Repaso
En opinión de Carlos Gallardo Sánchez
- Morena: ¿destruyéndole el futuro?
A un tal Miguel Ángel Rabadán Castrejón se le acusa que, desde la responsabilidad pública que desempeña, condiciona el apoyo del Programa “Jóvenes construyendo el futuro”. A leguas se ve que el blanco al que se le tira no es ese personaje, sino Rabindranath Salazar Solorio, actual director general del Banco del Bienestar. Ambos son señalados por desvío de recursos públicos y, en consecuencia, porque dicen que utilizan el Programa “Jóvenes construyendo el futuro” como caja chica de los presidentes municipales y políticos de Morena. ¿Y los otros santones del partido en Morelos no andan en las mismas? ¿O de lo que se trata en esta ocasión es abollarle lo que tenga de honradez al ex senador y frustrado aspirante a la gubernatura estatal?
Dispendiosos en poner como lazo de cochino a esos suertudos políticos morelenses del merito Jiutepec, los querellososanotan en el listado de sus denuestos, que Miguel Ángel y su gente exigen la afiliación al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). En caso contrario, lagrimean, los amenazan con quitarles la beca.
“El día de hoy –sostienen para reafirmar que no se andan con minucias- presentamos en la Ciudad de México denuncias ante la Secretaría de la Función Pública, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Secretaría de Gobernación y la Presidencia de la República para exigir la renuncia de los funcionarios que, abusado del poder, traicionan al presidente Andrés Manuel López Obrador, con actos de corrupción y abusos de poder.” Mucho estruendo para acusaciones que primero deben documentarse, si están en posibilidades de hacerlo.
Quizá ponderando que la queja iba en grande, como para que nadie les creyese, entonces formularon imputaciones muy concretas y graves. Digan si no:
“Denunciamos el robo de nuestros recursos ya que en todo el estado, pero principalmente en el municipio de Jojutla y Temixco, empleados de Miguel Ángel Rabadán, de nombre Jaime Suárez Palma (Jojutla), Carlos Benítez Urióstegui, Erick Yoran Saldaña Gómez (Jiutepec) quienes están a cargo del programa se apoderaron de más de 1,000 tarjetas bancarias y cada mes retiran millones de pesos del programa; a los jóvenes sólo se les dan mil pesos o quinientos pesos y el grupo político de Rabindantah Salazar Solorio y Miguel Ángel Rabadán Castrejón, se reparten el dinero amenazando a los jóvenes de que si hacen alguna denuncia, los van a dar de baja del programa y la “maña” les va a partir su madre. Tenemos decenas de mensajes de wtahstpp (sic) de este grupo de distinguidos miembros de Morena.”
Todo lo anterior lo pergeñaron en un presunto boletín de prensa, el que, dicen, iba con un anexo de 900 firmas de jóvenes afectados, firmando como responsables del comité Carmen Lucero Carpintero Galván, Gehu Eduardo Montúfar Bahena y María Magdalena Ortiz Salgado.
Como está planteada la queja, deja la impresión que trae una pesada carga política por las inferencias de conductas delictivas que se les atribuyen a Rabindranath y al otro. Hasta parece que el propósito es participar en la destrucción del futuro de Morena, en lo que no sólo pueden inferirse disputas internas, sino ataques procedentes de otras expresiones políticas. La mira está en el 21, en las elecciones intermedias. Dejar a dicho partido que llegue sano y sólido a muchos no les conviene. De modo que lapidar su credibilidad desde ahora es empeño que veremos acrecentado gradualmente.
Sin embargo, la acusación allí está y no debe minimizarse. Por lo pronto los inconformes lograron la atención de los medios. Si a los implicados en esta ocasión no se les comprueba con evidencias y siguen los anatemas en su contra, habrán de esperar la siguiente pedrada. Porque lo que parece que se mantendrá es la descalificación de todo lo que huela a Morena. La guerra para quitar a ese partido de la cima, apenas comienza.
Preparémonos para atestiguar mayor intensidad en el fuego amigo y mayor encono en el fuego que proviene de otros hornos partidistas. Andan heridos de muerte desde julio del año pasadoy esperan vengarse.
Incluido, por qué no, el gobierno estatal, vinculado con ese esperpento que es el Partido Encuentro Social, las huestes de Morena deberán estar preparadas para la batalla. Sólo que, si se la pasan dándose entre sí puro empellón y, además, defender rabiosamente el poder que algunos ya tienen y el que esperan tenar posteriormente, el escenario futuro que se les augura no es halagador.
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