Serpientes y escaleras - ¿A qué le apuesta el PRI?

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - ¿A qué le apuesta el PRI?

Políticos viejos operando y caras nuevas en la boleta. ¿Les saldrá la jugada?

 

¿A qué le apuesta el PRI?

La llegada de Jonathan Márquez a la presidencia estatal del PRI no es igual a la de sus antecesores; el joven priísta regresó al estado con todo el respaldo de su dirigencia nacional, lo que implicó que su designación no fue producto de la habitual negociación entre grupos. El nuevo líder tricolor no tiene que pactar con los caciques, puede tomar decisiones verticales y diseñar una estrategia que vaya más allá de los intereses de los políticos de siempre. Lo que tiene en las manos Jonathan Márquez es la posibilidad de brindar al priísmo morelense la oportunidad de resurgir con un rostro diferente y dar paso al tan anhelado relevo generacional. 

Originario de Temixco Morelos, Jonathan Márquez emigró del estado hace algunos años y comenzó a tener roce con políticos que ocuparon posiciones importantes en varios estados de la república, como su amigo Alejandro Moreno en Campeche. Sin abandonar totalmente su tierra, el joven tuvo la oportunidad de participar en diversas encomiendas nacionales que le permitieron construir relaciones que hoy le dan un manejo político superior al de la mayoría de sus correligionarios.

Márquez no es ninguna lumbrera política, de hecho está aún lejos de ser un personaje sobresaliente; su formación lo ha vuelto un joven-viejo, hecho a las viejas costumbres del poder, apegado a las prácticas que durante décadas se han utilizado en el Revolucionario Institucional.

Pero la política es de circunstancias y hoy estas le favorecen: su amistad con el dirigente nacional lo colocó en la dirigencia estatal sin necesidad de negociar con nadie, sin tener que ceder posiciones ni compartir el poder, como ha ocurrido cada vez que se renueva el comité estatal.

A diferencia de sus antecesores, Jonathan Márquez tiene derecho de picaporte con la presidencia nacional de su partido y apoyo absoluto de su titular; tiene que lidiar con los personajes locales, pero todos saben que la voz de Alejandro Moreno siempre será a favor del joven morelense.

Con estos elementos a favor, lo que tiene enfrente el presidente estatal del PRI es la posibilidad de dar un verdadero golpe de timón, de realizar una restructura total y diseñar una estrategia más allá de los intereses y jaloneos de grupos.

Pero los primeros movimientos de la nueva dirigencia estatal parecen ser contrarios a lo que muchos esperan de un nuevo PRI; Jonathan Márquez diseñó un comité en el que participan viejos y muy mal vistos priístas, algunos señalados de traidores, como Jorge Meade González, otros conocidos por flojos, como Iván Saucedo Tapia, otros por torpes como Otilio Rivera y algunos obsoletos, como Víctor Hugo Manzo. Además Jonathan Márquez carga con Maricela Velázquez y su marido, a quienes muchos priístas consideran cien por ciento graquistas.

Con esto a la vista es difícil pensar que el PRI será distinto a lo de siempre, que exista en él algo digno de tomar en cuenta o merecedor de confianza; por el contrario: estos personajes hacen pensar que en la nueva dirigencia no hará nada distinto a lo que se hizo en el pasado y en lugar de buscar un cambio en el rostro y actuación del partido, se apuesta por el reciclaje de lo peor que ha dado ese instituto político.

El punto es que, según Jonathan Márquez, lo primero que deben hacer para salir del hoyo es estabilizarse y eso pasa por la recomposición interna; con una diputada local que juega en contra del PRI y solo dos alcaldes de poblaciones menores, cualquier cosa extra que logre en el 2021 será mejor.

La conformación de un comité electoral con esas características, dicen, tiene como objetivo tener a los pillos cerca, trabajando a favor y no en contra; es la suma de maldades, de vicios y de intereses en el PRI y no contra el PRI, como ha sucedido en las últimas elecciones.

La estrategia es horrible, pero tiene sentido: si algo tiene el PRI es que durante años formó a sus cuadros, les enseñó a hacer política, a trabajar en campo y a operar; la vida de partido ha sido muy complicada en el tricolor porque durante muchos años predominaron los generales sin tropa; hoy que no hay poder, todos esos personajes parecen estar de acuerdo en jalar en un mismo sentido porque ya perdieron todo.

