Serpientes y escaleras - ¿Decisión política?

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - ¿Decisión política?

La candidatura de Morena al gobierno de Morelos en el 2024 puede definirse de tres formas

 

¿Decisión política?

Después de la consulta para la revocación de mandato el próximo diez de abril arrancará el proceso de sucesión en el país y en Morelos; tanto en lo federal como en lo estatal la ventaja la tiene el Movimiento de Regeneración Nacional, pero en los dos años que nos separan del inicio formal del proceso electoral muchas cosas pueden cambiar. Localmente hay tres vías por las cuales se puede definir al candidato de Morena: decisión política, consulta a la base y género. Nada está decidido aún.

Veamos algunos aspectos del contexto nacional para luego observar los efectos que podrían tener en la tierra de Zapata:

  1. La Ciudad de México es el corazón político de la izquierda en México, fue el punto de partida para el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en el 2018, es en donde en los últimos tres años el gobierno federal ha invertido más recursos públicos y en donde existe el mayor número de programas sociales. A pesar de ello el Movimiento de Regeneración Nacional perdió en el 2021 la mitad de la capital y de acuerdo con la tendencia de las últimas encuestas levantadas, en el 2024 existe una alta probabilidad de que la 4T pierda esa plaza frente al bloque opositor.
  2. En la carrera presidencial hay dos personajes que sobresalen: el canciller Marcelo Ebrard y la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum; el primero se ha convertido en la pieza más importante del gabinete federal mientras que la segunda representa la simpatía, el cariño y los intereses de Andrés Manuel López Obrador. Claudia Sheinbaum no es la figura mejor posicionada de Morena y dista mucho de ser una política con carisma; su fuerza está en la lealtad al presidente y la posibilidad de que a través de ella el tabasqueño mantenga el control del gobierno federal, cosa que no ocurriría con Marcelo Ebrard.
  3. Si la candidatura presidencial se define en favor de la jefa de gobierno el acomodo de piezas en las posiciones que se jugarán en esa elección puede cambiar, porque Claudia Sheinbaum necesitará el acompañamiento de candidatos fuertes en las gubernaturas que se van a disputar en el 2024, requerirá de candidatos que le aporten votos y que le ayuden a sortear una elección que será mucho complicada que la del 2018.

Con estos antecedentes regresemos a Morelos:

Los candidatos electoralmente más rentables son los alcaldes Juan Ángel Flores y Rafael Reyes, ambos tienen plena identificación con Morena y han logrado trascender a sus municipios; cualquiera de ellos uniría al partido y sumaría votos a la canasta nacional. Rabín Salazar y Margarita Saravia podrían ser abanderados por otra circunstancia: el primero porque sería decisión del presidente y la segunda por una cuestión de género; ninguno tiene votos propios para ganar, ni para aportar a la campaña presidencial. Es aquí donde entra al juego el gobernador Cuauhtémoc Blanco.

A nadie le queda duda el desgaste personal que como jefe del ejecutivo local ha sufrido el exfutbolista a lo largo de tres años; ahí están las encuestas, el estado de ánimo adverso de un sector importante de la población y los resultados que su candidato Jorge Argüelles obtuvo en la elección de Cuernavaca en el 2021.

Tras la visita presidencial de la semana pasada no queda duda que después de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, el de Morelos es el gobernador más cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador. El mandatario vino una vez más y públicamente respaldó al gobernador, lo defendió de los ataques que ha recibido y lo eximió de todas las culpas que le cargan. “Tiene todo nuestro apoyo y toda nuestra confianza” dijo enfático una vez más el presidente.

Luego de la conferencia de prensa mañanera el presidente juntó al gabinete estatal con los representantes de la administración federal y puso a su disposición el trabajo y los recursos de su gobierno. El mensaje político también fue claro: en esa reunión estuvieron, además de los secretarios y los funcionarios del gobierno de México, el representante del poder judicial estatal y los diputados del G8. Al presidente de la mesa directiva del congreso local no lo dejaron entrar al evento; el resto de los legisladores que se han opuesto al gobernador y el alcalde de Cuernavaca, municipio sede del evento, no fueron invitados.

