Nosotros - Fernando Blumenkron y la rifa del tigre
En opinión de José María Román Román
SAPAC es y será el dolor de cabeza para cualquier administración municipal y al mismo tiempo será la caja chica en la que todos, o casi todos los presidentes municipales han metido mano a sus recursos. Cuernavaca no es la excepción, éste fenómeno sucede con casi todos los sistemas operados por los gobiernos municipales. No pasa lo mismo con los privados.
Las consecuencias de los excesos en gastos, corruptelas y pésimas administraciones ya la sabemos porque todos los habitantes de este municipio lo sufrimos: escasez de agua. Desde luego que el asunto seguirá igual con el nuevo director general porque no depende del personaje que dirija la empresa municipal la buena marcha de la misma, dependerá de la junta de gobierno que la integran indebidamente más de 9 personajes en el caso de Cuernavaca, entre síndico, regidores y demás funcionarios del ayuntamiento. Poco o nada puede hacer al respecto el representante de la sociedad en turno, o sea el Presidente del Consejo Consultivo. Y nada puede hacer porque no tiene ninguna posibilidad de maniobra que tenga efecto directo en la administración del sistema o que obligue al sistema a la toma de decisiones de acuerdo o con acuerdo a las opiniones que los representantes de los usuarios propongan. La consecuencia de esta figura decorativa es solamente un punto folklórico que le da argumento al Presidente municipal en turno para decir a la sociedad que ha sido valorada y tomada en cuenta la opinión de los usuarios en la toma de decisiones para la marcha del SAPAC. El Consejo Consultivo por lo tanto, es el papel de baño que todos utilizan para justificar una aparente buena toma de decisiones.
El nombramiento de Fernando Blumenkron desde luego y por principio es una buena noticia por ser el personaje un hombre con antecedentes limpios que es altamente probable que sea contaminado o forzado a la toma de decisiones que el cabildo o el Presidente Municipal quiera para maniobrar a su gusto los recursos por cierto ahora escasos del sistema operador de Cuernavaca. Fernando va tener dos caminos en su futuro como administrador o Director general: o renuncia o se someterse a la voluntad de los políticos. No hay mucho para dónde hacerse. El sistema operador está enormemente endeudado y aun en tiempos de lluvias miramos cómo sigue escaseando el servicio del agua a los hogares de los capitalinos por falta de pagos a la compañía de luz y por la obsolescencia de los equipos que muchas de las veces ya no dan para más. No basta un buen hombre como Fernando Blunenkron para resolver este asunto, se requiere verdadera autonomía y un ajuste muy severo en la carga administrativa de SAPAC y una transparencia rigurosa a la vista de la sociedad del uso del dinero, sobre todo en lo referente al exceso de burocracia y figuras decorativas que actualmente se pagan con recursos de los usuarios que ya no alcanza para lo esencial por lo excesivo.
Don Fernando tiene también enfrente las tomas clandestinas que es donde se puede centrar el verdadero problema y esta es una lucha titánica que requerirá de la aplicación de la ley sin miramientos para aquellos que han usado y abusado del servicio sin contribuir a su sostenimiento. Aquí se ha hablado en más de una ocasión de más de 20 mil tomas sin control alguno y desde luego sin pago alguno. El otro tema toral para don Fernando es la falta de medidores, lo que ha implicado que por el robo o autorobo, éstos no existan en las tomas domésticas y comerciales en muchos de los casos. Aquí varios empleados de alguna forma se han prestado a hacerse de la vista gorda e ignorar su existencia y la consecuencia es la grave fuga de dinero por falta de pago de lo que realmente consume el usuario.-
La otra problemática es quizá la más grave: La junta de Gobierno. Es ahí donde se toman las decisiones y es ahí donde se reparte el pastel de cómo y en qué forma se gastarán los recursos. Todos, desde el Presidente hasta los regidores quien su parte, cual más quiere o meter gente de su confianza para seguir engrosando la nómina o desviación de recursos aparentemente con fines sociales o de beneficio que pocas veces redundan en verdadero apoyo al sistema.
Don Fernando Blumenkron tiene ante sí un verdadero problema porque si quiere trabajar con criterios empresariales que es como debe de operar este sistema, se va a topar con la oposición de los políticos. Solo un voto le será favorable probablemente y este será el del consejo consultivo, pero no bastará para ganar la toma de decisiones que eficientice al SAPAC. Al señor Blumenkron y eso es casi seguro, no le darán autonomía plena de administración y ahí reside lo grave porque lo atan de manos. Mientras tanto, a nosotros los comunes usuarios nos seguirá lloviendo sobre mojado, curiosamente con una enorme escasez de agua en nuestras casas y negocios en plena temporada de abundante lluvia.