En muchos sentidos el PRI es impresentable a la sociedad, pero la clave en el plan de Jonathan Márquez está en que la elección avance por dos caminos distintos: el viejo PRI operando en campo y caras nuevas en las campañas. Si el plan del presidente se concreta, en la boleta electoral del 2021 no veremos a ninguno de estos personajes, sino ciudadanos distintos, con poca o nula identidad priísta, pero apoyados en tierra por los viejos lobos de mar tricolores.

La idea no es mala y puede funcionar: un problema recurrente en el PRI ha sido la guerra de priístas contra priístas, el fuego amigo que mata a los candidatos antes de la elección y hunde las campañas antes de que inicien el proceso. Con los malosos jugando de un mismo bando y figuras ciudadanas en las boletas, la historia puede ser diferente y el electorado podría pensar en el PRI como una opción, porque sería votar por no priístas.

Recordemos algo: a los personajes de poder los conocemos en el llamado círculo rojo; ahí se recuerdan sus historias y sus hechos, sus andanzas y sus tropiezos; para el grueso de la población estos sujetos han ido desapareciendo del mapa desde que dejaron el poder y no se acordarán de ellos a menos que los vean haciendo campaña. A favor de este tipo de priístas impresentables habría que decir que ahora hay pillos similares o peores en todos lados; la patente delictiva ya no es exclusiva de un partido.

Jonathan Márquez tiene en sus manos una oportunidad de oro: puede diseñar una estrategia a su gusto, sin la necesidad de negociar con los grupos y con el respaldo absoluto de su dirigencia nacional. No es poca cosa: si le salen bien las cosas, el joven dirigente habrá mostrado que políticamente es mucho más de lo que parece.

  • posdata

Un nuevo frente de ataque se le ha abierto al alcalde Antonio Villalobos con la detención de seis trabajadores municipales del área de Inspecciones que presuntamente trataron de extorsionar al propietario de un autocinema en Cuernavaca; de acuerdo con la versión difundida por la Fiscalía Anticorrupción de Morelos, los empleados exigían al empresario 200 mil pesos para poder “operar sin ningún inconveniente”.

Los detenidos portaban credenciales que los acreditan como trabajadores de la Dirección de Gobernación y estaban incluidos vía whatsApp en chat de trabajo. El afectado presentó una denuncia ante la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción de Morelos debido a que los inspectores llegaron a su predio y le dijeron que “se debía alinear”; el empresario asegura que operaba en regla y dijo contar con los permisos necesarios. Cuando los trabajadores fueron por la cuota acordada (200 mil pesos) , el ciudano llamó a la Fiscalía Anticorrupción y elementos policiacos  ejecutaron la detención en flagrancia.

El Ayuntamiento de Cuernavaca emitió un comunicado de prensa en el que confirma que los detenidos son trabajadores del área de inspecciones de la Dirección de Gobernación Municipal, pero se deslindó de sus actos. Tras enterarse de la detención de los funcionarios municipales el alcalde Antonio Villalobos dijo que la lucha contra la corrupción al interior del ayuntamiento no ha podido erradicarse y celebró la intervención de la Fiscalía; aseguró que no meterá las manos al fuego por nadie y confió que la actuación de las autoridades fuera con elementos. “La corrupción está arraigada en algunas áreas de la comuna a pesar de la lucha contra ese mal”.

Unas horas después de la detención de los trabajadores municipales el Ayuntamiento de Cuernavaca clausuró la Autoexplanada cine teatro espectáculos Cuernavaca Drive In, por la falta de cumplimiento en materia de construcción y uso de suelo; la acción fue certificada por el Notario 12 de Cuernavaca Gerardo Cortina y apoyada por cuatro patrullas y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

La historia se cuenta rápido, pero el problema es serio; no es la primera vez que inspectores del ayuntamiento capitalino son acusados de extorsión, las quejas son recurrentes y se escuchan por todos lados: negocios, personas, empresas, construcciones y cualquier actividad que implique la supervisión del ayuntamiento sufren el acoso de estos funcionarios desde hace tiempo; emulando al agente 007, pareciera que tienen permiso para robar.

