Observador político - Agua por votos en Cuernavaca

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - Agua por votos en Cuernavaca

Sin lugar a dudas que el problema del agua potable será un tema político electoral en estas campañas rumbo al 2 de junio.

SE AGUDIZARÁ EL PROBLEMA DEL AGUA Y LOS CONFLICTOS SOCIALES.- El problema del agua potable se convertirá en un arma política en las próximas elecciones, donde la falta de suministro será un punto crucial para cuestionar la gestión actual de José Luis Urióstegui.

Y es que, ayer, mientras se hacían llamados a la unidad política en torno a Morena y su candidata a la capital, Alejandra Flores, las calles fueron testigos de los bloqueos y las protestas por la escasez de agua, un problema que se agravará con la llegada de la temporada de estiaje. Y es que, hay que recordar que el 60% del agua urbana se desperdicia debido a la antigüedad de las tuberías, situación que en Cuernavaca es un reflejo de un problema estructural que ha padecido durante décadas.

De ahí que los ciudadanos, cansados de la falta de respuesta por parte de las autoridades, conforme se acerque el 2 de junio, estarán bloqueando las calles para exigir soluciones concretas a sus necesidades más básicas; por tanto, la falta de agua potable no solo es un problema cotidiano, sino que se convierte en un símbolo de la negligencia gubernamental y una muestra de la prioridad equivocada de los líderes políticos, más enfocados en sus intereses electorales que en el bienestar de la ciudadanía.

En este contexto, la respuesta inadecuada por parte de las autoridades solo alimenta el descontento y la desconfianza hacia el gobierno local, mientras los residentes de colonias como Los Patios de la Estación se ven obligados a bloquear las calles para llamar la atención sobre su situación desesperada, las acciones del Ayuntamiento de Cuernavaca y el SAPAC muestran una falta de empatía y eficacia alarmante.

En lugar de abordar de manera efectiva la crisis del agua, las autoridades parecen más preocupadas por su imagen política y la búsqueda de la reelección, una percepción que está creciendo y que amenaza en convertirse en una bola de nieve, que será riesgoso para los intereses políticos del alcalde. Es evidente que la falta de agua potable no solo es un problema de infraestructura, sino también un reflejo de la falta de voluntad política para abordar las necesidades reales de la población. En este escenario, la lucha por el acceso al agua se convierte en una lucha por la justicia social y la rendición de cuentas de quienes tienen el poder de cambiar la situación.

Esta crisis del agua no es simplemente un problema técnico o logístico, sino una manifestación clara de las fallas en el sistema político y económico que prioriza los intereses de unos pocos sobre las necesidades de la mayoría; mientras tanto, los ciudadanos comunes y corrientes se ven obligados a enfrentar las consecuencias de la negligencia y la incompetencia de aquellos que supuestamente están destinados a servirles.

JESSICA Y SU MOVIMIENTO NARANJA.- En un escenario político saturado por la presencia mediática y los recursos financieros, la candidata Jessica Ortega de la Cruz, representante de Movimiento Ciudadano, ha emergido como un rayo de esperanza para aquellos que anhelan un cambio genuino en la política local.

A pesar de no contar con los lujosos anuncios espectaculares ni la omnipresencia en los medios tradicionales, Jessica ha logrado trascender gracias a su incansable trabajo de base y a su profundo compromiso con los ciudadanos; su ascenso en las preferencias electorales es una clara señal de que la población está ansiosa por una nueva voz, fresca y comprometida.

Jessica Ortega con determinación, recorre incansablemente cada rincón de los 36 municipios de la entidad, llevando consigo su juventud, experiencia y un bagaje político notable; su trayectoria como dirigente nacional de las mujeres en su partido y su papel como vicepresidenta de la Mesa Directiva en el Congreso de la Unión hablan por sí solos, demostrando su capacidad para liderar y su compromiso con la equidad de género.

Es innegable que Jessica Ortega de la Cruz busca un cambio tan necesario en estos tiempos por lo que su enfoque se centra en las necesidades de los jóvenes, combinado con propuestas concretas y realizables, aprovechando a los jóvenes que es su nicho electoral. De aquí que el apoyo que está recibiendo de esta generación emergente es un claro indicio de que su mensaje está llegando a quienes más lo necesitan.

 

Además, es crucial destacar el contraste entre las condiciones desiguales en las que Jessica compite, ya que mientras ella se enfrenta únicamente a dos partidos, Movimiento Ciudadano y Morelos Progresa, sus oponentes tienen que lidiar con coaliciones más amplias y complejas. A pesar de estas desventajas, Jessica continúa desafiando las expectativas y consolidándose como una opción viable y prometedora para el cambio.

Su dedicación, su compromiso y su visión transformadora la convierten en una fuerza y opción importante en el panorama político actual.

CONGRESO, UNA MANCHA MÁS AL TIGRE.- El presidente del Foro Morelense de Abogados, Pedro Martínez Bello, expuso públicamente los intentos de los diputados de Morelos por otorgarse un bono millonario como finiquito al término de su legislatura. Esta denuncia no solo pone en evidencia la voracidad de los legisladores, sino también la ineficacia y falta de compromiso con el pueblo de Morelos.

Martínez Bello destacó la falta de productividad de la Legislatura 55, que se ha convertido en un lastre para el estado, con un presupuesto anual de 584 millones de pesos; lo que resulta alarmante que cada diputado disponga de manera discrecional de 30 millones de pesos sin dar cuentas claras sobre su uso, lo cual es una afrenta a la transparencia y a la responsabilidad pública.

Además de la gravísima situación de parálisis legislativa que caracteriza a esta legislatura, especialmente durante los dos primeros años, es una afrenta al pueblo de Morelos; en vez de trabajar en iniciativas que beneficien a la ciudadanía, la mayoría de los diputados han optado por enfocarse en sus campañas electorales, buscando asegurar su reelección.