Serpientes y escaleras - ¿Diputado violador?

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - ¿Diputado violador?

Es imposible proteger políticamente a Zapotitla. Tratar de hacerlo, además, sería inmoral.

 

¿Diputado violador?

Hace algunos días, cuando se supo que habían denunciado por violación al diputado local Marcos Zapotitla Becerro, varios personajes de la vida pública trataron de ocultar la información y minimizar los hechos. “Es puro show, ataques electorales, inventos de la oposición, reacciones a todo lo que está pasando” decían algunos. Hoy el panorama es otro, totalmente adverso para el legislador y para sus aliados. Defender políticamente un acto como el que se señala es algo que no tiene nombre.

Tiempo después se hizo pública la denuncia y se confirmó que el legislador era señalado por abusar sexualmente de una dama; no era la primera vez que Zapotitla se veía envuelto en un tema relacionado con agresiones a una mujer, aún así sus aliados insistían en que se trataba de un infundio, una invención, algo que jamás ocurrió. Entonces apareció la fiscalía estatal solicitando formalmente la separación del inculpado para que se llevara a cabo la investigación correspondiente.

Cuando la FGE intervino la historia se les fue de las manos a quienes trataron de ocultarla; en ese momento el rumor de pasillo se convirtió en un proceso legal que involucraba a un representante popular en uno de los delitos más deleznables que existen. Incluso en ese punto hubo un último intento por detener la información, pero el tema ya había escalado y era imposible ocultarlo, sobre todo porque dentro del recinto parlamentario hubo una inmediata y plausible reacción de las legisladoras, expulsando a su homólogo de las comisiones de las que formaba parte y exigiendo que el tema se aclarara sin ningún tipo de protección gubernamental.

Hoy el panorama ha cambiado radicalmente para el legislador Marcos Zapotitla: pocos creen en la historia que él mismo inventó tratando de victimizarse y aludiendo que se trata de una mentira ideada para dañar su buena imagen y detener su trabajo parlamentario. El problema de este legislador salta a la vista: su conducta personal vuelve creíbles las acusaciones y su desempeño político descarta la hipótesis de que alguien lo quiere dañar su buena imagen pública.

Aquellos que al principio intentaron apoyarlo han cambiado de ánimo; su partido político, Encuentro Social, ya se desmarcó de su figura, le solicitó que se retirara de la bancada y que enfrentara el proceso sin la protección del fuero. Con todo y que se trata de un militante, en el PES valoraron lo costoso que les resultaría defender a alguien acusado de violación, sobre todo cuando existen elementos que, al menos, ponen en tela de juicio la buena conducta del acusado.

La violación es un delito sumamente delicado desde todos los ángulos, empezando por que se trata de un acto que vulnera la integridad de una mujer. La historia involucra a un actor de la vida política estatal y es muy delicada porque hasta donde es posible observar, quienes llevan a cabo el proceso legal en nombre de la víctima tienen argumentos suficientes para someter al inculpado a un largo proceso judicial.

Social y políticamente hablando la historia tendrá consecuencias muy graves para quienes están alrededor del legislador; el escándalo de Zapotitla aparece en el peor momento para el régimen, ocurre en medio de una situación de inseguridad muy compleja, en un contexto muy marcado de violencia contra las mujeres y justo en una racha de incidentes negativos para el gobierno.

Defender políticamente al diputado del PES no es una opción para nadie, porque la fiscalía ya dio el primer paso y los abogados de la víctima no están dispuestos a negociar. Hasta ahora el asunto ha ido creciendo de forma paulatina, pero esta semana la historia podría tomar otros niveles si los grupos de defensa de los derechos humanos, de mujeres y de protección a las víctimas de la violencia intervienen en el asunto. Incluso ahí el panorama se ensombrece para Zapotitla, porque a lo largo de dos años el parlamento local se ha portado muy mal con este tipo de agrupaciones.

El desmarque del Partido Encuentro Social de su representante popular ocurrió apenas a tiempo de que la bomba social explote; al final de la semana pasada los hechos comenzaron a socializarse y es altamente probable que en los siguientes días la historia se entrelace con otros hechos de violencia contra las mujeres. En ese punto el tema se volverá políticamente crítico y la figura del acusado se convertirá en un lastre electoral.

Marcos Zapotitla Becerro es uno de los tantos diputados cuyo paso por el congreso local iba a ser olvidado rápidamente; durante dos de los tres periodos ordinarios de sesiones que han transcurrido en la 54 legislatura morelense no se ha destacado por alguna propuesta legislativa importante, nunca ha puesto en la mesa de discusión un tema trascendente, y su trabajo jamás se caracterizó por la eficiencia, la calidad, la importancia o la integridad. Ha sido, digámoslo claramente, un diputado mediocre, de malos modales, agresivo con las mujeres y altanero con los ciudadanos.

La carrera política del legislador Zapotitla parece haber llegado a su fin; a la denuncia presentada en su contra en la Fiscalía General del Estado se están sumando otras en las redes sociales, expuestas por mujeres que dicen haber trabajado con él y que afirman haber sido víctimas de acoso, agresiones y abusos. Ese es un punto clave en esta historia: la denuncia de violación en contra del abanderado del PES se suma a una larga lista de imputaciones en su contra que refieren una personalidad agresiva, lasciva y misógina. La opinión pública está rápidamente poniéndose en contra del grotesco legislador.

Para los estrategas de Encuentro Social el reto ya no es salvar a Zapotitla, porque independientemente del resultado de la demanda judicial su imagen pública ha quedado marcada de forma permanente. El objetivo debe ser controlar los daños políticos colaterales y evitar que el escándalo de violación involucre al partido o dañe la imagen del gobernador.

