Serpientes y escaleras - Castigar a los corruptos
En opinión de Eolo Pacheco
La promesa es la misma en voz de todos políticos. ¿Por qué sería diferente ahora?
Castigar a los corruptos
La toma de protesta de la nueva administración estatal provoca buen ánimo en diversos sectores de la sociedad; Margarita González Saravia se ha fijado metas muy altas que no serán fáciles de cumplir, pero confirman que realmente busca un cambio para la entidad. La dama no quiere pasar a la historia solo por ser la primera gobernadora de Morelos, aspira a convertirse en la mejor gobernante que ha tenido la entidad. ¿Lo logrará?
Desde la trinchera profesional he tenido la oportunidad de observar seis cambios de gobierno estatal con el mismo número de gobernadores; el que viene será el séptimo. Como cualquier ciudadano medianamente enterado de la política me he dado cuenta que las promesas de campaña son siempre las mismas, no importa quien las diga, o qué partido represente. Es la misma oferta y nunca se cumple.
Una y otra vez los votantes escuchamos a los candidatos hablar de cambio, proponer combate frontal a la corrupción, poner un alto a la impunidad, humanizar el ejercicio de gobierno y profesionalizar las instituciones, todo ello con el objetivo de ayudar a la gente, sobre todo a los que menos tienen.
El discurso se repite incansablemente en todos lados sin distingo se siglas, género o edad, se trata de un cliché que se utiliza a sabiendas de que rara vez se cumple, pero que se emplea de manera recurrente porque suena bien. Igual que las concursantes de belleza que piden paz mundial, los políticos siempre dicen que combatirán con la corrupción. Y nunca lo hacen.
Precisamente porque se trata de un mensaje vacío la gente dejó de creer en él; a cualquiera que se le pregunte sobre ello dirá que se trata de una mentira más de los políticos, de una promesa ilusoria que nunca se cumplirá porque pesan más las complicidades y todos son corruptos.
Andrés Manuel López Obrador prometió combatir a los corruptos y colocó esta idea como eje central de su campaña; el tabasqueño logró que mucha gente le creyera porque se trataba de un hombre distinto, con un pasado intachable y una larga historia de lucha social que le concedía la calidad moral para hablar del tema. Seis años después pocos creen que esa promesa se cumplió, porque nada ha cambiado.
Combatir la corrupción era en el 2018 la demanda más sentida de la población porque los abusos y excesos cometidos en los seis años previos fueron alarmantes; la presidencia de Enrique Peña Nieto fue una de las más corruptas de la historia de México no solo por lo que hizo el ejecutivo federal y su equipo, sino por lo que permitieron hacer a todos los gobernadores, empezando por el de Morelos.
En el 2024 atajar la corrupción y las redes de complicidad que se han creado alrededor de ella sigue siendo el reclamo más fuerte del pueblo de Morelos, porque durante cuatro sexenios la impunidad ha sido una constante y ninguno de los grandes saqueadores del estado ha pagado.
Sergio Estrada Cajigal fue un gobernador frívolo, pero también corrupto que junto con sus amigos se enriqueció a costa del erario. Lo mismo pasó en el gobierno de Marco Adame, quien nunca pudo controlar a su familia y permitió que crearan una enorme red de corrupción.
El sexenio de Graco Ramírez es cosa aparte, el tabasqueño y su familia es descrita por sus propios correligionarios del comité nacional como “depredadores”, quienes destacan su ambición y falta de pudor. En esa administración el robo se institucionalizó a través de la esposa y los hijos, se crearon oficinas para canalizar los contratos y se adquirieron deudas por miles de millones de pesos que pagarán las siguiente cinco administraciones estatales.
Durante ese sexenio se cometieron excesos de todo tipo, el más evidente fue el robo a los recursos de la reconstrucción y las donaciones de la gente para los damnificados; a pesar de ello hasta el día de hoy el exgobernador continúa libre, igual que los ladrones que lo ayudaron.
La administración de Cuauhtémoc Blanco también ha sido señalada por abusar de los recursos y hacer negocios a través de las instituciones. Las dos figuras emblemáticas de esta nueva historia son Efrén Hernández Mondragón y Christian Carmona, pero no son los únicos que son observados por el equipo de transición, en la fila aparecen, entre otros, la ex secretaria de hacienda, descrita en campaña como la operadora financiera de Cuauhtémoc Blanco, también la encargada de la secretaría de obras y el secretario de movilidad.
Igual que cualquier político en campaña Margarita González Saravia promete combatir la corrupción y cerrar el paso a la impunidad; en distintos foros la gobernadora se ha referido al tema, lo ha convertido en eje de su gobierno y una línea en torno a la cual girará todo su gobierno.
Pero como se trata de una oferta muy gastada, utilizada por todos, pero que rara vez se cumple, muchos consideran que nuevamente se trata de palabras al viento, de un cliché discursivo que suena bien, pero que no se cumplirá. “Siempre dicen lo mismo y no hacen nada” he escuchado decir varias veces en los últimos meses a muchas personas.
