Repaso - Felipe Domínguez Alarcón: Sus Cartas

Entre los nombres que se barajan en algunos análisis periodísticos y espacios de discusión intersindical, como posibles aspirantes a dirigir la Sección 19 del SNTE, se menciona a Felipe Domínguez Alarcón. Entiendo que él, como otros que ya tienen levantada la mano sin hacerlo explícito, cuidan las formas para seguir proyectando, principalmente, el compromiso que dicen asumir para mejorar la vida democrática del sindicato magisterial y ponerlo verdaderamente el servicio de las mejores causas colectivas.

En el caso de Domínguez Alarcón advierto su intención de proyectarse enterado y propositivo en cuestiones que de alguna manera son del interés de muchos trabajadores de la educación en nuestra hermosa entidad. Sus artículos de opinión e informativos que difunde a través de las redes me parecen bien logrados y, en efecto, dejan la impresión de que su autor escribe con conocimiento de causa.

Creo que los maestros deben ir diferenciando entre los menesterosos intelectuales que aspiran a conducir la Sección 19 con los discursos y las promesas de siempre, de aquellos que, en cambio, se sienten obligados a mostrar un perfil más informado, más académico, más atento a la voluntad mayoritaria. En el segundo contexto se ubica a Felipe Domínguez. Ello lo infiero por las reacciones favorables que a sus publicaciones expresan quienes lo leen.

De perfiles se tiene que hablar necesariamente. Originario de Axochiapan, Domínguez Alarcón es maestro de educación primaria, cursó la licenciatura en matemáticas y es pasante en la maestría de administración y gestión escolar. Su experiencia laboral es amplia: docente de escuelas primarias, de secundarias generales, de telesecundarias y de normal superior. Se jubiló en el 2017 con su plaza de director de telesecundarias.

Tiene amplia experiencia sindical, pues en diversos periodos ha ocupado las siguientes carteras: secretario de Organización, secretario de Desarrollo Tecnológico y Comunicación, y secretario de Negociación Laboral y de Prestaciones. Súmese a lo anterior su paso por una regiduría del ayuntamiento de Cuernavaca, así como director general de educación municipal.

La situación actual de Felipe Domínguez lo ubica distanciado de la actual dirigente seccional Gabriel Bañón, pero ha cuidado mantener contacto e intercambio de puntos de vista con un amplio abanico de actores distribuidos en las diversas expresiones sindicales existentes, tanto a nivel estatal como nacional.

Al final de cuentas, cualquiera que sea el palmarés de los aspirantes al liderazgo seccional, debe observárseles su disposición actual para contribuir a la construcción de un sindicalismo legitimado por su esencia democrática, aspiración a la que deberían supeditarse los grupos hegemónicos que sin duda se disputan el control del SNTE, para garantizar que la planilla o las planillas que se registren para contender en el próximo proceso sucesorio, lo hagan en igualdad de condiciones y lleguen aquellos que enarbolen en los dichos y en los hechos la exigencia de construir la unidad gremial a la que se aspira, sin ataduras ni distribución en lo oscurito de cuotas de poder.

Por lo anterior, aquellos que bien sabemos están muy interesados y activos para exponer sus cartas a quienes las quieran ver y analizar, deben ya estar sometidos al escrutinio de los miles de integrantes de la Sección 19. Si algunos no lo hacen o esperan mudos que el dedo autoritario sea determinante para aceptar abiertamente su propósito de contender, se les puede identificar como sobrevivientes del repudiado estilo sindical de ser impuestos por una voluntad cupular y no por la voluntad mayoritaria.

• De refilón

En este espacio de opinión me he referido a varios de los presuntos aspirantes y de las fortalezas que les observo. He hablado de Joel Sánchez Vélez, de Marco Aurelio Mares, de Yossmín Castillo y de Paul Pliego. La idea es, también, democratizar el espacio periodístico para que en él quepan todas las expresiones y todas las aspiraciones. En esa tesitura seguiré desarrollando estos temas. Como sé que, insisto, habrá quienes, equivocadamente disciplinados, no pronuncien nada al respecto y nada hagan para proyectar su vocación, su compromiso, sus principios, sus valores sindicales, me permitiré referirme a ellos con la información que pueda obtener. Espero hacerlo bien.

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