La cercanía y apoyo del presidente de México al gobernador de Morelos es evidente y va más allá de una simpatía personal; Andrés Manuel López Obrador conoce el desgaste social que tiene Cuauhtémoc Blanco en Morelos, pero también identifica que la rentabilidad electoral del futbolista en el resto del país y en la Ciudad de México es muy alta, mucho más que la de cualquier otro personaje de Morena.

De cara a una elección federal que será muy competida y ante un resultado electoral en la capital del país que podría resultar adverso a la 4T, la figura del futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo cobra importancia en la estrategia del presidente para el 2024. Explico:

Aunque en Morelos la simpatía hacia el gobernador ha disminuido sensiblemente, allende las fronteras del estado la popularidad de Cuauhtémoc Blanco sigue siendo alta; en la CdMx el conocimiento del americanista es del 99 por ciento y su intención de voto supera el 30 por ciento, muy por arriba de cualquier otro personaje del Movimiento de Regeneración Nacional que aspire a gobernar la capital. Lo mismo se registra en otros estados como Veracruz, Puebla y el Estado de México, en donde la población no tiene claro el desempeño de Blanco como gobernador, pero lo recuerdan como futbolista.

Esta rentabilidad electoral y la posibilidad de que sume votos a la campaña presidencial coloca al gobernador de Morelos en una circunstancia que los aspirantes a la gubernatura no han tomado en cuenta. El candidato de Morena en Morelos en el 2024, dicen, será el subsecretario Rabin Salazar porque así lo decidiría Andrés Manuel López Obrador. La única razón de esa decisión, reconocen, es porque el presidente “se la debe”. Pero… ¿Y si la decisión del presidente fuera resultado de otra variable?

Como gobernador Cuauhtémoc Blanco ha sido soldado del presidente: le ha respaldado en todo, ha seguido todas las indicaciones que le dan y obedece a pie juntillas lo que le marca el gobierno federal; como persona ha puesto su nombre en manos del presidente y su fama al servicio del gobierno federal. Cuauhtémoc Blanco podría dar por terminada su carrera política en el 2024 y tendría amplias posibilidades de regresar al ambiente deportivo como técnico o como comentarista de cualquier televisora; si así lo hiciera no le serviría de nada a Andrés Manuel López Obrador en el 2024.

Imaginemos por un momento que el gobernador le dice al presidente que ya no quiere participar en política, que le servirá hasta el último día de su gobierno, pero después del 2024 se retirará a actividades privadas y profesionales distintas a la política. ¿Lo aceptaría el presidente? ¿Le conviene a Morena?

Con todo y su desgaste local Cuauhtémoc Blanco es un activo político que Andrés Manuel López Obrador necesita haciendo campaña en el 2024 en la Ciudad de México para que Morena no pierda la plaza; también lo necesitan aportando votos para Claudia Sheinbaum. Si se presentara ese escenario ¿Podría el gobernador pedir algo a cambio? ¿Qué tal que solicita nuevamente la candidatura al gobierno estatal o una posición al senado de la república? ¿Se la negaría el presidente?

Entregar una candidatura por negociación política es algo que ya ha hecho Andrés Manuel López Obrador; lo hizo en Morelos en el 2018, lo volvió a hacer en Cuernavaca en el 2021 y podría volver a hacerlo en el 2024 si las circunstancias electorales lo ameritan. Alguien puede anticipar que igual que como ocurrió con Jorge Argüelles en la capital, entregar la candidatura a alguien del gobernador condenaría a Morena a la derrota. ¿Importaría eso al presidente si a cambio mantiene el gobierno de la Ciudad de México y ayuda a ganar a su candidata presidencial?

Muchas cosas pueden suceder en Morena antes de que se definan a sus candidatos en el 2024; suponer que todo está definido desde ahora o que existe una decisión política tomada a favor de alguien es un grave error de cálculo. Lo que ha mostrado el presidente López Obrador es que hace política todos los días y que le gusta ganar elecciones.