Y tienen razón: ¿Por qué creer en una promesa recurrente que nunca se cumple? ¿Con qué bases pensar que ahora será diferente?
Transformar la expectativa en confianza es uno de los principales retos de Margarita González Saravia, hacerlo es prioritario porque le permitirá alcanzar las metas que se ha fijado, mismas que para concretarse requieren ineludiblemente el respaldo de la ciudadanía.
Personalmente creo que las expresiones de la gobernadora en el sentido de acabar con la corrupción son reales, pero también pienso que esta acción depende de muchos factores que comienzan con la confianza ciudadana.
Hoy las promesas de los políticos carecen de credibilidad porque nunca se cumplen y revertir esta idea demandará de la gobernadora acciones tangibles, inmediatas y en congruentes con su promesa.
Más claro: para que la gente crea que la gobernadora verdaderamente combatirá la corrupción, lo primero que debe hacer es castigar a los corruptos.
Y hay muchos de ellos a la vista.
· posdata
Aunque hay bases estructurales a partir de las cuales arrancar, Margarita González Saravia construirá desde cero su gobierno. No hablo de las personas que la acompañará en su equipo, las que llegan con ella a la administración pública o quienes forman parte de la estructura de todas las dependencias, sino de una idea que se traduce en acciones específicas y se mueven bajo una idea humanista.
La gobernadora tiene muy claro a dónde quiere llegar, pretende trascender en la historia y revertir cosas que se han hecho comunes en la administración pública, pero no son buenas ni para el estado ni para los ciudadanos.
Margarita González es idealista, apuesta por la dignificación del servicio público, impulsará acciones que verdaderamente atiendan a la gente y decisiones cuya prioridad sea el beneficio social.
Las mismas ideas las han expresado una y otra vez todos los gobernadores que hemos tenido en los últimos años, pero ninguno ha pasado del dicho al hecho. González Saravia va a intentarlo, lo está haciendo desde ahora con lineamientos muy claros, a veces románticos, pero congruentes con lo que siempre ha hecho.
Vender su idea a la población es clave para el éxito de su gobierno, porque si la gente no entiende su mensaje, puede confundirlo con demagogia y generar una reacción contraria a la que la gobernadora espera.
En este punto será clave el trabajo de la otra Margarita, la que estará al frente de la comunicación.
Para Margarita Estrada el reto es igual de grande que para su jefa, porque será ella quien deberá traducir en palabras e imágenes el esfuerzo de una administración que pretende ser diferente a otras y consecuentemente deberá tener una comunicación distinta a la tradicional.
Antes de asumir el cargo la futura encargada de la comunicación estatal ha sido objeto de ataques, señalamientos y críticas, siempre desde el anonimato o desde espacios que históricamente han atacado de manera institucional. Las razones son obvias: las Margaritas caminan en sincronía, tienen la misma visión y un enfoque distinto sobre la política; a las dos les han pegado porque ninguna de ellas avalará la corrupción.
El reto de la futura jefa de prensa no es menor, comienza por tomar las riendas de una oficina compleja y convulsionada, continúa con la definición de un plan de trabajo que refleje el pensamiento de la gobernadora y avanza por los distintos espacios que hoy tiene la comunicación moderna. Su meta: que la gente compre el mensaje del nuevo gobierno.
Margarita Estrada es profesional, goza de toda la confianza de la gobernadora y entiende mejor que muchos lo que su jefa pretende hacer desde el ejecutivo. Su trabajo no será fácil porque desde ahora le están poniendo piedras en el camino y algunos apuestan porque le vaya mal, porque intenta hacer las cosas diferente y quiere saber exactamente en dónde estará parada.
Se puede estar o no de acuerdo con las decisiones que se tomen en esa oficina, pero en este punto de la historia las dos Margaritas merecen un voto de confianza y apoyo para que su trabajo sea exitoso.
· nota
Quedó definida la mesa directiva de la cámara de diputados en la Legislatura 56: será un órgano plural conformado por mujeres.
Como cada tres años la esperanza es que este congreso sea mejor que el anterior, o menos malo. Cada tres años la expectativa es la misma y siempre vamos de mal en peor.
Jazmín Solano tiene una oportunidad enorme en esa posición no solo por su rol como diputada, sino porque será la primera mujer que encabece la mesa directiva en muchos años.
Confiemos que no repita los abusos de Francisco Sánchez y su camarilla.
· post it
Samuel Sotelo se convertirá en gobernador suplente de Morelos a partir del 01 de septiembre, cuando Cuauhtémoc Blanco se incorpore de lleno a los trabajos parlamentarios en el Congreso de la Unión.
Samuel es un hombre prudente, capaz y respetuoso que dará estabilidad a la transición.
Si Samuel hubiera estado más tiempo al frente del ejecutivo, el estado no estaría tan mal como lo está ahora, ni los funcionarios habrían cometido tantas tonterías como en los últimos dos meses.
· redes sociales
Para la egoteca: la fotografía de Samuel Sotelo Salgado estará fija en dos espacios dentro de la sede del ejecutivo estatal: en la Secretaría de Gobierno y en el Salón Gobernadores.
Bravo. Lo merece.
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