Repaso - SOBRE DOS AMIGOS MAESTROS
En opinión de Carlos Gallardo Sánchez
Dice Felipe Domínguez, experimentado profesor y sobresaliente sindicalista, en un texto compartido en la página virtual “Maestros de Morelos”, lo siguiente:
“En cuanto al relevo del Comité (en) la Sección 19 del SNTE existen varias inquietudes y aspiraciones, todas legítimas y válidas, sin embargo, la ambigüedad con las que se ha tratado la reforma de la Ley Federal (del) Trabajo en materia de democracia sindical, esto aunado a la contingencia sanitaria ha prohijado que el relevo se siga posponiendo y dadas las condiciones imperantes, es posible que el relevo se vaya a dar a casi un año de su vencimiento; todos los trabajadores de la educación debemos estar pendientes de los tiempos y las formas para el cambio. Sin duda la inminente elección deberá de darse de una manera impecable, que hable de la convicción y capacidad democrática que refleje nuestro compromiso ante la sociedad y los vientos de cambio necesarios para nuestra imagen de educadores”.
Me quedo con lo último. Urge, es imprescindible, imperioso, que en su propia organización los miembros del SNTE conquisten por fin la vida democrática que se les ha regateado. Infortunadamente, antes de la pandemia que nos enclaustra, desde diversos frentes gremiales se sospechaban desviaciones de los propósitos de implantar un verdadero clima de respeto a la mayoría mediante un proceso equitativo, transparente y justo en la renovación de los cuadros sindicales, tanto a nivel nacional como local.
Asertivo, Felipe Domínguez aboga por una elección impecable, sin utilizar denuesto alguno, pero seguramente convencido de que las prácticas anquilosadas para mantener el control del SNTE se niegan a morir. De modo que los vicios, digo yo, son viejos, pero con actores de estos tiempos. También lo sostengo, como augurio muy personal: el cambio de dirigencia seccional será turbio e inmoral, prevaleciendo las prácticas clientelares o los ofrecimientos a grupos o individuos específicos para debilitar cualquier expresión contraria al grupo que tiene ahora el control del SNTE, grupo que en Morelos encabeza la actual secretaria general Gabriela Bañón Estrada, quien al alargar su periodo como lideresa del magisterio estatal, corre el riesgo de terminar con su credibilidad en crisis. Hay tiempo para corroborar lo que supongo. Mientras tanto, el razonamiento de Felipe Domínguez me parece pertinente y deseable.
- Abraham Escalada Aceves
Conozco a Abraham Escalada desde que fue estudiante en la Escuela Normal Superior Particular “Lic. Benito Juárez”. Ahora que participa como uno de los docentes que exige reglas más justas para la obtención de algún nombramiento, temporal o definitivo, que permita a los nuevos maestros desempeñarse profesionalmente, me parece injusto que se le haya querido desacreditar difundiendo documentos estrictamente personales que, sospecha Abraham, salieron de alguna oficina pública del IEBEM y se publicaron en la página virtual “Maestros de Morelos” que, por lo que veo, está convertido en espacio importante en el que se aborda todo tipo de temas.
Me di a la tarea de recabar algunas opiniones acerca de este joven profesor y, por lo general, me enteré de que su desempeño como maestro de grupo ha sido aceptable. Su más reciente director, reflexiona sobre el tema y sobre el propio Abraham. Por considerar acertado ese comentario, transcribo lo siguiente:
“La aplicación de la RE (Reforma Educativa; supongo que se refiere a la implantada durante el sexenio anterior), condicionó la entrega de plaza de docencia y demás, a partir de los resultados en un examen, que intenta explorar las habilidades para ejercer el ´oficio de enseñar´. (Sin conocer el desempeño en el aula) Algo que no tiene claridad, es por qué un docente que ha acreditado por esta vía su ingreso, tiene que volver a presentar examen”, cuando la plaza que recibe no la tiene basificada.
Ese es uno de los puntos que debe someterse a debate: ¿por qué se exige a los docentes presentar examen cada vez que aspiran a recibir algún nombramiento? Sin negar la importancia de un examen, pienso que deben atenderse criterios para que un profesor en esas condiciones pueda ser evaluado por su desempeño en las escuelas a las que se les ha enviado para desempeñarse de manera interina.
El tema me exige más espacio y seguramente volveré a abordarlo. Estoy convencido de que los criterios para otorgar nombramientos definitivos o temporales, deben someterse a riguroso escrutinio para terminar con la hegemonía de los resultados obtenidos en un examen, como criterio exclusivo para que alguien pueda continuar desempeñándose en alguna escuela.
Y así como me refiero en este caso a Abraham, estoy enterado de otros maestros que, pese a haber obtenido buenos resultados en el tantas veces referido examen, y además se han desempeñado con atingencia en su incipiente ejercicio docente, se les exige presentar examen cada vez que solicitan ser tomados en cuenta. Lo que han hecho en la práctica no es tomado en cuenta.
El director al que me he referido, pregunta contundente: “¿Por qué el IEBEM no les permite continuar ocupando esas plazas? ¿Por qué no les prorrogan sus contratos? De alguna manera, ya todos ellos han acumulado experiencia en sus primeros acercamientos a los grupos”.
La respuesta puede ser sencilla: porque reglamentariamente no está permitido. Es allí donde debe debatirse y proponer, digo yo, la modificación del reglamento, el cual, sospechan muchos, algunos funcionarios se lo pasan por el arco del triunfo para ayudar a los recomendados. ¿Será cierto?
E mail: profechon@hotmail.com