¿A quien favorecería una decisión del presidente? ¿A quien “se la debe” o a quien le puede ayudar a ganar la CdMx y el país?

  • posdata

Algo que no se puede pasar por alto, sobre todo luego de que vimos la manera como trató Andrés Manuel López Obrador a Cuauhtémoc Blanco en su última visita a Morelos es que el futbolista está en posibilidad de negociar electoralmente para alguno de los suyos o vetar a quienes le han hecho la guerra como gobernador.

La pieza más clara que tiene el gobernador de Morelos para impulsar al gobierno estatal o a cualquier otra posición es su amigo el secretario de transporte Víctor Mercado, pero no se puede dejar de lado a su hermano Ulises Bravo, quien recientemente ha sacado la cabeza en actividades a favor del presidente López Obrador. Por obvias razones Ulises Bravo no podría encabezar una candidatura a la gubernatura, pero lo podrían colocar en el senado, con lo cual movería las cosas en Morena y dejaría fuera a alguno de quienes aspiran a la gubernatura y ven como premio de consolación la senaduría.

Hay muchas variables que se pueden considerar en el escenario electoral porque falta demasiado tiempo para que se definan los candidatos de los partidos; quien asegure desde ahora que tiene la candidatura en la bolsa se equivoca o miente.

Morena lleva la delantera en la carrera electoral, pero todo puede pasar de aquí a que se instalen las urnas.

  • nota

El exdelegado federal y expresidente nacional del PES reapareció y se autonombró presidente estatal del Partido Encuentro Social… de lo que queda de él. A su lado estuvo el fallido candidato capitalino Jorge Argüelles Victorero.

La dirigencia estatal del PES es lo que quedó de ese partido a nivel nacional y parece ser el único refugio político que tiene Hugo Erik Flores para hacer política. A su designación como nuevo dirigente, por cierto, no acudió el gobernador, ni nadie del gabinete morelense.

El daño que causó Hugo Erik Flores al gobierno estatal con sus actitudes, sus decisiones, sus orientaciones políticas y su desprecio a los morelenses fue terrible y tuvo un altísimo costo para el jefe del ejecutivo. En estos meses que Cuauhtémoc Blanco ha estado alejado de Hugo Erik Flores la imagen del mandatario se ha recuperado, los enemigos han disminuido y su relación con el presidente mejoró sustancialmente.

El futbolista debe tener cuidado con volver a dejar a su círculo a este personaje: su cercanía lo daña y su orientación destruye todo lo que toca. Los resultados de su trabajo político son la prueba.

Hugo Erik Flores no solo es un político terrible, sobre todo es una mala persona.

  • post it

Tomando en cuenta que la alianza opositora aplicará en Morelos en el 2024 habría que anticipar algunas cosas: por ser el mejor posicionado, el partido Acción Nacional llevará mano en la candidatura al gobierno estatal; sus candidatos probables en este momento son José Luis Urióstegui, alcalde de la capital y Francisco Sánchez, diputado local.

Si el PAN encabeza la candidatura a la gubernatura, al PRI le correspondería poner al candidato a la alcaldía, lo cual es un problema, porque el Revolucionario Institucional no tiene candidato y el actual presidente municipal, ciudadano postulado por el PAN, tiene interés de reelegirse. Si Acción Nacional llevara mano en la candidatura al gobierno estatal y en la capital ¿Qué le dejan al PRI?

Estos son solo algunas posibilidades, son escenarios que pueden cambiar. Lo que no va a cambiar es el hecho que es que el PRI es impresentable y carece de cuadros rentables para competir en Morelos.

Cierto: Morena está cayendo en la preferencia, pero la oposición no mejora ni tiene con quien competir.

  • redes sociales

La política no es, va siendo todos los días. El fin de semana el diputado Agustín Alonso presumía en redes sociales imágenes de cómo se divertía en el carnaval de Yautepec; horas más tarde su sobrino participó en un hecho violento que hoy lo tiene tras las rejas. El incidente en el carnaval sin duda afecta la imagen del diputado.

El poder es la casa del jabonero.

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