MUJERES

En opinión de Juan Salgado Brito

MUJERES

Más allá de lo que establece la Constitución Política en su artículo 4to. y lo que dictan las leyes y normas sobre la igualdad del hombre y la mujer, me parece indiscutible que el género femenino merece el reconocimiento por el papel esencial que juega en la familia como célula básica de la sociedad y en la misma comunidad donde su participación y desempeño es imprescindible para preservar y fortalecer las estructuras culturales, políticas, económicas y sociales de lo cual depende la estabilidad de las familias y la consistencia del Estado y de la sociedad. Como madre, hija, esposa o hermana cada mujer, es la columna vertebral de la institución de la familia, además sus características de sensibilidad humana y su intrínseca habilidad para impulsar cambios estructurales en todos los ámbitos, empezando por su vocación innata para crear, formar y educar a seres humanos., independientemente de su condición social, económica y cultural, las mujeres demuestran por lo general mayor fortaleza y reciedumbre frente a lo adverso, tienen sin duda mayor condición para la resiliencia y en lo personal considero son más leales, honestas, agradecidas y discretas.

Por fortuna gracias al empuje de la sociedad y a una creciente participación ciudadana en la defensa de los derechos de la mujer se ha ido logrando avanzar con leyes, políticas y programas que impulsan la equidad de género, la no discriminación y la no violencia contra las mujeres, al tiempo que se tienen importantes avances en su empoderamiento y en la voluntad para que cada vez se cubran mayores y mejores espacios, para que ocupen cargos importantes de dirección y mando en la política, la administración pública y en los sectores social y empresarial. Eficiencia, carácter y tenacidad son también cualidades que destacan en las mujeres con posiciones de autoridad y liderazgo; estas reflexiones conllevan a entender y comprender que las resistencias impuestas por prejuicios como el machismo y otros vicios serán finalmente superados y vencidos por las nuevas tendencias políticas, institucionales, culturales y por la misma fuerza de la sociedad y de las leyes para que impere un nuevo ambiente en la convivencia de las aptitudes y actitudes femeniles y varoniles que coinciden y tienen como denominador común el derecho y el deber de participar en todos los proceso de cambio para el crecimiento y la superación.