SEMANA SANTA PARA REFLEXIONAR
En opinión de Juan Salgado Brito
La Semana Santa del año pasado escribí algunos comentarios y reflexiones que considero vigentes y que hoy me permito expresar en esta columna deseando a todas y
todos nos demos la oportunidad de mirar con visión abarcadora nuestro entorno y analizar la realidad que vivimos, reconocer lo mucho que tenemos por agradecer a la vida y también la enorme responsabilidad de cada quien para contribuir con lo mejor de nosotros mismos a corregir lo que no está bien y lo que es injusto.
Independientemente de la religión que cada quien
profese, creyentes o no creyentes, la Semana Santa también conocida como la Semana Mayor, tradicionalmente ha sido ocasión y oportunidad para un recogimiento espiritual, familiar o individual, lo cual sirve para reflexionar y ponerse de acuerdo consigo mismo, pensar y repensar sobre acciones y actitudes frente a la vida y ante el mundo, el entorno o el ambiente social, político o cultural que nos
rodea. Reflexionar y recapitular respecto a que somos, quienes somos, cómo somos, siempre ayudará a tomar decisiones y medidas para mejorar en lo individual procurando en todo momento la salud mental, física, espiritual e intelectual que nos permita ver con objetividad las cosas y los hechos así como una concepción del mundo y de la vida más libre de prejuicios y atavismos.
Reflexionar sobre nuestro desempeño como seres humanos, como padres o madres de familia, como miembros de una comunidad e integrantes de una sociedad que se rige por normas, sin duda mucho ayuda y contribuye al perfeccionamiento de nuestro sistema social y también político, porque esto conlleva a una reflexión sobre la responsabilidad de cada quien para conocer, ejercer y exigir
sus derechos pero también saber sobre sus obligaciones y el deber de cumplirlas. Seguramente que al reflexionar sobre nosotros mismos tendremos claro que la prioridad es el cuidado personal para poder cuidar a los demás, proteger la salud para conservar la vida y dedicarle tiempo a quienes más queremos y a lo que más nos guste hacer.
Estos días de Semana Santa o
días de guardar ojalá nos sirvan para reflexionar y procurar ser mejores, superarnos pero más que en relación a los demás, en razón de nosotros mismos para estar y vivir en paz, dando lo mejor a nuestros seres queridos y con un mayor sentido y compromiso de solidaridad humana y de solidaridad social.