácter del presidente municipal y la mediocridad profesional de varios integrantes del gabinete hacen imposible que las cosas funcionen de manera correcta; hay funcionarios improvisados que ocupan un espacio como parte de una cuota partidista y otros que presumen tener muchos años de servicio en la administración pública, pero no conocen el área que encabezan.

La proyección electoral del presidente municipal de Cuernavaca es parte de esta historia de equivocaciones, quienes lo empujan a competir por el gobierno estatal lo están haciendo de mala fe, saben que sus posibilidades de triunfo son escasas, pero ubicarlo en esa posición deja libre la candidatura en la capital para uno de los Terrazas. Es un juego perverso: lanzan a José Luis a una cruzada sumamente complicada, que aportará votos al partido, pero no los suficientes para ganar; mientras ellos se quedan con la posición que siempre han querido.

En el pecado está la penitencia: el fracaso del gobierno municipal complica la posibilidad de que el PAN refrende el gobierno de Cuernavaca, sobre todo si el abanderado es uno de los Terrazas. Eso sin contar que el escándalo en el que han involucrado a José Luis Urióstegui está dañando severamente su imagen, la de su gobierno y la confianza personal que construyó durante muchos años.

El problema del alcalde es que nunca entendió su rol, ni la importancia de ser él quien gobernara.

·         nota

El gobernador Cuauhtémoc Blanco envió ayer la terna para que el congreso nombre a un nuevo titular de la Fiscalía General del Estado en sustitución de Uriel Carmona Gándara, preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano; la propuesta del ejecutivo la integran el subsecretario de gobierno, el jurídico de la Comisión Estatal de Seguridad y un elemento de la Marina Armada de México.

Seguramente el congreso no aceptará la propuesta del gobernador; puede ser que decidan que no es tiempo aún de nombrar a un nuevo titular de la FGE porque el fiscal de Morelos no ha sido sentenciado y su ausencia no es definitiva, quizá la rechacen porque ninguno de los candidatos propuestos los convencen o de plano ni siquiera se tomen la molestia de explicar porqué no van a nombrar a un nuevo fiscal.

José Israel Calderón Reyes, Oscar González Marín y Esteban Felipe Vélez Maldonado conforman esta primera terna, lo cual no quiere decir que alguno de ellos vaya a ser el próximo fiscal; la cerrazón del congreso es evidente en este tema no solo por las diferencias personales que mantienen con Cuauhtémoc Blanco desde que inició la legislatura, sino porque para ellos Uriel Carmona representa un seguro de vida, una protección absoluta contra cualquier acto presente, pasado o futuro y porque desde la FGE se pueden manejar también la fiscalía anticorrupción y la comisión de derechos humanos.

Hace varias semanas Javier López, asesor de la diputada Tania Valentina, anticipó lo que vendría: la ley no establece plazos para que el congreso nombre a un nuevo fiscal y por ello la estadía del vicefiscal se puede prolongar de manera indefinida. Aunque jurídicamente es cierto, esta hipótesis conlleva un alto riesgo para los integrantes de la cámara, por la responsabilidad que asumen al dejar sin titular a una institución tan importante como la FGE.  

El nombramiento de un nuevo fiscal desatará un nuevo enfrentamiento entre poderes.

·         post it

La declaración de la secretaria de seguridad de Cuernavaca respecto a los robos y asaltos en la ciudad reflejan de cuerpo completo a la administración de José Luis Urióstegui:

“Una de las causas de los asaltos es porque los ciudadanos reportan los robos después de que suceden, por eso es difícil atrapar a los ladrones”

No es la primera declaración de este tipo de Alicia Vázquez Luna. A esta altura del régimen queda claro que el problema no es ella, sino quien la mantiene en el cargo.

·         redes sociales

El “suicidio” de la pareja sentimental del regidor de Cuernavaca es un tema que comienza a llamar la atención de grupos feministas y profesionales del derecho; es un caso cerrado, pero sospechoso, que podría ser reabierto por la FGR.

Este tipo de delitos se persiguen de oficio.

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