Hasta ahora el PES ha pasado de noche como fuerza política en Morelos, su único foro de exposición ha sido el parlamento y derivado del escándalo Zapotitla, en los próximos días podríamos ver a grupos sociales y feministas montados en esta historia, atacando al diputado.

No se trata de culpar anticipadamente a nadie por una denuncia que apenas está en marcha, pero un acto tan monstruoso como una violación no se puede pasar por alto, mucho menos en un tiempo en donde prevalecen las agresiones contra las mujeres.

Para que la investigación sea confiable y los resultados de la fiscalía convenzan a todos, Marcos Zapotitla debe enfrentar el proceso sin fuero y sin protección política.

posdata

Concretar la alianza electoral en Cuernavaca, ganar la elección del próximo año en la capital y mantener el control político del congreso local es una prioridad para la administración estatal. Los primeros dos años del gobierno han sido complejos desde todos los ángulos, el ejecutivo ha enfrentado problemas de seguridad, económicos, políticos, sociales, operativos y una pandemia como remate. En 24 meses Cuauhtémoc Blanco ha abierto muchos frentes opositores y acumula más enemigos de los que puede enfrentar. El 2021 es un momento clave en el futuro del equipo del futbolista.

El primer paso que debe dar el ejecutivo para alcanzar estas metas es amarrar una coalición electoral con Morena. Solos, sin el arrastre del Movimiento de Regeneración Nacional, es imposible que Encuentro Social repita los triunfos que alcanzó en las elecciones del 2018. En la contienda anterior la clave para la victoria fue la figura de Andrés Manuel López Obrador y el llamado a un voto en cascada para todos los candidatos de la coalición, incluyendo a los del PES. En el 2021 no será así.

Dos años después del triunfo del ex seleccionado nacional en Morelos el escenario cambia radicalmente para los tres partidos que conformaron dicha alianza: 1- Morena dejó de ser una esperanza, ahora es una realidad en el gobierno y sus resultados influyen en el ánimo de los votantes; 2- Andrés Manuel López Obrador no estará en la boleta electoral y su desempeño como jefe de la nación se verá reflejado en las urnas; 3- La relación entre Morena y Encuentro Social en Morelos no fue buena antes y es peor ahora; la coalición se puede imponer desde México, pero eso no garantiza que la estructura o los simpatizantes de Morena apoyen a los abanderados del PES.

En el 2018 la ola obradorista llevó a todos los candidatos de la coalición al triunfo; en el 2021 ya no habrá ola y el desempeño de los gobiernos federal, estatal y municipal pueden ser una carga demasiado pesada para algunos candidatos.

Concretar una coalición electoral entre el PES y Morena en el 2021 es clave para los estrategas electorales de Cuauhtémoc Blanco, pero no es suficiente para garantizar el triunfo de nadie. Un acuerdo de este tipo, por ejemplo, les puede entregar la candidatura en Cuernavaca para Jorge Argüelles, pero de ninguna forma les concede los votos que necesitan para hacerlo presidente municipal.

En el caso de las diputaciones la historia es la misma, salvo que ahí las doce candidaturas a diputados se dividirán entre tres fuerzas políticas (Morena, PES y PT) y la mayoría será para Morena. ¿Cuántas candidaturas le darán a Encuentro Social? ¿Tres, cuatro? ¿Y cuántas de ellas podrán ganar?

La coalición electoral del 2021 es solo un primer paso en el plan que deben elaborar los asesores políticos del gobernador Blanco; obtener la candidatura en Cuernavaca y ganar la elección en la capital es importante, pero no tanto para el jefe del ejecutivo como tener una buena representación política en la cámara de diputados.

Recordemos algo: la legislatura 55 acompañará a Cuauhtémoc Blanco hasta el final de su mandato. En el 2024 o antes.

  • nota

Sin hacer mucho ruido el exgobernador Graco Ramírez se amparó contra el juicio político que hay en su contra. La respuesta jurídica del tabasqueño es mucho más firme y consistente que las acciones del parlamento y en una de esas los diputados se quedarán con un palmo de narices en su intento de procesar al perredista.

Aún llevado hasta sus últimas consecuencias el juicio político contra Graco no tiene sentido, pero si el tabasqueño les gana la batalla antes de iniciar la pelea, los diputados quedarán muy mal parados una vez más. ¿Quién asesora jurídicamente al parlamento?

Recordemos algo por enésima ocasión: Graco es corrupto, no pendejo.

  • post it

En medio de la polémica el gobernador Cuauhtémoc Blanco emitió una imprudente declaración sobre el caso Zapotitla; los abogados de la víctima notaron el tropiezo y lo tomaron como un ingrediente más a favor de su causa, tratando de politizar el tema para generar un estado de ánimo en contra del acusado.

Desde el gobierno deben atender este asunto y sacar de la polémica al jefe del ejecutivo; el problema es del legislador y el asunto ya sigue un curso legal en el cual nada tiene que ver el mandatario.

Un paso atrás o a un lado es importante antes de que la atención sobre los hechos se centre en una figura que no forma parte de la trama, ni participa de forma alguna en esta gravísima situación.

¡Aguas!

  • redes sociales

Históricamente los gobernadores juegan en las elecciones intermedias. Lo hacen porque así conviene a sus intereses, porque representa un elemento clave en la segunda mitad de su sexenio y porque saben que de eso depende su séptimo año.

Todos saben que los gobernadores se mueven a través de su partido, pero es un hecho que varios de ellos, los más astutos, realizan acuerdos no oficiales con actores de otros institutos políticos para tener aliados en diferentes lados.

Es la apuesta de ganar por todos lados.

¿tendrá aliados Cuauhtémoc Blanco en la contienda del 2021?

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