Serpientes y escaleras - Basura gratis

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Basura gratis

Inicio el juicio contra Manuel Agüero. Solo hay algo más feo que su cabello: sus comerciales.

El día de ayer compareció en un tribunal de Atlacholoaya el expresidente municipal de Jiutepec Manuel Agüero Tovar; su presencia ante las autoridades judiciales obedece a las denuncias que en su contra ha interpuesto la nueva administración municipal, específicamente en lo que se refiere a la disposición de 19 millones de pesos correspondientes al pago del impuesto predial que no le tocaba ejercer. Lo del exalcalde igual que lo de algunos exdiputados y exsecretarios puede dar pie a la exposición de varias historias de corrupción cometidas durante el graquismo.

Actuar en contra de quienes corrompieron las instituciones y abusaron de los recursos públicos es una promesa de campaña aún incumplida por las nuevas autoridades y representantes populares de Morelos. Poner un alto a la impunidad y llevar a juicio a quienes violaron la ley fue la primera y más importante oferta de quienes pidieron el voto en el 2018, pero hasta ahora son muy pocos los personajes sujetos a algún tipo de proceso judicial.

El caso de Manuel Agüero Tovar es llamativo no solo por las arbitrariedades que realizóel perredista durante su paso por el ayuntamiento, sino por lo que su figura y cargo representan en la trama de corrupción del graquismo y los excesos que al final del sexenio anterior se cometieron en aras de conservar el poder en el estado y en ese municipio.

Recordemos que la corrupción gubernamental en el régimen pasado se operó a través de la familia del gobernador, es decir, de sus hijos Rodrigo Gayosso, José Domingo Ramírez y de su esposa Elena Cepeda; el primero fue el constructor de una red de funcionarios ubicados en todas las dependencias públicas del estado, en el congreso local y en varios municipios; estos personajes operaban todas las compras y los contratos, y reportaban directamente al hijastro.

Los hijos y la esposa de Graco Ramírez se dividieron el gobierno estatal como si se tratara de un negocio: entre otras cosas Gayosso tuvo bajo su mando la obra pública y las compras de medicinas, las adquisiciones, los fideicomisos y los contratos en el área de seguridad, mientras que José Domingo y Elena tomaron todo lo relacionado con las áreas de turismo, cultura y el DIF, incluyendo los conciertos, las contrataciones, la edificación de los museos y las despensas. Algunas piezas clave de este entuerto en el poder Ejecutivo fueron Sergio Beltrán Toto, Andrik Ruíz de Chávez, Jerónimo Bernal y Alejandro Alonso Arriola.

De manera paralela el hijastro operó en los otros dos poderes del estado a través de la presidenta del poder Judicial Carmen Verónica Cuevas y casi todos los diputados de la 53 legislatura, empezando por Hortencia Figueroa, Beatriz Alatriste, Francisco Santillán, Julio Yáñez, Julio Espín, Francisco Moreno, Norma Popoca, Eder Rodríguez, Silvia Irra, Mario Chávez, Enrique Laffite, Edwin Brito y Carlos Alanís. Todos ellos se sometieron a los intereses de quien a la postre fue candidato a la gubernatura, pero también se beneficiaron económicamente de todos y cada uno de los acuerdos que tomaron.

Es aquí donde entra el alcalde de Jiutepec, quien junto con otros presidentes municipales conformaron otro frente de operación de Rodrigo Gayosso. Agüero Tovar fue un personaje muy cercano al hijastro del gobernador, le asesoraba políticamente, le ayudó a sumar a otros ediles a su causa y a cambio de su ayuda política gozó de todo el respaldo del régimen, empezando por un enorme manto de impunidad.

Por eso al alcalde perredista de Jiutepec nunca le importó cuidar las formas políticas, ni se preocupó por actuar conforme a lo que establece la ley; por su cercanía con el gobernador y su hijastro, el expriísta hizo y deshizo en el municipio, se arrendó a si mismo varias propiedades, entregó negocios, contratos y concesiones a sus familiares y se dio el lujo de otorgar base laboral a sus amigos y crear dos nuevos sindicatos. Ningún presidente municipal como el de Jiutepec tuvo tanta ayuda y protección, por eso su actuar arrogante y abusivo.

