Realizará IEBEM auditoría a la directora de Secundaria Técnica de Anenecuilco
Tras la toma de las instalaciones por parte de los padres de familia que la acusan de desviar más de 20 mil pesos
Jorge Robles Salazar
Ayala, Mor.- Tras la toma de las instalaciones, padres de familia de la secundaria técnica número 43, de Anenecuilco, lograron ayer que se realice una auditoría especial a la directora de ese plantel, Maribel Morales Coronel, a quién acusan por desvíos de más de 20 mil pesos, acuerdo avalado por el jefe del Departamento de Escuelas Secundarias Técnicas del Instituto de Educación Básica (IEBEM), David Suárez Solís.
Luego de un intenso diálogo con el funcionario se determinó que a través de dicho Departamento se revisen los ingresos y egresos en cuentas de la escuela secundaria, incluyendo la cooperativa escolar, la venta de uniformes escolares, los ingresos por expedición de credenciales y la realización de excursiones, que incluyen también, a empresas que habrían sobre facturado el precio de estos viajes, así como la revisión de los libros de asistencia del personal.
Los representantes del comité de padres de familia se comprometieron a realizar el informe correspondiente de sus ingresos y egresos propios, derivados de las cuotas voluntarias acordados en asamblea de padres de familia.
En tanto la directora de la escuela Morales Coronel, durante el proceso de auditoría, estará presente como responsables del plantel educativo. A partir mañana, asistirá a la supervisión y al Departamento de Secundarias Técnicas, para presentar y rendir informe con relación a los presuntos desvíos del que se le acusa, en el desempeño de sus funciones.
Los padres de familia acordaron entregar las instalaciones ayer mismo, y al término de la reunión firmaron una minuta encabezada David Suárez Solís y Yadira Fuentes Leal, presidenta de la sociedad de padres de familia.
Con esta resolución los padres de familia pretenden combatir los presuntos abusos y corrupción de directores de escuelas que, amparados bajo el halo protector de sindicatos e instituciones se creían intocables y hacían y deshacían a su antojo de los recursos proporcionados por los padres de familia a través de las cuotas o cooperaciones que realizan.
