SAPAC corrupción e impunidad
En opinión de Roberto Salinas
El 28 de julio de 2010 la Asamblea de la Naciones Unidad reconoció el Derecho Humano al agua y saneamiento “El derecho humano al agua otorga a todas las personas el derecho a agua suficiente, segura, aceptable, físicamente accesible y asequible para usos personales y domésticos” Pero en Cuernavaca como muchas otras cosas, los ciudadanos no son relevantes para los funcionarios.
Si queremos conocer a un gobernante municipal sobre su nivel de profesionalismo y capacidad, podemos observar el funcionamiento del sistema operador de agua, si cuenta con finanzas sanas o es un desastre, si es transparente u oculta información de su funcionamiento, si ofrece un servicio eficiente o mantiene a su población en estrés y enojo por el servicio que ofrece.
Bueno, SAPAC es el ejemplo de lo mal que se puede administrar una institución pública, en la que se conjuga una red de complicidades y desorden para que se beneficie un puñado de personas a costa de una mala calidad de vida para más de 300 mil habitantes.
El Centro de Investigación Morelos Rinde Cuentas ha dado seguimiento al funcionamiento de SAPAC desde 2016, ha presentado dos estudios señalando los problemas del organismo y ofreciendo propuestas para mejorar su administración. Nos reunimos con seis de los últimos 10 directores, en el que todos manifiestan disposición, pero poco o nada se concreta, lo mismo sucede con los alcaldes, Antonio Villalobos quien manifestó interés para mejorar SAPAC pero solo sirvió para capotear las propuestas. Cuauhtémoc Blanco, de plano nunca mostró el mínimo interés de escuchar y conocer los estudios realizados, un ejemplo de su calidad y profesionalismo como servidor público.
A partir de marzo de 2020 un grupo de ciudadanos nos agrupamos en un colectivo denominado Consejo Ciudadano de Morelos con la intención de profundizar en el estudio de SAPAC, con diferentes perfiles y conocimientos, así se concretó un detallado análisis de la mayoría de los problemas de SAPAC y se encuentra concentrado en un Anexo Descriptivo del cual tiene copia la Fiscalía Anticorrupción, Auditoría (ESAF), Contraloría municipal, Órgano Interno de Control de SAPAC, Comisión de Derechos Humanos de Morelos, los 20 Diputados locales, Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda Federal y la Auditoría Superior de la Federación.
La crisis de agua que presenta Cuernavaca tiene su explicación en la corrupción, en un sistema que funciona en el caos y abusos de los que podemos señalar entre otros, los siguientes:
- Desvío de recursos.- Cada administración ha usado las asesorías externas como fuente de salida fácil de recursos, desde contrataciones para supuesta recuperación de cartera vencida, gestionar reducción de adeudos con CFE o CONAGUA, tramitar amparos o realizar capacitaciones, sin licitaciones, con contratos que no se cumplen o rebasan en montos y sin documentos que comprueben el trabajo y resultado de las empresas.
- Compras irregulares.- Durante 2017 y 2018 SAPAC compró 100 millones de pesos en materiales para el mantenimiento de la red de agua, cuando su presupuesto era de 4.5 millones anuales. Para estas compras se usaron quince empresas, siete de ellas de Puebla, dos con el mismo domicilio y liquidadas después de facturar a SAPAC, una empresa está confirmada como fantasma en la que usaron los documentos de un joven con discapacidad y en pobreza extrema. No hay contratos y órdenes de compra, las facturas no están firmadas o incluso algunas sin sello de finanzas, los vales de salida del almacén quedaron inservibles por un “tifón” en octubre de 2018, de hecho, pretendieron evitar la entrega de información de los pagos durante meses, argumentando que un virus había afectado en abril de 2018 a los equipos de cómputo y que el área con más afectación era finanzas.
- En 2015 la última auditoría decente señalaba que SAPAC no tenía convenios con las pipas de agua propiedad de particulares y el registro de vales de venta de agua no era adecuado. Cada pipa debe pagar aproximadamente $350 a SAPAC y ellos la venden a los usuarios entre $700 y $1,200. Pero lo reportado de ingresos por SAPAC en 2020 es de 2 millones de pesos, un aproximado de 28 servicios de pipas al día, una cifra absurda. Los ingresos reales de SAPAC por venta de agua a pipas particulares podrían ser superiores a 18 millones de pesos y no los 2 o 4 millones que se reportan anualmente.
- En 2020 SAPAC gastó 58% en su nómina, una cantidad que deja a cualquier institución sin capacidad de operación e inmerso en una serie de problemas laborales futuros. Su nómina ha rondado entre los 600 y 700 empleados, además de los 200 jubilados y la lista de raya que paga en efectivo. SAPAC es de los organismos en el país con la mayor cantidad de empleados por cada 1,000 cuentas de usuario.
En resumen, SAPAC es un caos, un ejemplo de corrupción e impunidad que lucra con uno de los elementos indispensables para la vida, para el desarrollo de las personas. SAPAC ya no puede simular acciones de buena voluntad y entendimiento.
SAPAC necesita funcionarios honestos, transparentes y con conocimientos en su operación y en sus decisiones en la Junta de Gobierno. SAPAC necesita tecnología para administrar, evitar los pagos en efectivo, ingresar al sistema los miles de usuarios que no regulariza (aunque sí pagan) ya que no se contabilizan más de 40 millones anuales. SAPAC necesita invertir en nuevos equipos de bombeo con mejor eficiencia en el consumo de energía para ahorrar recursos. SAPAC necesita renovar su red de agua porque pierde más del 60% del agua que extrae. SAPAC necesita de la vigilancia ciudadana y de acciones legales para sancionar la corrupción. Aunque este proceso tardará más de diez años, es posible tener un sistema eficiente y de calidad, pero eso, depende de todos.