El enorme apoyo que recibía Agüero Tovar de sus socios políticos y la confianza que sentía por contar con tanto dinero para ir a campaña llevaron al munícipe a romper reglas básicas de cualquier administración pública. El perredista estaba tan confiado de que iba a ganar la elección que nunca se preocupó por actuar dentro de la ley; supuso que triunfaría en las urnas y que al hacerlo nadie revisaría sus cuentas o le sancionara sus faltas. El problema es que perdió.

El primer proceso que enfrenta el exalcalde jiutepequense es delicado y no podrá librarlo fácilmente: Manuel Agüero Tovar dispuso de 19 millones de pesos producto del impuesto predial 2019; estos recursos no correspondían al ejercicio fiscal 2018 y legalmente no podían ser utilizados por su administración, sobre todo considerando que venía un cambio de gobierno.

Los alcaldes saliente y entrante hablaron este tema y públicamente Rafael Reyes dijo que le había solicitado a Manuel Agüero que no utilizara esos recursos, puntualizando que hacerlo constituiría una violación a la ley; la respuesta del perredista en ese momento, según lo manifestó el de Morena, fue que los usaría sin importar las consecuencias.

Un dato extra en esta historia: a pesar de que era lo legalmente conducente y el alcalde electo se lo solicitó en varias ocasiones, la administración perredista saliente de Jiutepec se negó a realizar la entrega recepción y se encargó de desaparecer gran parte de la información del municipio.

Más allá del destino de esos recursos (lo cual merece un análisis aparte, porque en su gran mayoría fueron para beneficiar a los funcionarios salientes, empezando por el presidente municipal), la sola disposición del dinero de otro ejercicio fiscal es una grave falta con consecuencias jurídicas muy concretas, por esa razón los abogados de Agüero sufrirán mucho para defenderlo. La de ayer fue la primera audiencia a la que acudió el exedil, la siguiente será el próximo 31 de enero y ahí un juez podría determinar su vinculación a proceso y alguna medida precautoria, como la cárcel preventiva.

El caso de Manuel Agüero es llamativo por muchas razones, no solo por los abusos e ilegalidades cometidos en el ayuntamiento, sino porque ese personaje fue pieza central en la red de corrupción del pasado gobierno y es una figura a través de la cual el hijastro intenta reconstruir su estructura política y formar un frente de ataque contra el gobierno a partir del 2020.

Hay que esperar para saber hasta donde avanzarán las denuncias que se han presentado en contra de ese personaje, sobre todo en función de los elementos de prueba que se integraron a las carpetas; lo cierto es que mientras los temas se desahogan, ese regordete fanfarrón andará preocupado, amparado y gastando mucho tiempo y dinero en su defensa legal.

La justicia en México tarda mucho, pero a veces llega.

  • posdata

El próximo 23 de enero se llevará a cabo una nueva Marcha por la Paz, partirá de la Ciudad de Cuernavaca a la Ciudad de México y el punto de reunión final será el Palacio Nacional. Los organizadores, Javier Sicilia y Julián LeBarón pretenden con este movimiento exigir al Gobierno de México mejores e inmediatos resultados en materia de seguridad.

Hay un antecedente a esta marcha: el 5 de mayo del 2011 el poeta Javier Sicilia encabezó el movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad luego de que su hijo y seis personas más fueron asesinadas en Temixco Morelos por un grupo criminal. La caminata partió en ese entonces de la glorieta de la Paloma de la Paz, al norte de Cuernavaca, los participantes pernoctaron en Coajomulco y luego acamparon en Ciudad Universitaria.