En reiteradas ocasiones se ha denunciado la corrupción que impera en el área de licencias de funcionamiento municipal; otras tantas se ha dicho que lo mismo ocurre en otras dependencias del gobierno capitalino, empezando por las secretarías de Obras Públicas, Desarrollo Sustentable, Desarrollo Económico y por supuesto, en la Secretaría de Seguridad Pública. A pesar de todo las autoridades municipales nunca han hecho nada.

Han sido tantos y tan constantes los señalamientos contra el municipio que se ha formado la percepción de que las extorsiones se llevan a cabo con autorización superior; lo que hizo hace unos días la Fiscalía Anticorrupción es algo que debe repetirse en todos los municipios del estado, porque Cuernavaca no es el único lugar que tiene ese cáncer incrustado. La captura en flagrancia puede sentar un precedente que ayude a frenar la corrupción.

El desgaste de Villalobos por este tema no es menor y se combina con la denuncia que en su contra sigue la Fiscalía Anticorrupción; al alcalde le hace falta más firmeza en este tipo de situaciones y una actuación puntual para erradicar la corrupción desde dentro, para que no le sigan deteniendo trabajadores en flagrancia y se piense que en verdad los inspectores tienen que pasar una cuota.

El presidente municipal tiene que despabilarse y comenzar a tomar decisiones serias antes de que sea tarde; la captura de seis de sus trabajadores no es cualquier cosa y amerita mucho más que un deslinde superficial. Antonio Villalobos debe revisar lo que sucede en esa oficina y llamar a cuentas al titular, de lo contrario todos supondremos que realmente es él el jefe de la banda.

  • nota

Rodrigo Gayosso regresa a la política local a través de la nueva dirigencia estatal del PRD; lo hace sin el poder ni los recursos de antes, sin el control del gobierno estatal ni del congreso local.

Sin el dinero por delante, habrá que ver de qué es capaz el hijastro incómodo; frente a él hay un marcado desprecio por el gobierno perredista del cual indirectamente formó parte y contra el partido y las personas que fueron tapadera de sus fechorías; frente a él están también quienes fueron agraviadas por Graco Ramírez y amenazados por él o su familia.

Gayosso hizo de la política un negocio y actuó como sicario gubernamental: el gobierno de su padrastro fue utilizado para golpear, para amedrentar y cobrar venganza contra quienes no estuvieran de acuerdo con él. Ahora Gayosso está del otro lado: desprestigiado, odiado y frente a un hombre (Cuauhtémoc Blanco) al que lastimó en lo personal, metiéndose y agrediendo a su familia.

Rodrigo Gayosso y los suyos saben lo que se puede hacer desde el gobierno y por eso mismo deben andarse con pies de plomo ahora que no tienen poder; lo que le hizo el Gayo al ahora gobernador no fue parte de una lucha política, fueron agresiones personales.

Lo dice la sabiduría popular: el que se ríe se lleva… y el que se lleva se aguanta.

  • post it

El gobierno de Cuauhtémoc Blanco ha iniciado una nueva estrategia de comunicación a través de videos cortos, a propósito de fechas importantes: el natalicio de mi General Emiliano Zapata y el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.

Ambos documentos son muy buenos, retratan a la perfección el momento, están bien producidos y tienen un contenido atractivo. Pero sobre todo se trata de una forma de comunicar distinta que versa sobre temas relevantes que van más allá de lo cotidiano y muestran que en Morelos hay cosas importantes, valiosas, de las cuales debemos estar orgullosos.

Esta estrategia de comunicación no choca con ninguna otra, es más bien un complemento informativo que camina por una vía distinta, porque genera orgullo y pertenencia.

La administración estatal ha estado sujeta a muchas presiones desde que comenzó; los conflictos políticos, los problemas sociales y la rebatinga de poder no han dado tregua, lo cual ha provocado un mal humor social que afecta la imagen de los gobernantes.

Esta nueva modalidad en comunicación ayuda a cambiar el ánimo colectivo y la percepción sobre las personas y las cosas; no suple, complementa y apuesta por un contenido distinto, atractivo y de fácil entendimiento.

Bien por quienes idearon y realizan estos videos. Ojalá haya más.

  • redes sociales

Qué tal un video que hable de lo que somos como pueblo para reafirmar nuestra identidad y pertenencia; algo que hable de nuestras raíces, nuestra cultura, nuestros lugares y por supuesto, nuestra comida.

Digo, es solo una ideal.

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