Pendientes del feminicidio en el estado actual

En opinión de Hertino Avilés

Pendientes del feminicidio en el estado actual

La violencia de género, es un problema que persiste en México desde hace varias décadas, sin embargo, en los últimos años esto paso de ser un tema del ámbito privado a convertirse en un problema del ámbito público; puesto que en últimas fechas el nivel de violencia que sufren las mujeres ha ido en constante crecimiento.

         El incremento de la violencia en contra de la mujer, ha tenido como consecuencia que los índices de feminicidios vayan en constante crecimiento, desde 2015 a noviembre de 2020 se han duplicado los feminicidios y asesinatos, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

         En México, la mayoría de las mujeres víctimas de feminicidio son jóvenes de entre 20 y 24 años, según el informe “Violencia Feminicida en México, aproximaciones y tendencias”, presentado por el Instituto Nacional de la Mujer y ONU Mujeres México.

          El feminicidio, es uno de los delitos que más ha crecido a nivel nacional, siendo este el que más se comete por las parejas sentimentales de las mujeres, y que en su mayoría son cometidos por cuestiones de celos, por el rechazo de sus parejas o simplemente porque las mujeres en su búsqueda por el respeto a sus derechos, han dejado de lado los roles de género que se les inculcaron desde pequeñas, es decir, que las mismas han dejado de ser sumisas ante las exigencias de sus novios o esposos.

         La falta de actuación por parte de las autoridades es uno de los factores que más afectado los temas de feminicidio, puesto que en algunos casos las mujeres han denunciado ser víctimas de violencia, sin que se lleven a cabo las investigaciones correspondientes, quedando en el olvido las carpetas.

        Diariamente, cientos de niñas y mujeres son agredidas, violadas, asesinadas y revictimizadas por individuos e instituciones que las violentan tanto en lo social como en lo político y económico. 

       Las respuestas gubernamentales escasean y, cuando aparecen, lejos de apaciguar, ofenden; casos recientes como el acontecido en Oaxaca ponen de manifiesto la poca actuación por parte de las instituciones, puesto que han sido omisas en investigar los casos de violencia que son denunciados ante ellos; y que únicamente actúan cuando la presión social se los exige.

        Bajo este contexto, me pregunto ¿debemos esperar a que una mujer sea asesinada para entonces si tomar en cuenta sus denuncias por violencia?

         Si bien es cierto, las autoridades mexicanas han tomado medidas para la erradicación de la violencia contra la mujer, esta no ha disminuido, puesto que la poca o nula actuación de sus instituciones han traído como consecuencia que muchos casos de violencia familiar se conviertan en feminicidios.