La movilización encabezada por Javier Sicilia recibió apoyo internacional y en varios estados del país se llevaron a cabo manifestaciones de forma simultánea. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional a través del Subcomandante Marcos se sumó a la lucha por el cese de la violencia en el país y derivado de estas acciones y movimientos el Gobierno de México accedió a dialogar abiertamente sobre la estrategia de combate a la delincuencia organizada. El resultado concreto de la marcha fue el Diálogo por la Paz celebrado en el Castillo de Chapultepec, a donde acudieron distintos funcionarios de gobierno, empezando por el Presidente de México, representantes populares, actores políticos y distintos líderes sociales.

La del próximo 23 de enero pretende replicar aquel histórico movimiento, ahora con la suma de la familia LeBarón, cuya tragedia reciente fue conocida por el mundo entero; Sicilia y LeBarón han llamado a toda la sociedad mexicana a sumarse al movimiento y desde muchos foros comienza a hacer eco su petición, porque ahora igual que hace unos años, las historias de horror producto de la impunidad con que operan los grupos delictivos son cosa de todos los días en todos los estados del país.

Habrá que ver hasta donde crece este movimiento y de que manera reacciona ante algo así el Gobierno de México.

De nueva cuenta la Marcha por la Paz en México comienza en Morelos.

  • nota

Puede ser una buena persona. Puede haber sido un excelente marino. Puede venir bien recomendado por el Gobierno de México y puede tener todo el apoyo del gabinete federal de seguridad. Puede ser un funcionario decente e incorruptible, pero también es un hombre de edad, cansado, fastidiado, con la salud mermada y sin ningún arraigo en esta tierra.

En un gobierno como en cualquier empresa, las metas y los objetivos se miden a partir de resultados y los resultados que tenemos en Morelos en materia de seguridad hablan por si mismos.

Por el bien del estado, de su gente y del propio gobierno de Cuauhtémoc Blanco, es necesario un ajuste de fondo en la Comisión Estatal de Seguridad, empezando por su titular. Si lo que se requiere es tener a alguien con la recomendación y apoyo federal, es momento de pedir que venga alguien más.

La inseguridad está acabando con la imagen y credibilidad de este gobierno.

  • post it

En política el rumor es algo común, pero lanzar un buen rumor no lo logra cualquiera. Desde hace tiempo se ha esparcido entre la clase política un chisme que habla de cambios en el gabinete estatal, aderezando la historia con un peculiar video que no dice nada, pero promete todo.

Si se analiza ese rumor desde un punto de vista lógico, tomando en cuenta los tiempos y las circunstancias de las que se habla, no hay nada sólido ni creíble en los dichos, ni mucho menos consistencia en lo que se habla; eso sí, el chisme ha sido bien sembrado, fue difundido en varios lados y lo replicaron algunos lugares muy llamativos.

Aún así no encuentro verosímil la historia; es más: vista la manera como actúa el personaje central de este rumor, el tema parece fantasioso y alejado de la realidad.

La única pregunta que queda es ¿Quién es Rodolfo Archundia Franco?

  • redes sociales

Cuentan que, en confianza, el exalcalde de Jiutepec Manuel Agüero se dice engañado por su amigo Rodrigo Gayosso. “Me convenció de buscar la reelección, me dijo que llevaba una ventaja de 2 a 1 y cuando empezó la campaña me confesó que iba a perder”.

Si la historia fuese cierta, Agüero Tovar es más tonto de lo que parece, porque desde que se comenzó a medir la tendencia electoral en su municipio, nunca estuvo en el primer lugar de la preferencia.

A su mal desempeño como edil se puede añadir la terrible decisión de lanzar una campaña tan mala y ridícula como la de los payasos, en donde aparecía bailando una mal escrita composición montada en un éxito musical de ese momento. Era previsible que el PRD iba a perder esa elección, pero la campaña de la “Basura gratis” consagró al perredista como uno de los candidatos más ridículos a nivel nacional y a su comercial y su estrategia electoral como una de las más torpes y mal estructuradas de México.

Tan solo por ese malísimo comercial, Manuel Agüero merecía perder la elección.

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