Observador político - Tania Valentina, será diputada pluri por tercera ocasión consecutiva
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
Sin tanto ruido, como si quisiera ocultar algo, luego de dos décadas como dirigente del Partido del Trabajo, Tania Valentina Rodríguez Ruiz se prepara para hacer historia en Morelos, debido a que, será la única diputada en lograr la reelección por tercera ocasión de forma consecutiva en la siguiente legislatura pero por la vía plurinominal.
HISTORIA QUE MERECE SER ANALIZADA.- El control político y económico que ostenta dentro del Partido del Trabajo le ha garantizado un lugar privilegiado en cada proceso electoral; al autoasignarse y ocupar ella la primera posición como diputada local por la vía plurinominal, sin que nadie la cuestione por lo que Rodríguez Ruiz es de las pocas que ha logrado beneficiarse automáticamente de los votos obtenidos por los candidatos que no logran una curul.
Sin embargo, esta supuesta defensora de la izquierda ha demostrado más interés en su beneficio personal que en el proyecto político que dice representar, sobre todo, tras su ruptura con Morena y sus intentos fallidos por obtener candidaturas a cargos más altos han dejado en evidencia su falta de lealtad y compromiso ideológico como la gubernatura y después el senado, algo que siempre resultó irrisorio.
A pesar de autodenominarse "obradorista" y presumir de trabajar junto a figuras como Claudia Sheinbaum, sus acciones demuestran lo contrario, y es que, Rodríguez Ruiz se ha dedicado a traicionar acuerdos y aliarse con cualquier fuerza política que le garantice mantener su posición de poder.
Tal como ha ocurrido los últimos años al ser, supuestamente parte del proyecto de AMLO y de la 4T, pero al mismo tiempo, acuerda y trabaja para seguir siendo de las beneficiadas económicas con los dirigentes del PAN y PRI en el Congreso del estado a través de las bancadas de los grupos parlamentarios.
El reciente berrinche de la todavía diputada local, quien utiliza recursos del Congreso del Estado para su campaña electoral, es solo una muestra más de su falta de ética y compromiso con la verdadera causa de la izquierda.
Y es que se le negó la posibilidad de competir por el senado debido a sus constantes actos de traición y alianzas oportunistas, tal como lo denunció públicamente en una mañanera López Obrador y después Mario Delgado, tras referirse a algunos de los diputados de Morena y de otros partidos como el PT, que traicionaron la causa.
Su asociación con personajes de dudosa reputación, acusado y protegido por el fiscal Uriel Carmona, del presunto robo de una retroescabadora que tenía en su casa Alberto Sánchez y que, curiosamente, no se procedió contra quien se apropió de esa maquinaria.
Ese tipo de acuerdos perversos es lo que revela la verdadera naturaleza de su agenda política de Tania Valentina Rodríguez Ruiz quien representa todo lo que está mal en la política: la ambición desmedida, la falta de principios y la traición a los ideales que dice defender.
Su continuidad en el Congreso de Estado de Morelos solo perpetuará la corrupción y el oportunismo que tanto daño hacen a nuestra sociedad, debido a que ahora entrará, presuntamente en calidad de afro.
LA VERDAD DETRÁS DEL ENGAÑO POLÍTICO.- El caso de Tania Valentina Rodríguez Ruiz es solo un ejemplo más de la podredumbre que corroe nuestro sistema político, su ascenso y permanencia en el poder son el resultado de una combinación de maquinaciones oscuras y la falta de escrutinio por parte de la ciudadanía.
Mientras Rodríguez Ruiz continúa disfrutando de los privilegios de su cargo, la verdadera voz del pueblo queda silenciada y relegada al olvido; sus acciones egoístas y deshonestas demuestran que el verdadero enemigo del progreso y la justicia no son las fuerzas externas, sino aquellos que se disfrazan de defensores del pueblo mientras actúan en su contra.
La reelección de Rodríguez Ruiz no debe ser vista como un logro, sino como un recordatorio doloroso de la necesidad urgente de un cambio real y profundo en nuestro sistema político.
LA FUERZA EMERGENTE DE CARPINTERO SALAZAR.- En el tumultuoso panorama político de Cuernavaca, la figura de Joaquín Carpintero Salazar ha surgido como un protagonista inesperado; Bajo la bandera del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Carpintero ha capitalizado hábilmente la disfunción y las divisiones dentro de los partidos tradicionales, presentándose como una alternativa fresca en medio de un paisaje político desgastado y fragmentado.
El crecimiento de Carpintero Salazar no puede entenderse sin considerar el contexto en el que florece; y es que, la gestión del gobierno panista en turno ha sido objeto de críticas constantes debido a su incapacidad para abordar las necesidades de la ciudadanía y para ofrecer soluciones efectivas a los problemas que aquejan a Cuernavaca. Además, la falta de cohesión dentro de Morena ha debilitado la candidatura de Alejandra Flores, dejando un vacío que Carpintero ha sabido aprovechar con astucia política.
Sin embargo, el ascenso de Carpintero Salazar no está exento de controversia. El reciente ataque a su casa de campaña, aunque condenable en todos los aspectos, ha generado sospechas sobre la verdadera naturaleza de estos acontecimientos. ¿Fue realmente un acto de violencia política, o podría ser una estrategia para consolidar la imagen de Carpintero como un candidato valiente y comprometido?
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